¿Te crees muy valiente? Anímate a probar estas salsas

¿Son ustedes de los que imaginan disfrutar de sus alimentos sin chile? Si la respuesta es no, seguramente tienen un paladar muy exigente, pero también muy adaptado al picante de todo tipo. ¿Un taco sin salsa? ¡Ni pensarlo! Por eso aquí te presentamos algunas muy especiales, pero cuidado, que quede claro que son solo para valientes.
Con chiles que pican, pero no tanto…
Salsa de chile poblano
Esta salsa puede combinarse con pastas, pollo, pescado y otros platillos. Debido a que el chile poblano no es muy picante, al combinarlo con crema, ajo, cebolla, cilantro, sal y pimienta, el resultado es una salsa con una rica consistencia que es el complemento perfecto para muchas preparaciones. ¿La has probado?
Salsa borracha con chile pasilla
Sí, esta salsa estará muy borracha porque lleva una buena dosis de pulque, pero como consumidor, sólo tienes que preocuparte por disfrutarla. Además de esta bebida espirituosa, el ingrediente estrella es el chile pasilla, que tampoco es muy picante y aporta un delicioso sabor a esta salsa que, además, está acompañada de insectos comestibles, cebolla, cilantro y sal al gusto. Esta salsa es recomendada para acompañar carnes rojas, aunque si eres vegetariano, omite los insectos y puedes acompañar unos tacos de soya o gluten.
Salsa de jalapeño
El chile jalapeño es uno de los más utilizados por los mexicanos. Lo utilizamos para todo, en los frijolitos, huevos, chilaquiles, hamburguesas, enchiladas, sopes, flautas y demás, pero una buena opción para combinarlo y preparar una salsa, es añadirle tomate verde cocido, perejil, cebolla, ajo y sal al gusto. Es importante mencionar que los ingredientes pueden ser crudos o asados y tendrán un sabor distinto, pero igualmente delicioso.
Las que sí son picosas…
Salsa de chile morita
Este tipo de chile tiene un sabor ahumado delicioso. Si lo combinas con jitomates asados, ajos y cebollas igualmente asadas obtendrás una salsa picante, pero deliciosa, y aquí empieza la valentía…
Salsa de chile chipotle
Sin duda esta salsa es la favorita de muchos. Resulta de mezclar chile chipotle, cebolla, jitomate sal, pimienta, azúcar, clavos de olor y un toque de vinagre. Su sabor picante, pero con un ligero dulzor, te dejará una sensación deliciosa desde la lengua, hasta la garganta.
Salsa de chile serrano
Combinado con cilantro y consomé de pollo da como resultado una salsa perfecta para revivir de los estragos que deja el alcohol. Unos buenos chilaquiles verdes por la mañana son la gloria. El chile serrano también es un gran acompañante de los tomates y se utiliza también combinado con aguacate, cebolla, cilantro y ajo para conseguir una salsa picosita, pero exquisita.
Sólo para valientes
Salsa de chile de árbol
El chile de árbol o chile rojo, sin duda es uno de los más picantes. Conocido también como chile puya en estados como Michoacán o Yahualica, porque tiene denominación de origen en este municipio de Jalisco, es un complemento perfecto para combinarse con tomate, jitomate, cacahuates, crema, aceite de olivo y sal al gusto. Puedes también realizar una salsa taquera con jitomate, ajo, jitomate y chile de árbol asado. Al final le agregas cebolla y cilantro picaditos… ¿Se te antojó?
Salsa de habanero
El chile habanero se utiliza mucho en el sureste de México. Es pequeñito pero matón. En Yucatán por ejemplo, hay quienes acompañan siempre sus alimentos con habaneros que se comen a mordidas, y sin duda, son los consumidores más valientes. Asados en un comal, mezclados luego con jugo de naranja agria, vinagre y sal al gusto… Mmm… ¡Sólo para valiantes!
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Etiquetas: Gastronomía México Tradiciones
Qué es la raicilla y por qué tiene denominación de origen

Además del tequila, Jalisco tiene a la racilla, que logró en 2019 obtener la denominación de origen.
Pero qué es la raicilla, pues es una bebida destilada de los agaves lechuguilla, inaequidens y maximiliana, endémicos de Jalisco, su graduación alcohólica es de 35 a 45% Alc.
Ahora, los municipios jaliscienses de Mascota, Atenguillo, Guachinango, Mixtlán, Talpa de Allende, San Sebastián del Oeste y Chiquilistlán integran la Ruta de la Raicilla, que anualmente produce 100 mil litros de raicilla.
Su sabor fuerte y distintivo y aunque oficialmente es un mezcal, fue rebautizado como raicilla para evitar impuestos y restricciones establecidas por el gobierno colonial. Por eso hay quienes dicen que se trata de la prima del mezcal y del tequila.
Se tiene registro del gusto por esta bebida desde el siglo XVI, pero a principios del siglo XVII se popularizó como uno de los tragos elegidos por los mineros jaliscienses.
Por su producción hay cuatro tipos de raicilla: la blanca, que se añeja en roble; la joven, con menos de un año de añejamiento; la reposada, entre uno y dos años añejado, y por último la añeja con más de dos años.
El proceso de producción de la raicilla es muy similar al empleado en la elaboración del tequila y el mezcal.
La capirotada, una dulce tradición de la Cuaresma

Comienza la Semana Santa y con ella la tradición de darnos gusto con alimentos propios de esta temporada tan especial para la mayoría de los mexicanos.
La capirotada es, sin duda, una de esas dulces tradiciones que no podemos perdernos (y tampoco queremos), pero ¿conoces la historia de esta delicia?
Conoce la historia
Este platillo tiene su origen en la Conquista; fue traída por los españoles que la preparaban con carne y embutidos, pero también como un budín aderezado.
La receta evolucionó en el Nuevo Mundo con una salsa de jitomate con especies y piloncillo. Se trató de una de las innovaciones.
La capirotada originalmente estaba hecha a base de pan duro, tortillas viejas, piloncillo, especias y queso añejo.
Originalmente la creación de la capirotada fue para darle una segunda oportunidad a productos que ya pensaban tirarse.
Cómo se prepara
La capirotada se prepara con una serie de capas de pan o tortillas rebosadas en manteca de cerdo y piloncillo que luego se corona con queso Cotija.
Con el paso del tiempo, a la capirotada dulce se le han agregado leches endulzadas, así como nueces o almendras para darles un efecto crocante.
Más que un plato salado, la capirotada fue evolucionando a un postre.
El fin de este platillo es darle una segunda oportunidad a los ingredientes, lo cual es símbolo de humildad.
De hecho, por eso comenzó a consumirse durante la Cuaresma.

Interpretaciones religiosas
Hay quienes argumentan que los ingredientes con los que está hecha la capirotada tienen una interpretación religiosa.
El pan es el cuerpo de Cristo; la miel, su sangre; y la canela, la cruz de madera; también se utilizan clavos de olor que recuerdan los clavos que se usaron para crucificarlo.
Se le llama capirotada como un homenaje a un gorro típico llamado capirote que se usaba en las cofradías religiosas y procesiones de Semana Santa.
Datos curiosos
Las torrijas españolas son como el pariente lejano de la capirotada. Este postre también consiste en remojar el pan y aromatizarlo con leche para después freírse.
Al final se le añade azúcar y canela; este postre todavía es muy consumido.
Chihuahua, Colima y Jalisco son los estados en los que más se prepara y consume la capirotada.
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