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Los chicos malos del futbol
Hace ya unos ayeres llegó a nuestras vidas (digo nuestras porque me incluyo completamente), una película de nombre Hooligans, protagonizada por el eterno Frodo Baggins, Elijah Wood. Pasó bajo el radar, no tuvo una exitosa corrida comercial, pero es un hecho que marcó a toda una generación, que no la olvida y la ha convertido en una cinta de culto. Incluso tiene un par de secuelas que se fueron directas a video, pero que no desentonan en el tema de violencia.
Su éxito de culto se debe a que los amantes del fútbol voltearon a ver ese festín de violencia, todo por un equipo de fútbol. En este caso el West Ham United de Londres, Inglaterra, un club que se volvió popular a raíz de que se cuenta la rivalidad de sus aficionados con los del Millwall. Más de uno que ha visto esta cinta, de pronto se entusiasma y canta por todos los cielos “Pretty bubbles in the air”.
Y esta película pudo trascender debido a que mostró la cara del hooliganismo, una a la que no estamos tan familiarizados en América, de este lado las barras son las que rigen este mundo en el que los colores del club se defienden, literalmente, con la vida, aquí los golpes se dan por cuestiones sociales, raciales, familiares, pero con un trasfondo deportivo: el amor a una ciudad y a un equipo de fútbol.
Una novela de Philipp Winkler
Es así como llego para hablarles de un libro que me ha dejado pasmado y maravillado. Debo aceptar que esta película siempre la he considerado dentro de mis favoritas, y había buscado un libro que se asemejara, y sin esperarlo mucho, un día apareció ante mi: Hooligan, una novela de Philipp Winkler, quien con su primer novela, se ha convertido en la gran promesa de la literatura alemana, recolectando premios por lo que logra plasmar en unas emocionantes y brutales 297 páginas.
Más allá de que este libro tiene un trasfondo deportivo, su gran proeza es que logra reflejar el sentir de cada uno de los personajes que van desfilando, sus conflictos, una sociedad alemana que parece retroceder en el tiempo de vez en cuando, y en la que pareciera que al mundo le quieren dar una imagen de perfección, pero por dentro hay opresión y separación.
Hooligan
Hooligan es una novela que se centra en las desventuras de un grupo de aficionados al Hannover 96, un club alemán modesto y de bajo perfil de la Bundesliga alemana, pero que siempre se ha destacado por tener una vistosa y pujante afición. Lo importante de este grupo es que son camaradas, viven de ir a ver a su equipo en la tribuna, de viajar, y conocer cada resultado de los 96, pero también luchan en contra de sus demonios internos.
Sí, está esa interesante parte de lo que se conoce como un match, que es citarse con el sector hooligan de los rivales en un área libre, ponen sus reglas y se dan de golpes. Pareciera que es por puro gusto por la violencia, pero ellos lo ven como una responsabilidad social con su ciudad, sus raíces, su honor y su equipo de fútbol. Aquí no hay rencores. Las escenas son descritas con un detalle fino por parte de Winkler. Se siente la rabia de Heinko, el personaje principal, quien encuentra en estos duelos a puñetazo limpio, un escaparate para una ida asfixiante, de crisis, y en donde sólo va en la búsqueda de una identidad.
La trama
La trama social que hay de fondo es intensa, dramática, por momentos dolorosa. El pasar de las páginas habla de una Alemania que mantiene en muchos aspectos el arraigo del nazismo, de como hay algunos sectores que lo aplauden y así llevan su vida. Apuestas ilegales con peleas de perros contra osos y tigres.
Hay caras diferentes en cada miembro de este grupo de holligans, está el que siente que su vida es para dársela al Hannover, y busca la forma de enfrentarse a todos los rivales que puedan atravesarse, aunque las consecuencias siempre se pagan. El que la familia lo impulsa a alejarse de estos actos, el que sueña con ser un gran entrenador de fútbol, pues la vida lo ha golpeado, pero nunca deja de amar el deporte y está nuestro protagonista que va mostrando las diferentes caras.
En su familia hay un padre alcohólico que le inculcó el gusto por ir al fútbol y ser del 96. Una hermana que quiere salir adelante e ir a la Universidad, pero se enfrenta a un padre que siente que es una señal de abandono. Una madre ausente que los abandonó desde niños. Una madrastra llegada de Tailandia. Comparte casa con un ruso que le gusta organizar peleas de perros. Trabaja en un gimnasio con un tío que le gusta arreglar las peleas con clubes rivales. Va a la taberna y bebe planeando al siguiente de la lista, pero a pesar de que parece que todo está mal, él va tranquilo, en busca de esa identidad que se le ha negado a lo largo de su vida. No quiere fracasar, pero tampoco parece hacer mucho para evitarlo, pues en momentos pareciera que su fortaleza son los golpes.
No sólo para aficionados
Este es un libro que estremecerá no sólo a los que gustan del fútbol, y que como yo gustaron de esa cinta, es un ejemplo de un buen drama literario, cargado de momentos de acción, y que ahí está como una novela de bajo perfil, pero que vale la pena darle una buena oportunidad, hay futuro en la pluma de Winkler, le seguiré los pasos.
Óscar Beltrán ha trabajado en medios impresos y radiofónicos como reportero en las fuentes de cultura, policíaca y deportiva. Ahora se desempeña como editor en jefe de la aplicación para smartphone “Plans”.