Opinión
El fenómeno Milei y las soluciones mesiánicas
Hace una semana se llevaron a cabo elecciones primarias en Argentina donde Javier Milei, un radical defensor del libre mercado, obtuvo el porcentaje más alto de los votos rondando el 30 por ciento, lo que le permitirá competir por la presidencia el 22 de octubre. Sus principales rivales a vencer son Patricia Bullrich (Juntos por el Cambio, centro-derecha) y el ministro de Economía, Sergio Massa (Unión por la Patria, peronismo) que obtuvieron 28 por ciento y 27 por ciento de los votos respectivamente en las primarias.
Con un proyecto que nos hace recordar al de Donald Trump hace algunos años en su búsqueda por la presidencia de Estados Unidos o al de Jair Bolsonaro, ex presidente de Brasil (quien se encuentra inhabilitado por 8 años para participar en cualquier proceso electoral, al encontrarse culpable por abuso de poder político); Milei se presenta como un “outsider” y no se limita en su crítica a los políticos clásicos. Para el politólogo Carlos Meléndez, un outsider es aquel personaje que incursiona en la política, partiendo de un prestigio acumulado fuera de ella. Estos personajes provienen normalmente de la farándula o deportes, de las artes y cultura o de alguna acción armada.
Javier Milei es un economista de 52 años cuyo discurso versa sobre una idea central: «Terminar con la casta política parasitaria, chorra (ladrona) e inútil…». ¿Le suenan familiares estas ideas? Es el mismo discurso de alternancia y esperanza que los políticos han usado en México y en otros tantos países para captar la atención de aquellos que están decepcionados de los partidos políticos que han gobernado en los últimos años, en el caso de Argentina, los peronistas y la centro-derecha de Juntos por el Cambio.
Argentina es uno de los países más golpeados por la inflación, que ronda el 116 por ciento anual, la más alta que cualquier otro país en el mundo, excepto por Venezuela, Zimbabue y el Líbano. Sumado a esto, la sociedad en el país, que ha sufrido malas gestiones de gobiernos de izquierda y de derecha, enfrenta actualmente un alza en los impuestos que orilla a las empresas a operar en el mercado negro. Por otro lado, los controles de capitales han hecho prácticamente imposible que los argentinos compren dólares de manera legal, lo que ha llevado a un mercado negro de dólares, cuyo precio se utiliza como un indicador del estado de la economía. Todo derivando en poca confianza hacia los partidos políticos actuales, que, por si fuera poco, no presentan una cara clara sobre sus candidatos, como sí lo hizo Milei desde el inicio de su proyecto.
Todo esto ha hecho que Milei se convierta en un candidato cada vez más atractivo, quien presenta sus propuestas a manera de “plan motosierra” y con tintes claramente mesiánicos, con soluciones aparentemente sencillas y con efectos inmediatos a problemas complejos: dolarizar la economía, aunque sus planes no estén claros; recortar drásticamente el gasto gubernamental; eliminar los controles de moneda; “hacer volar” el banco central; legalizar el mercado de órganos humanos, entre otras.
Lo que propone Milei en el ámbito político es novedoso, ya que va en contra de lo que se ha establecido en los últimos años y busca ganar adeptos en el público joven, a través de redes sociales, mostrando una imagen más relajada y fuera de formalidades, como los políticos tradicionales, además de sus controversiales propuestas antiestatistas; sin embargo, Mieli no es el primero, ni el último que llega con un discurso similar, el tema es que para lograr todo esto, se requiere modificar leyes y todo un andamiaje institucional, cosa que requiere algo más allá de ganar la presidencia. Actualmente, el partido de Milei, solamente tiene 3 escaños en la Cámara de Diputados; si lograse ganar las elecciones del próximo 22 de octubre con un resultado similar al obtenido en las primarias, lograría aproximadamente obtener entre 40 y 45 espacios de 257, algo insuficiente, ya que mínimo se requieren 126 votos para la formulación y modificación de leyes, y todas sus propuestas, sin excepción, requieren la aprobación de dos terceras partes de la Cámara para poder considerarlo, por lo que las alianzas y acuerdos son imprescindibles, y dada las características de Milei, es algo que se poco probable.
Sin embargo en política nada está escrito y todo puede pasar de un momento a otro; prestemos especial atención a lo que sucede con nuestros vecinos argentinos en los próximos meses, aprendamos de sus errores y aciertos en la toma de decisiones de sus representantes, ya que pronto será nuestro turno nuevamente.
Nos leemos la siguiente semana, y recuerda luchar, luchar siempre, pero siempre luchar desde espacios más informados, que construyen realidades menos desiguales y pacíficas.
Sobre el autor
Luis Sánchez Pérez es doctorante y maestro en Políticas y Seguridad Públicas en IEXE Universidad, abogado por la Universidad de Guadalajara. Profesor de asignatura en la Universidad de Guadalajara y en la Universidad Enrique Díaz de León. Investigador de medios de comunicación y participación ciudadana en el Laboratorio de Innovación Democrática. Colaborador semanal en Milenio, El Occidental y El Semanario.