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Kings Of Leon, una evolución que divide opiniones
La primera experiencia de su música en mis oídos fue en el año 2004, cuando estaba apenas en cuarto año de primaria, al comprar el videojuego FIFA Soccer 2004, de la prestigiada cadena “EA”, fue la vía por la que por primera vez escuché a Kings Of Leon, el sencillo “Red Morning Light”, de su álbum debut, Youth And Young Manhood. Era el tema principal del juego.
Como la mayoría de los niños, tenía otros intereses por ende me importaba el videojuego y no su sonido. Al crecer, es en la adolescencia donde generalmente se establecen algunos de los gustos que quedarán para toda la vida. En esta altura, ya escuchaba algunos clásicos rock como: Led Zeppelin y Deep Purple asimismo algunos otros cercanos a mi época como, The Strokes, Arctic Monkeys y Vampire Weekend. Fue así que en segundo de secundaria mis amigos y yo nos juntábamos a tocar algunos “covers” cuando uno de ellos me dijo: “Escucha a esta banda se llama Kings Of Leon, te va a gustar”.
Debo admitir que cuando me los recomendó, tenía unos cuantos días de haber salido al mercado su obra más exitosa, titulada; Only By The Night, producción con la que lograron ganar el grammy a mejor canción rock con Use Somebody y disco de platino con Sex On Fire, sonaban tanto que quizás hasta llegaron a hartarme; “No me gustan”, respondí asumiendo ante mi amigo que ya los conocía aunque solamente fueran dos temas los que escuché. Él (mi amigo) insistió y no solo reiteró su recomendación, me prestó algunos discos que tenía; “Escucha los primeros, lo más viejitos”. Fue lo que en esa ocasión me dijo.
No muy convencido llegué a casa y toqué el material que me habían prestado en un viejo estéreo regalado por mi padre. Bendito el momento en el que hice eso, algo se transformó en mí, pero el hecho de escuchar ya con uso de razón canciones como: Soft, Knocked Up, Arizona y Trani, de los primeros tres discos de Kings Of Leon, me marcarían de por vida y no lo estoy exagerando. Usted amable lector podrá darle el valor que crea pertinente a mi texto, pero así como respeto y admiro infinitamente a agrupaciones de la talla de Pink Floyd, Velvet Underground, Queen, o cualquier otro de los clásicos de tal envergadura. No tengo problema alguno en decir que Kings Of Leon es mi banda favorita.
Bien dicen que en gustos se rompen géneros y por más variados, exigentes, o atípicos que sean los nuestros, hasta el más excéntrico de los melómanos en el interior tiene un favorito. Que lo exprese o lo guarde es otra historia, en mi caso esta banda de 3 hermanos y un primo originarios de Nashville, Tennessee, llegaron para quedarse en lo más alto de mis gustos.
¿La razón? su cautivadora evolución, el primer disco bajo el título: “Youth And Young Manhood” Es toda la esencia de una banda sureña, con raíces del country y rock, algo muy equiparable a Creedence, las guitarras sucias y distorsionadas, la voz rasposa, poderosa y estridente, licks de bajo tan potentes y sencillos, así como ritmos de batería acelerados acordes al golpeteo de cada instrumento, era una banda hecha para dominar el sur de Estados Unidos, irónicamente no lo hicieron así y fue Inglaterra, el país que los acogería con un sonido netamente americano.
Su segundo álbum; “Aha Shake Heartbreaker”. Un disco que mantiene la esencia del country entre títulos como, King Of The Rodeo, Soft, Razz, entre otros, a diferencia del debut, se escucha la experiencia de una banda en vías de posicionarse y una producción externa. El productor Angelo Petraglia se haría cargo de darle a Kings Of Leon un sello como banda, armonizando algunos solos de guitarra, dejando en segundo plano los gritos y jerarquizando una entonación única de acuerdo al tono exclusivo de su vocalista Caleb Followill.
