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Internacional

Muere a los 91 años el pintor Fernando Botero

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El renombrado pintor y escultor colombiano Fernando Botero, cuyas representaciones de personas y objetos en formas regordetas y exageradas se convirtieron en emblemas del arte colombiano en todo el mundo, falleció. Tenía 91 años.

Lina Botero dijo a la emisora colombiana Caracol que su padre murió el viernes por la mañana en Mónaco por complicaciones de neumonía.

Botero representó políticos, animales, santos y escenas de su infancia en una forma inflada y colorida que fue reconocible al instante. Durante su vida el artista alcanzó fama e influencia mundial, a pesar de su origen humilde, y sus pinturas fueron exhibidas en museos de todo el mundo, mientras que sus imponentes esculturas de bronce se pueden encontrar en los parques y avenidas de muchas capitales europeas y latinoamericanas.

“Su éxito fue realmente inmenso”, escribió el hijo de Botero, Juan Carlos, en una biografía de su padre, publicada en 2010. “Fernando Botero ha creado un estilo único, original y fácil de reconocer”.

Las pinturas de Botero se vendieron por millones de dólares en subastas internacionales, y el artista era muy estimado en su Colombia natal, no sólo por su éxito en el extranjero, sino también por las generosas donaciones que hizo a su país de origen, incluidas 23 estatuas, que ahora están en un parque en el centro de Medellín, y se han convertido en una de las atracciones más visitadas de la ciudad.

Botero también donó 180 pinturas al Banco Central de Colombia que se utilizaron para crear el Museo Botero en Bogotá. Su escultura de una paloma blanca y regordeta, orgullosa sobre un pedestal, se convirtió en un emblema de los esfuerzos de Colombia para hacer la paz con los grupos rebeldes y actualmente se encuentra en una galería prominente dentro del palacio presidencial de la nación.

Muchos colombianos apreciaron el arte de Botero porque evoca nostalgia por el país tal como era a principios del siglo XX. Sus personajes usan bombines y lucen bigotes cuidadosamente recortados. Se mueven en un universo colorido de colinas verdes y árboles frondosos, donde las casas están construidas con tejas de barro.

“Ha muerto el pintor de nuestras tradiciones y nuestros defectos, el pintor de nuestras virtudes”, escribió el viernes el presidente Gustavo Petro en X, la plataforma antes conocida como Twitter. “Pintó violencia y paz. Pintó la paloma que fue rechazada mil veces y la puso mil veces en un trono”.

Botero nació el 19 de abril de 1932 en Medellín, Colombia. De niño fue inscrito por un tío en una escuela taurina que pronto abandonó, pero era un mundo plasmado más tarde en sus cuadros. Botero decidió a los 14 años dedicar su vida a las artes, luego de lograr vender algunos bocetos de corridas de toros a aficionados fuera del coso taurino de la ciudad. Su madre apoyó la decisión, pero le dijo que tendría que pagar sus estudios.

Siendo adolescente, Botero participó en una exposición colectiva en Bogotá, y allí realizó su primera exposición individual en 1951. Al año siguiente, viajó a Madrid para estudiar en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando.

Desde Europa viajó a México para estudiar la obra de Diego Rivera y José Clemente Orozco.

Durante sus viajes, Botero se casó con Gloria Zea, con quien tuvo tres hijos, Fernando, Lina y Juan Carlos. De regreso a Bogotá en 1958, fue nombrado profesor de la Escuela de Artes de la Universidad Nacional. Posteriormente se divorció y fijó su residencia en Nueva York en 1960, donde llegó con apenas unos cientos de dólares en el bolsillo.

En la década de 1960, Botero comenzó a experimentar con el volumen de objetos y personas en sus pinturas. Sus originales y regordetas creaciones atrajeron la atención de los críticos de arte y, para entonces, el pintor había creado cientos de dibujos además de unas 1.000 pinturas.

Botero se volvió a casar en 1964 con Cecilia Zambrano, de quien luego también se divorció. En 1970 tuvieron un hijo, Pedro, que falleció cuatro años después en un accidente de coche en España. Botero capturó el dolor de la muerte de su hijo en el cuadro “Pedrito”, que muestra a su hijo montando un caballo de juguete y vistiendo un uniforme azul de policía. También donó 16 obras al Museo de Antioquía, en Medellín, para homenajear al niño y a su vez el museo nombró una sala en memoria de “Pedrito Botero”.

En la década de 1970, Botero dejó de lado la pintura y comenzó a experimentar con esculturas en bronce, mármol y hierro fundido, lo que le reportó un gran éxito. En 1978 Botero volvió a la pintura, alternando luego ambas disciplinas.

En sus cuadros, los artistas representaron escenas de la vida cotidiana, como un picnic familiar o una fiesta en un salón de baile de principios del siglo XX. Pero también abordó temas políticos, como la muerte del narcotraficante Pablo Escobar, o el surgimiento de grupos rebeldes.

En 1995, su escultura de bronce “El Pájaro”, que pesaba más de 1,8 toneladas y se exhibía en un parque de Medellín, fue dinamitada por atacantes desconocidos, causando la muerte de 22 personas e hiriendo a más de 200.

En 2005, Botero creó una serie de 79 pinturas que representaban a soldados estadounidenses torturando a iraquíes en la infame prisión de Abu Ghraib en Bagdad, apenas un año después de que el incidente saliera a la luz. El artista luchó para que las pinturas se exhibieran en los museos de Estados Unidos, pero finalmente se exhibieron en la Universidad de California Berkeley, que todavía alberga algunas de las pinturas.

