Opinión
El sueño americano que hace mucho se convirtió en pesadilla
Hace unos días, los ojos del mundo entero se posaron sobre Texas, pero a diferencia de las ocasiones más recientes, esta vez no fue por un tiroteo, sino por el macabro hallazgo de un tráiler abandonado en una carretera al suroeste de San Antonio, Texas, en cuyo interior se encontraban más de 50 personas migrantes muertas.
Los servicios de emergencia rescataron a 16 personas, 12 adultos y 4 menores, sin embargo, debido a las condiciones del tráiler, no pudieron hacer más por los 27 mexicanos, 14 hondureños, 7 guatemaltecos y 2 salvadoreños que viajaban al interior de esa “trampa mortal”, como la calificaron las autoridades después de los primeros reportes de investigación, ya que el camión no contaba con un sistema de enfriamiento en buenas condiciones, por lo que las personas que iban al interior, tuvieron que aguantar temperaturas extremas por encima de los 39 grados, además de la falta de agua, aire y comida, provocando que el golpe de calor fuera mortal.
Una llamada a los servicios de emergencia alertó a las autoridades policiales de San Antonio, debido a que un trabajador escuchó gritos pidiendo auxilio y halló el vehículo con las puertas semiabiertas y personas fallecidas, por lo que procedió a pedir apoyo al 911: “El piso del tráiler estaba completamente cubierto de cuerpos, había al menos más de 10 cuerpos fuera del tráiler, porque cuando llegamos, estábamos tratando de encontrar personas que aún estuvieran vivas. Así que tuvimos que sacar los cuerpos del tráiler al suelo”, comentó William McManus, jefe de policía de la ciudad.
¿Por qué en ninguno de los retenes se detectó que un tráiler llevaba más de 50 personas en su interior?
Para evitar que los perros policía detectaran el olor de las personas, los traficantes los rociaron con sazonador para carne, con lo que se despistaba el olfato de los caninos rastreadores. El tráiler contaba con placas y un permiso clonado de la empresa Betancourt Trucking, que se deslindó del caso. Además, de que esta parte de la frontera entre México y Estados Unidos, es una zona de alto tránsito de mercancías; diariamente circulan masivamente miles de vehículos de carga, por lo que si el vehículo contaba con placas y el permiso de una empresa certificada, es muy probable que no hubiera sido revisado en los dos puntos de revisión migratoria en territorio texano: el primero en Encinal (a 56 km de la frontera) y el segundo en Cotulla (a 109 km de la frontera).
Testimonios de vecinos de la carretera texana donde apareció el tráiler, relataron a diversos medios, que el lugar es una ruta habitual de las mafias que trafican droga, personas y mercancías; sin embargo, señalan que antes el movimiento era más tranquilo, ya que se veían personas migrantes pero en menor cantidad; sin embargo el abandono de esos caminos, los han vuelto un foco para todo tipo de crímenes y atrocidades.
Lo ocurrido al sur de San Antonio no es nuevo, pero vuelve a poner en el ojo del huracán la agenda migratoria entre Centroamérica, México y Estados Unidos. Ese tema que ha venido trascendiendo diversas administraciones y del cual no se han podido generar condiciones para salvaguardar los derechos humanos de las personas migrantes, respetar la soberanía de los estados y generar condiciones para una migración ordenada, segura, pero sobre todo, que existan condiciones para evitar que las personas salgan de sus países a buscar suerte en condiciones infrahumanas, dispuestas a todo, aunque sea morir en búsqueda de ese sueño americano, que se ha convertido en pesadilla.
Después de que se diera a conocer la tragedia, además de las muestras de indignación y condolencias por parte de las autoridades de los diversos países involucrados, se anunciaron acciones que involucran a los gobiernos de los países de expulsión, tránsito y origen de personas migrantes, para evitar nuevamente que esto se repita.
¿Serán capaces estos gobiernos de lograr lo que sus antecesores no? Por el bien humano, económico y social de la población más vulnerable que sale de sus países en búsqueda de un mejor futuro, esperemos que así sea. Migrar es un derecho y nadie debe de morir por hacerlo. Nos leemos la siguiente semana con mejores noticias y recuerda luchar, luchar siempre, pero siempre luchar, desde espacios más informados, que construyen realidades menos desiguales y pacíficas.