Opinión

Cinco claves sobre el huachicoleo en México

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Desde principios de este año el gobierno de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) comenzó con la estrategia de combate al robo de combustible en Petróleos Mexicanos (PEMEX), al que comúnmente se le llama “huachicoleo”, la estrategia implementada por el Gobierno Federal supuso el cierre de varios ductos de abastecimiento de gasolinas y el traslado de combustibles a través de pipas, junto con la reparación de esta infraestructura, que, a decir del Presidente de México, han tenido varios sabotajes.

A cuenta gotas se ha informado sobre la situación que guarda este proceso (personas detenidas, daños al erario público, situación de PEMEX), pero hasta el día de hoy, no hay un plazo claro para el restablecimiento del abasto de gasolina en diez estados del país, no se sabe el tamaño de la red de corrupción en PEMEX y tampoco se ha delineado una estrategia clara que nos lleve a una auténtica soberanía energética.

Alta aprobación 

También en estos días se han publicado varias encuestas sobre el apoyo popular que tiene la estrategia adoptada por López Obrador frente a este problema, por ejemplo en El Financiero se expresa que el 89% de la población está de acuerdo con el combate al huachicol y el 64% dice que la estrategia es la adecuada (no hay diferencias entre estados con abasto y desabasto), en el caso de la encuesta de Grupo Reforma, el 73% prefiere que se combata este delito a pesar de no tener gasolina por un tiempo; y el 62% comenta estar de acuerdo con el cierre de los ductos.

Es decir, frente a lo que aparece entre muchos opinadores que critican fuertemente la medida; la mayor parte de la población asume que este es un problema muy grave en el país y amerita una buena dosis de sacrificio social. Es decir, una vez más se ratifica que el llamado “círculo rojo” del país está aún distanciado del sentir y las demandas del “círculo verde”, es decir, las élites siguen sin comprender los motivos, las necesidades y las ideas de las grandes mayorías.

Foto: AFP/Ulises Ruiz.

Ahora bien, frente a muchas opiniones vertidas en medios de comunicación y redes sociales; me permito hacer unas reflexiones, que van más allá de la coyuntura del desabasto de gasolina en diez entidades; pero que nos reflejan otras crisis mayores y de corte más estructural, que nos permiten comprender de mejor manera el momento presente.

1.

El descomunal robo de combustible del que cada día tenemos más información; no es posible que se realice sin la asociación de la delincuencia organizada y el desarrollo de la corrupción gubernamental. Estos dos fenómenos crecen juntos, se retroalimentan; y es imprescindible comprender que el aumento de uno supone el incremento del otro. Es decir, no son fenómenos aislados; por esta razón el combate a estos dos asuntos de forma encadenada es fundamental para tener avances sustanciales. Esto aplica tanto al tema del “huachicoleo” como a otros problemas de inseguridad y violencia. 

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2.

Es inobjetable la falta de capacidades de PEMEX y las dificultades que tiene de responder de manera adecuada a esta crisis de desabasto, sin embargo, es muy importante señalar que esto se debe a treinta años de debilitamiento institucional (durante el periodo neoliberal) y de ser la caja chica de los gobiernos. Hace seis años con la implementación de la fallida reforma energética se debatió este serio problema, pero no se hizo nada, y por esta razón hoy sufrimos las consecuencias de no tener soberanía energética y de no contar con una empresa pública con las capacidades suficientes para responder a escenarios como el que tenemos ahora.

3.

No podemos negar que tenemos ciudades adictas a los combustibles fósiles. Hoy estamos pagando muy cara la apuesta por construir metrópolis que privilegiaron la movilidad en auto particular; generamos ciudades dependientes del transporte motorizado individual; y no hemos sido capaces de construir otro tipo de alternativas, a pesar de algunos esfuerzos muy loables; hoy por hoy las ciudades sin auto privado se paralizan. Es crucial que entendamos que la generación de modelos multimodales de movilidad son urgentes.

Foto: APF/Pedro Pardo.

4.

Frente a algunas respuestas sociales frente a la crisis del desabasto, es necesario reconstruir el tejido social y volver a tener una sociedad cimentada en la solidaridad social y no privilegear a toda costa el bienestar individual, cada vez queda más claro que para salir de los profundos problemas que tenemos se necesita la colaboración de todas y todos.

5.

La parte más débil de la estrategia implementada por el gobierno federal frente al “huachicoleo” es la información a la población. Otra vez queda muy claro que comunicar para ganar votos no es lo mismo que comunicar para gobernar. Espero que unos de los aprendizajes más importantes para el nuevo gobierno federal en esta coyuntura, es que tiene que aprender a hacer una comunicación política diferente.

Esperemos que luego de este proceso los avances sean mucho más altos que los daños colaterales que está provocando.

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*Jorge Rocha es académico del ITESO y analista político. Escribe a: jerqmex@hotmail.com

 

 

Etiquetas: Bolígrafo     Desabasto de gasolina

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