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México y su música durante la Segunda Guerra Mundial
Por Juan Carlos Sagredo
El 13 de mayo de 1942, un submarino nazi hundió el buque petrolero mexicano Potrero del Llano. El gobierno nacional, encabezado por Manuel Ávila Camacho, protestó de inmediato a la agresión de los alemanes:
“Si para el próximo jueves 21 del corriente, México no ha recibido del país responsable de la agresión una satisfacción completa (…), el gobierno de la República adoptará inmediatamente las medidas que exija el honor nacional”.
Lejos de una respuesta por lo ocurrido, el 20 de mayo México sufrió un segundo atentado, el buque petrolero Faja de Oro se hundió en el Golfo de México, víctima de un torpedo alemán.
Casi un año después, el 22 de marzo de 1943, Ávila Camacho convocó una sesión extraordinaria del Congreso de la Unión en la que se otorgó al ejecutivo la facultad para declarar un estado de guerra entre México y los países del Eje: Alemania, Italia y Japón.
En este contexto, destacados compositores y cantantes mexicanos dedicaron su talento a exaltar el orgullo nacional, el honor y la valentía de los soldados mexicanos, así como la nostalgia por la mujer amada, la madre y el terruño querido a los que se abandonaban en aras del deber.
En cuarta.mx hicimos para ti una selección de canciones compuestas o popularizadas durante los años de incertidumbre generados por la Segunda Guerras Mundial y la inaplazable participación de México al lado del Imperio Británico, Francia, la Unión Soviética y Estados Unidos.
El corrido del Potrero del Llano. Interpretado por Martín y Malena, este corrido narra el hundimiento del buque petrolero Potrero del Llano a manos del ejército alemán, que habría de meter a México en la vorágine de la Segunda Guerra Mundial.
Bésame mucho. Esta mítica canción compuesta en 1940 por Consuelito Velázquez se convirtió en un referente entre la juventud de la época, ansiosa ante la inminencia de una guerra impostergable en la que el mañana era más incierto que nunca.
Humanidad. Compuesta por Alberto Domínguez, esta canción reprochaba a la raza humana las atrocidades de la guerra al tiempo que lamentaba el destino que lo empujaba a cumplir su deber con la patria:
“Humanidad, hasta dónde nos vas a llevar;
por tu trágico sino ¿cuál será mi destino?
Humanidad, yo de sangre te he visto teñir,
pobrecito del mundo, pobrecito de mí”.
https://soundcloud.com/user-673581270/los-montejo-humanidad-letra-y-acordes
Cantar del regimiento. El flaco de oro, Agustín Lara, no podía sustraerse de la realidad mexicana. Su patria había sido obligada a levantarse en armas, y ahora su canto habría de dirigirse a quienes se marchaban quizá para no volver:
“Cantar del regimiento
envuelto en mi bandera estás,
con ella vas al viento
hablándole de libertad.
Cantar del regimiento,
mil vidas que se apartarán;
que me cuide la Virgen morena,
que me cuide y me deje pelear”.
Hay que vivir el momento. Igual que Bésame Mucho, esta canción, compuesta por Miguel Ángel Valladares e interpretada por Fernando Torres, hablaba de la premura de vivir, de disfrutar el instante como si no hubiese mañana, como si el mundo fuera sucumbir en aquella despiadada guerra desarrollada entre 1939 y 1945.
¡Ah, qué muchachos! Compuesta por Donato Gil e interpretada por La Panchita, esta canción buscaba infundir ánimo a los valientes mexicanos que pronto entrarían en combate. Además de señalar el acontecimiento bélico como una oportunidad para demostrar que “somos muy machos”, la pieza subrayaba la tenacidad de nuestros combatientes quienes ante la (supuesta) ingenuidad de los ejércitos enemigos no dudarían en espetarles en la cara un “¡ah, qué muchachos (tan sonsos)!”.
Despedida. Se trata de otro tema que narra la inexorable partida hacia tierras lejanas de quienes se enrolaron en las filas del ejército mexicano. En esta canción, de la autoría de Pedro Flores, Jaime Nolla Reyes logró transmitir el sentimiento que embargaba a quienes debían dejar amigos, mujer y familia en defensa de México.
“Vengo a decirle adiós a los muchachos
porque pronto me voy para la guerra
y aunque vaya a pelar en otras tierras
voy a salvar mi derecho, mi patria y mi fe”.
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El guajolote, un ‘monstruo’ de la cocina mexicana
El huexolotl o guajolote fue el primer animal que los mayas domesticaron al considerarlo un animal sagrado. (más…)
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Postres mexicanos que no pueden faltar en tu mesa esta Navidad
En México también nos la rifamos con los postres, puesto que nuestra gastronomía abona sin duda a esta festividad, por eso te dejamos aquí los postres navideños made in México que no pueden faltar en tu mesa.
1.-Los buñuelos:
Estas tostadas crujientes son parte del acervo culinario de la mayor parte de la República Mexicana, las cuales tienen sus variantes en distintas partes del País. Por ejemplo, en el estado de Veracruz donde se preparan hervidos con jaiba, piña o arroz; mientras que en Oaxaca son fritos con manteca y espolvoreados de azúcar, además son servidos en hojas de maíz secas que le da un toque único; sin embargo, hay muchas formas de disfrutarlos.
