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El Palacio de las Vacas está en Guadalajara
No lo vas a creer, pero este hermoso palacio tapatío fue habitado por… ¡Vacas!
Sí, en el corazón de Guadalajara, existe una hermosa finca conocida como el Palacio de las Vacas.
Esta antigua casona fue mandada a construir por un primo hermano del ex presidente Porfirio Díaz: Segundo Díaz, por aquellos años de 1910.
Segundo, al igual que don Porfirio, tenía propensión por la arquitectura francesa; así que encargó la construcción al arquitecto mexicano, Xavier Guerrero, para que éste le diera el toque de estilo morisco y europeo con el que estaba fascinado.
¿Pero por qué se conoce como el Palacio de las Vacas?
Miguel Díaz, hermano de Porfirio, fue el segundo propietario de esta finca y quien se encargó de que una manada de vacas llegaran a habitar el inmueble para que posteriormente fuera una lechería.
De hecho, según crónicas de la época los vecinos estaban fascinados con el vaivén de los bovinos.
Pero ¿por qué es tan reconocido este Palacio? Principalmente, porque fue construido en un área que ahora es patrimonio cultural del estado de Jalisco, pues su calle San Felipe fue una de las primeras que tuvo la Perla Tapatía.
También, porque a pesar de sus años, sus muros construidos de ladrillo de lama y de adobe aún resguardan, en sus 300 metros cuadrados, bellezas arquitectónicas y pasajes históricos plasmados en frescos por Xavier Guerrero.
Esta finca, atesora historia: muchas veces, recibió a Porfirio Díaz cuando éste buscaba la modernización de Guadalajara.
Además, sus paredes fueron embellecidas dejando a Jalisco, un legado de imágenes de escenas bíblicas, políticas y de personajes mitológicos; que a pesar de la contaminación, el polvo, y la vibración por el paso de los camiones, aún se conservan.
No olvidemos hablar de la decoración, como la reja de hierro que se encuentra en la entrada, forjada pieza por pieza, o sus vitrales, candelabros y muebles, que te remontan a los primeros años del siglo 19.
Tampoco le faltan leyendas: una famosa historia local cuenta que una joven doncella se quitó la vida en el patio trasero del recinto, y que ahora, triste y desconsolada, vaga de noche por los pasillos del Palacio.
También, hay quien jura que los muñecos que decoran “la habitación de los bebés”, cobran vida.
El Palacio de las Vacas es sin duda una parada obligada para los visitantes de la Ciudad.
Etiquetas: Periodismo La Perla México