Opinión
De candidaturas independientes
En días recientes analizaba la Convocatoria que el Consejo General del Instituto Nacional electoral emitía para aquellos que están interesados en postularse a una candidatura independiente para las próximas elecciones que se celebrarán en 2024, así como las fechas a las que deben prestar especial atención para el adecuado seguimiento que deben hacer dentro del proceso como aspirantes.
Conforme leía el documento, salían a relucir cuestiones que me hacen pensar las condiciones (y trabas) para que se dé una candidatura y posible triunfo independiente en el país. Cuestiones como las fechas límite para que se pueda proceder en la candidatura, o el porcentaje de apoyo que requieren dentro de los plazos establecidos resultan cuando menos interesantes si tomamos en cuenta las limitaciones en el apoyo al desarrollo de las campañas electorales.
La realidad, querido lector, es que hablar de candidaturas realmente independientes en el país es entrar en debate sobre esta independencia en el sentido puro del concepto. Para entender esto de mejor forma, podríamos partir de algunas preguntas: ¿La Independencia en un sistema electoral de partidos es posible y viable?, ¿Quiénes respaldan y financian las candidaturas independientes si no es el presupuesto anual que se otorga en el caso de los partidos políticos?, ¿Son los candidatos, sujetos independientes en sus creencias, ideologías y tomas de decisiones?
Con las preguntas anteriores no busco entrar en polémica pero sí cuestionar la realidad electoral y social en la que convivimos y donde debemos formar parte de la toma de decisiones. Nombres como Manuel J. Clouthier, Pedro Kumamoto, Jaime Rodríguez Calderón o Eduardo Verástegui permiten ampliar la perspectiva para dar respuesta a cuestionamientos de la dinámica independiente en los últimos años. La dinámica es cambiante y es entendible, por lo tanto, que nosotros busquemos adaptarnos a la misma, por lo que tampoco podríamos tachar a un individuo de tomar un bando opuesto a los ideales que confirió en algún momento de su trayectoria.
Prestemos especial atención a lo que pueda suceder este año electoral. Analicemos trayectorias, entendamos el trasfondo de quienes buscan representarnos, destaquemos y aplaudamos que las condiciones electorales en el país permiten el cambio de paradigmas, pero tampoco caigamos fácilmente en los sofismas del fenómeno independiente, pues siempre dependerá del candidato específico que busca llegar a un espacio de representación social. Nos leemos la siguiente semana, y recuerda luchar, luchar siempre, pero siempre luchar desde espacios más informados que construyen realidades menos desiguales y pacíficas.