2.-Los tejocotes en dulce:
Son una gran delicia novohispana de origen prehispánico. Este dulce está ligado a las fiestas navideñas porque es una fruta que abunda en esta temporada, la cual se cose con guayabas y ralladura de naranja, y se les acompaña con piloncillo o azúcar para endulzarlos.
3.-El pan de elote:
El elote es un alimento muy consumido en México, pues con su sabor tan peculiar se permite crear un sinfín de recetas; sin embargo, en esta temporada donde se antoja un cafecito o chocolate calientito el mejor acompañante es el pan, y que mejor que el de elote. Toma en cuenta que para la elaboración de esta receta necesitarás ingredientes como el queso fresco, la mantequilla y azúcar.
4.-Los polvorones de harina:
Aunque originalmente se dice que su origen es español, con la Conquista en México la receta de los polvorones de harina llegó para quedarse. Estos dulces son los más económicos de la Navidad, por sus ingredientes: harina de trigo, grasa de cerdo, azúcar y almendra son muy económicos; sin embargo, eso no le quita los sabrosos.
5.-Las hojarascas:
Llamadas de esta manera porque se desasen en la boca, estas galletas son muy peculiares y en distintos puntos de la República Mexicana se preparan de diferente manera; por ejemplo, en Pátzcuaro, Michoacán, su masa se prepara de harina, yemas de huevo, mantequilla, manteca de cerdo y miel; además, se puede perfumar con especies como el clavo, la canela y el anís. Mientras que, en Nuevo León, se elabora con azúcar, canela, harina de trigo o maíz, manteca vegetal, huevo, vainilla y leche. Y una vez horneados se revuelcan en azúcar y canela molida.
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Los 10 quesos mexicanos más ricos que debes probar
México cuenta con el reconocimiento de más de 40 variedades de quesos, principalmente frescos. Algunas son: Oaxaca, panela, asadero, sierra, adobera, trenzado, sopero, chongos, requesón, jocoque, de cincho, hoja, bola, morral, epazote y rueda.
Sin embargo, hay 10 que te recomendamos buscar para probar, pues están catalogados como los más ricos que producimos en el País, según la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (SAGARPA).
Uno de estos 10 quesos, que ya cuenta con su denominación de origen, es el queso Cotija. Una delicia contar con él en nuestra mesa, pues no puede ser producido en ninguna otra parte del mundo, y es sumamente fácil de encontrar.
Aquí la lista de los 10 quesos más ricos de México:
1-. Queso de Reyes, Etla, Oaxaca, de pasta hilada, típico y auténtico del estado de Oaxaca.
2-. Queso Chapingo, de pasta semidura, cuyo origen es la Universidad Autónoma Chapingo, ubicada cerca de Texcoco, Estado de México.
3-. Queso poro de Tabasco, de pasta ligeramente duro, elaborado en la zona de Los Ríos en el estado de Tabasco.
4-. Queso Cotija de Michoacán, de pasta dura, único queso genuino mexicano que cuenta con Denominación de Origen.
5-. Queso crema de Chiapas, de pasta blanda, originario de la costa de Chiapas.
6-. Queso reata de Nuevo Morelos, Veracruz, de pasta prensada, se elabora en la localidad que le da nombre, ubicada en la región sur de Veracruz.
7-. Queso añejo de Zacazonapan, queso añejo tradicional mexicano, de pasta prensada, originario del suroeste del Estado de México.
8-. Queso tetilla de Nayarit, de pasta blanda y forma tronco-cónica, es meramente estacional y originario del municipio de Rosa Morada, Nayarit.
9-. Queso Chihuahua, de pasta semidura, es elaborado en varias regiones del estado de Chihuahua.
10-. Queso asadero de Aguascalientes, de pasta hilada semiblanda, este queso se produce en el área lechera de Aguascalientes que comprende los municipios de Jesús María, San Francisco de los Romo y Pabellón de Arteaga.
Sobre el consumo
Según estimó el INEGI en 2010, se producen en el país 244 mil toneladas de queso anuales, sin embargo, el consumo que hacemos de este producto supera las 319 mil toneladas, quedando totalmente rebasada la oferta, se considera que cada mexicano consumimos alrededor de dos kilos 800 gramos de queso por año.
Como se dividen los quesos
La Norma Oficial Mexicana NOM-121-SSA1-1994 distingue en su proceso de elaboración de quesos:
– Los quesos frescos entre los que se encuentran el Panela, Canasto, Sierra, Ranchero, Fresco, Blanco, Enchilado, Adobado.
– Los de pasta cocida como el Oaxaca, Asadero, Mozzarela, Del Morral, Adobera.
– Los madurados prensados de pasta dura, es en esta clasificación donde entra el Cotija, además del Añejo, Parmesano, Reggianito.
– Los madurados prensados como el Cheddar, Chester, Chihuahua, Manchego, Brick, Edam, Gouda, Gruyere.
– Y quizá los más raros y de sabor difícil, los de maduración con mohos: Azul, Cabrales, Camembert, Roquefort, Danablu, Limburgo y Brie.