“Me conmovió la hipocresía de la situación”, dijo Botero sobre su serie Abu Ghraib en una entrevista de 2007 con la Revista Semana. “Un país que se presenta ante el mundo como modelo de compasión y defensor de los derechos humanos, acabó torturando a personas en la misma prisión donde Sadam Hussein torturó a personas”.

Botero dijo que pintaría todos los días desde la mañana hasta la noche, y en absoluto silencio, para no permitir que nada lo distrajera.

“Fernando Botero es una de las personas más disciplinadas que puedas conocer. Sus amigos y familiares afirman que trabaja todos los días de cada año. Para Botero no hay fechas de descanso, ni feriados, ni fines de semana”, escribió en su libro su hijo, Juan Carlos Botero. En Navidad “está pintando. En su cumpleaños, está pintando. En Año Nuevo está pintando”.

Su hija, Lina, dijo el viernes a la radio colombiana Blu que Botero había estado trabajando regularmente en su estudio en Mónaco, hasta el fin de semana pasado. “No podía trabajar con pinturas al óleo”, explicó, porque estaba demasiado débil para levantarse y sostener pinceles más grandes. «Pero estaba experimentando con pinturas al agua».

 

Con información e imágenes de AP

 

 

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Robert Prevost es elegido Papa; toma el nombre de León XIV

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Hay nuevo Papa

El cardenal estadounidense Robert Francis Prevost fue elegido como el Papa número 267 en la historia de la Iglesia, tras la muerte de Francisco ocurrida el pasado 21 de abril. 

Al ser presentado oficialmente, se anunció que tomará el nombre de León XIV.

La fumata blanca —señal de que se ha alcanzado el consenso en el cónclave— emergió de la chimenea de la Capilla Sixtina a las 18:07 horas en Roma (10:07 del centro de México), tras solo cuatro rondas de votación. 

Miles de fieles congregados en la Plaza de San Pedro estallaron en aplausos al confirmarse que había nuevo Papa.

Prevost, de 69 años, es originario de Chicago y se convierte en el primer pontífice estadounidense de la historia. 

Antes de su elección, se desempeñaba como prefecto del Dicasterio para los Obispos y presidente de la Pontificia Comisión para América Latina. 

También fue obispo en Chiclayo, Perú, y prior general de la Orden de San Agustín.

Este cónclave es uno de los más breves en la historia reciente, similar al que eligió a Benedicto XVI en 2005. Participaron 133 cardenales electores, y el nuevo pontífice necesitó al menos 89 votos para ser elegido.

La tradicional frase en latín “Habemus papam” fue pronunciada desde el balcón de la Basílica de San Pedro, donde minutos después el nuevo Papa León XIV hizo su primera aparición pública e impartió la bendición Urbi et Orbi (“a la Ciudad y al Mundo”).

El nuevo Papa enfatizó un mensaje de paz, diálogo y evangelización misionera. Vestía la tradicional capa roja del papado, una capa que Francisco había evitado al ser elegido en 2013. Se dirigió a la multitud en italiano y español, pero no en inglés.

Con información y foto de AP.

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Internacional

Humo blanco en el Vaticano: la Iglesia Católica ya tiene nuevo Papa

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La Iglesia Católica tiene nuevo líder. Hay humo blanco

La Iglesia Católica tiene nuevo líder. La chimenea de la Capilla Sixtina emitió humo blanco, la tradicional señal que indica que los cardenales reunidos en cónclave han elegido a un nuevo Papa, el número 267 en la historia.

La fumata se emitió alrededor de las 18:07 horas en Roma (10:07 del centro de México). La elección ocurrió a 17 días de la muerte del papa Francisco, el primer pontífice latinoamericano, quien falleció el pasado 21 de abril. 

133 cardenales con derecho a voto —todos menores de 80 años— se reunieron a puerta cerrada en el Vaticano para deliberar y votar en secreto por el próximo Obispo de Roma.

De acuerdo con las normas del cónclave, se requerían al menos 89 votos para alcanzar la mayoría de dos tercios necesaria para proclamar al nuevo pontífice. La rapidez con la que se llegó al consenso —en solo cuatro rondas de votación— convierte a este cónclave en uno de los más breves de la historia reciente, comparable al de 2005, cuando fue elegido Benedicto XVI. 

Fue incluso más ágil que el de 2013, que eligió a Francisco tras cinco rondas. 

Ahora se espera un lapso de entre 45 minutos y una hora hasta que el nuevo Papa aparezca por primera vez ante el público en el balcón de la Basílica de San Pedro.

Tras el avistamiento del humo blanco, miles de personas congregadas en la Plaza de San Pedro estallaron en gritos y aplausos para celebrar la elección del nuevo Obispo de Roma, líder espiritual de más de mil 400 millones de católicos en todo el mundo.

Como marca la tradición, el nombre del nuevo Papa se anunciará más tarde, cuando un cardenal de alto rango pronuncie desde la logia central de la Basílica de San Pedro la emblemática frase en latín “Habemus papam!” (“¡Tenemos Papa!”). Luego revelará el nombre de nacimiento del elegido en latín y dará a conocer el nombre que ha escogido para su pontificado.

Se espera que el nuevo Papa haga entonces su primera aparición pública y ofrezca su bendición desde el mismo balcón.

Con información y foto de AP

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