Jalisco
El nuevo traje del emperador o los nuevos magistrados de Jalisco
Han pasado dos meses desde la emisión de las Convocatorias que abrieron el proceso de designación de nueve Magistraturas para el Supremo Tribunal de Justicia de Jalisco y la integración de una Consejería de la Judicatura, con ellas llegaron múltiples reacciones que reflejaban la preocupación común de aspirar a un verdadero y efectivo acceso a la justicia.
Falta de perspectiva de género y preocupación por que se repitiera la escena de la elección de Consejerías de la Judicatura del pasado junio fueron algunas de las inquietudes constantes sobre la designación de Magistraturas, no obstante, la posibilidad y lucha por que llegaran perfiles idóneos seguían vigentes.
La idoneidad es aquella palabra que se utiliza para hacer referencia a un cúmulo de características que debe reunir una persona para considerar que podrá cumplir a cabalidad con un determinado cargo, en el contexto de Magistraturas y Consejería de la Judicatura este requisito encuentra sustento en la Constitución Política del Estado Jalisco, así como en informes y recomendaciones internacionales que abundan en el tema, particularmente aquellas emitidas por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.
Experiencia profesional, trayectoria pública impecable, ausencia de conflictos de intereses, independencia, perspectiva de género y de derechos humanos son algunos de los elementos que las y los operadores de justicia deben reunir para considerar que su perfil es idóneo.
Se tuvieron los elementos necesarios para que las y los diputados pudieran elegir según la función que se les confirió: representar a la ciudadanía y no a las cúpulas de poder, pero una vez más pudimos constatar que esa no es su percepción, pareciera que entienden su encargo como una oportunidad para posicionar intereses personales, dejando de lado su función de contrapeso y la posibilidad de fortalecer el Estado de Derecho en lugar de debilitarlo.
Pero… ¿Qué pasó con las Magistraturas?
Resultó que regresamos a la infancia donde todos y todas vimos de primera mano como el Congreso salía con su innovadora forma de designación de Magistraturas, así como el emperador salió a hacer su desfile desnudo ante su pueblo en el cuento del “Nuevo traje del emperador” de Hans Christian Andersen.
Se le dijo a la ciudadanía que se estaría ante un innovador proceso de selección de Magistraturas que sólo las personas que no fueran aptas para su cargo o incapaces no podrían ver la trascendencia del diseño, la ineficacia del CENEVAL, la selección de expertas, el reconocimiento del informe de CPS y se habló hasta de paridad, cómo el gran logro en la publicación de una convocatoria exclusiva para cinco mujeres.
La realidad es completamente distinta, a pesar de contar todos los elementos, técnicos y de conocimiento para hacer en verdad un gran esfuerzo integral para ir sanando las evidentes debilidades del Poder Judicial nos topamos, con que el examen de conocimientos fue elaborado por ¨personalidades jurídicas reconocidas” pero al parecer ligeras en el cuidado de sus objetos personales o de estudio, ya que sin querer o por descuido compartían los reactivos del examen que ellas y ellos elaboraron para que se integrarán al producto final que emitiría el CENEVAL al hacer su evaluación. Pequeño detalle, cierto y más aún, porque solo se cometió este “error” de envió de información confidencial con algunos cuantos elegidos y elegidas.
¿Paridad?
De igual manera el Congreso Legislativo que es sumamente incluyente y que no está en medio de un proceso interno partidista de designación de candidaturas, buscó la paridad para que más mujeres llegarán a los puestos del poder judicial, solo que nuevamente hubo un error, no se hizo bien las cuentas si actualmente hay seis Magistradas y diecinueve hombres, para lograr la paridad se necesitaría al menos que ingresarán nueve Magistraturas para sumar en total 15 mujeres y que al menos estaríamos casi llegando al ideal de 15 magistradas y 19 magistrados o al menos al cumplimiento del principio constitucional establecido en 2019 y que es obligatorio también en nuestra Constitución local.
Pero no, les fallaron las cuentas o los cuates no los dejaron, o el patriarcado se impuso, o el sistema es exigente, o un sinfín de posibilidades pero no, no llegamos a la paridad con su designación, actualmente formamos -las mujeres- tan solo una tercera parte en el máximo órgano local de impartición de justicia, y a pesar de que todo mundo hable de paridad y que se pretenda festejar el logro de las cinco posiciones se les olvidó que emitieron una convocatoria discriminatoria exclusiva para hombres
Del Artículo 10
La discriminación está prohibida en el último párrafo del Artículo 1o constitucional, y se refiere a aquella que tiene por objeto menoscabar los derechos de determinados grupos en razón, por ejemplo, de su sexo; pero si se interpreta en sentido contrario, debe de entenderse como una “acción afirmativa” qué busca no menoscabar derechos, sino afirmar fortalecer o afianzar, los derechos de quienes históricamente se han visto excluidas en el ejercicio pleno de sus derechos en este caso las mujeres en el Poder Judicial del estado de Jalisco, emitir una convocatoria exclusiva para hombres es decir abiertamente y sentar un precedente que la mayoría dominante que son los hombres. Ahora se ven discriminados y necesitan una convocatoria exclusiva para ellos para poder mantener sus dos terceras partes en el Supremo Tribunal de Justicia, parece broma pero no lo fue, así es como se entendió la paridad en el Legislativo al momento de emitir su convocatoria.
Finalmente el elegante traje del emperador, perdón del Congreso del Estado en la designación de Magistraturas, se le entregó un medio de verificación con el cual se tenía la oportunidad de tener los elementos para considerar que un perfil era idóneo, es decir los informes técnicos curriculares realizados por el Comité de Participación Social del Sistema Estatal Anticorrupción de Jalisco (CPS), que a partir de extenso escrutinio basado en los ya mencionados criterios de idoneidad el Comité dio revisión de 143 expedientes que buscaban un espacio en las Magistraturas o Consejo de la Judicatura (dependiendo del caso), no obstante y a pesar de la relevancia de estos instrumentos por su rigor académico y técnico, así como la apertura ciudadanía para el involucramiento en un tema tan relevante como es la designación de quien impartirá, o no, justicia, de nuevo se dejó de lado este trabajo y sólo en contados casos se tomó en consideración.
Obtuvimos como resultado cuatro personas que lograron empatar la idoneidad con el conocimiento, dos personas que en verdad lograron tener un amplio conocimiento, aunque no sean totalmente independientes de las posiciones políticas que les brindaron su voto en la elección, y cuatro personas que verdaderamente son impresentables.
En el recuento de los daños, se eligió de último minuto y fuera de las propias normas del Congreso a una magistrada ayer por la noche. Y tendremos las y los jaliscienses que vivir por 12 largos años, sí es que el COVID nos lo permite, con esta nueva integración del Supremo Tribunal de Justicia del Estado de Jalisco que en medio de una pandemia, logró sobrevivir a una designación por cuotas y cuates.
Sobre las autoras
Daniela Bonilla es alumna del ITESO, Presidenta de la Sociedad de Estudiantes de la Licenciatura en Derecho, actualmente es la coordinadora de Magistrada Ya y es activista feminista.
Ana Fátima López es abogada feminista, y Maestra en Derechos Humanos y Paz, fundadora de Magistrada Ya y de la red de Abogadas Violeta, actualmente es la coordinadora Nacional de la red. Activista de la paridad y defensora de la violencia política contra las mujeres.
Cartón de Qucho Monero