La tercera producción: “Because Of The Times” o como yo lo llamo: el inicio de la transformación”. En canciones como: On Call, Arizona, y Knocked Up, con letras que ya no hablan de depresión o historias de granja, se acercan más a problemas sociales citadinos como embarazos no deseados, enamoramiento fugaz y hasta experiencias en prostíbulos, por su parte la música, sufre una transformación al realizar baladas sumamente estructuradas teóricamente y sencillas a la práctica. Este sin lugar a dudas fue el preámbulo para la línea comercial que les deparaba a los sureños.
“Only By The Night” la producción más exitosa de la banda, la que los puso en los oídos del mundo entero y les entregó dividendos tanto de reconocimiento como económicos. Este disco fue el que cerró la transformación, las baladas predominan, Use Somebody, I Want You, Cold Desert, Reverly, se convirtieron en himnos para los enamorados, flechados y rechazados, no obstante este disco cuenta con un equilibrio perfecto al contrastar con temas de mucha fuerza como, Crawl, Be Somebody y el mismo éxito de Sex On Fire.
La quinta obra fue el momento de quiebre de la primera etapa de la banda, “Come Around Sundown”, sigue los pasos de su disco antecesor, choque de baladas como Pyro, The End, The Face, contrastaban con algunos temas de mucho poder como Mary, Radioactive y No Money específicamente. Fue justo después de este disco que la banda se tomó un descanso de casi 4 años por distintos problemas que ya se enfrentaban internamente.
El tiempo todo lo cura, pues en el 2014, volvieron con pilas recargadas y todo el poder, ¿El resultado? Uno de mis discos favoritos en general, “Mechanicall Bull”, esa producción donde rescatan parte de sus raíces country en las guitarras, temas con el poder de levantar una fiesta, un estado de ánimo o ponerte a bailar, tales como Rock City, Don’t Matter y Temple a otras baladas que te inspiran a luchar por amor, a sentir nostalgia por el hogar cuando estás lejos, como Beautiful War o Last Mile Home por nombrar algunas, el conocer un poco la historia del rompimiento de la banda durante la pausa previa a grabar este material, lo convierte en una ventana a los sentimientos de los integrantes durante este lapso de tiempo. Este sin duda es un disco hecho con el corazón.
Finalmente “Walls”, el proyecto en el que se separaron de su productor de los últimos 10 años, Angelo Petraglia y por ende es atípico a los demás, si bien es cierto que la música va acompañada de un teclado durante todo el álbum y una tercer guitarra, hay temas rescatables pero en general el disco no es bueno. La banda deja muy claro que quisieron innovar su sonido, pero muy alejados de ser la mejor opción, en diferentes partes del mundo ha recibido muy buenas críticas, especialmente al norte de Europa, donde se aplaudió el hecho de hacerlo distinto y se subraya la calidad de sus letras que en eso sí coincido ninguna tiene desperdicio, temas como Reverend, Muchacho y Around The World, son rescatables, debido a su popular ritmo, calidad de sonido y letras penetrantes, haciendo una mención especial a Over, un tema que parece sacado de su punto de inspiración más alto al realizar esta última pieza, la cual personalmente creo supera por mucho la calidad de todas las demás de este disco, mismo que aunque no lo creo malo, lo escucho apresurado, simple y sencillamente porque dura apenas 45 minutos. Podríamos asegurar que fue hecho bajo presión.
Finalmente la banda ha tenido tantas fases, en su sonido, imagen y presencia, han crecido como músicos y como humanos, han estado en la cúspide y en momentos de reencuentro como el de ahora, este texto lo quise realizar por la metamorfosis que como seguidor le he realizado a mi banda favorita, la cual he visto afortunadamente 4 veces en vivo por lo que sentía un compromiso de compartir la experiencia de sus evoluciones, 2009 y 2014 en Guadalajara, 2016 en Monterrey y 2017 en la Ciudad de México.
Ha sido una banda con tales cambios en 18 años desde su formación y 15 desde su debut ante la fama, ha dividido tantas opiniones en sus diferentes facetas, hasta al mismo autor de este texto quién pasó de decir “No me gustan” antes de escucharlos a “Son mi banda favorita”. Y hacerme viajar por el país para verlos en cuatro ocasiones distintas hasta el día de hoy.