Francia, primer finalista de Rusia 2018

Juegazo. Francia es la primera finalista de Rusia 2018 luego de vencer 1-0 a Bélgica, digno rival que deja el mejor sabor de boca en este Mundial. Sí, sólo hubo un gol, pero la calidad de los 22 jugadores en el campo sobró, nadie escatimó nada, nadie reclama nada; en San Petersburgo ganaron los galos, pero en realidad ganó el futbol.

Los dirigidos por Didier Deschamps se quedaron con el pase a la final que se disputará en Moscú el próximo domingo, pero bien pudieron haber sido los belgas, porque la realidad es que Francia los superó por poco, quizá son los dos mejores conjuntos de esta Copa del Mundo, que se enfrentaron en semifinales, dejando un pequeño sentimiento de injusticia deportiva por no haber sido el duelo final, sin demeritar a Croacia e Inglaterra.

Los Diablos Rojos y Les Blues no dieron permiso a la pasividad, desde el arranque del juego la ambición de ambas escuadras por hacer historia fue patente, por los galos el joven Mbappé arrancó acelerado con centro a Griezmann que no cuajó. Bélgica con Hazard, jugadorazo, y De Bruyne volvieron loca a la defensa contraria, Pavard no supo parar al primero que le hizo lo que quiso durante los primeros 45 minutos.

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El gol

Al 51’ vino por fin la diferencia que llevaría a uno a disputar su tercera final en su historia y al otro a quedarse de nueva cuenta en una semifinal como la ocurrida en 1986; un balón parado marcó el rumbo de este cuento. Griezmann fue el cobrador y Umtiti el verdugo, Courtois no pudo hacer nada para impedirlo.

Los cambios y estrategias desde la banca comenzaron. Una final inédita la recompensa, no se debía guardar la mínima energía en el campo o cambio en el banquillo. Todos dieron lo propio. Bélgica no cayó en la desesperación y Francia en el juego sucio. Fue entonces el momento de brillar para el arquero galo, Lloris.

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Dos remates de gol cantados el guardameta los escupió para ahogar el grito de gol en las gargantas, y sacar a flote el de la agonía de ver que no caí el tanto que obligaría la prórroga. Varane y el anotador del gol del juego, Umtiti, fueron dos centrales implacables que sacaron todo lo que tuvieron a su alcance. Hasta el silbatazo final.

Con la dignidad intacta, Bélgica se retira de Rusia, dejando un grato sabor de boca, pero a su vez amargo por no alcanzar el séptimo partido del Mundial, una generación de oro que disputará el sábado un tercer lugar, mientras que otra generación dorada enfrente, la francesa, está lista para buscar su espacio en la historia del futbol.

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