Opinión
La crisis del Siapa: La comparecencia de Torres Lugo en el Congreso
La reciente comparecencia del titular del Siapa, Carlos Enrique Torres Lugo, en el Congreso de Jalisco, más que una mera formalidad burocrática, se convirtió en un evento revelador de las complejidades políticas y los retos sustanciales en la gestión del agua.
Este evento, fruto de una inusual alianza entre partidos tan diversos como el PAN, Morena, PRI, Futuro y Hagamos, destaca no solo por su heterogeneidad política sino también por su confrontación directa con Movimiento Ciudadano.
La convocatoria a esta comparecencia, impulsada principalmente por el PAN y apoyada por voces críticas como la diputada Mara Robles de Hagamos, marcó un momento crucial en la supervisión del Poder Ejecutivo. El desempeño del titular del Siapa, respaldado por el gobernador Enrique Alfaro, fue un punto de discordia en el Congreso, especialmente dada la cercanía con su Quinto Informe de Gobierno, donde presumió logros en diversos frentes, incluyendo la gestión del agua.
La sesión, que se extendió por más de tres horas, nos dejó una imagen indeleble: la Presidenta de la Junta de Coordinación Política, Mara Robles, desafiando al titular del Siapa a beber agua directamente del grifo. Su reticencia inicial y posterior admisión sobre la mala calidad del agua subrayaron una problemática largamente ignorada. Las interrogaciones sobre la calidad del agua en más de 80 colonias expusieron una defensa titubeante de Torres Lugo más que una postura resolutiva.
El titular del Siapa finalmente admitió las fallas sistémicas, citando la obsolescencia de la infraestructura y la necesidad de una inversión millonaria para su renovación. Las críticas de diputados como Enrique Velázquez de Hagamos hacia su gestión quinquenal fueron contundentes: ¿Por qué no se solicitaron recursos adicionales antes? ¿Por qué espero que el problema fuera tan grande?
La sesión culminó con una petición incisiva de la diputada Mara Robles: un diagnóstico exhaustivo y un plan de acción en un plazo de 15 días. Más allá de las respuestas evasivas, este encuentro subraya la imperiosa necesidad de controles políticos rigurosos y una rendición de cuentas efectiva, pilares indispensables para una gestión transparente y responsable del gobierno.
La expectativa ahora es que estas sesiones se conviertan en un mecanismo habitual y eficaz de supervisión, fomentando la participación de los representantes políticos y de la ciudadanía. Este episodio no solo refleja los desafíos de la gestión del agua en Jalisco, sino también ilustra la dinámica de una política útil, donde el escrutinio y la presión ciudadana pueden y deben moldear las decisiones gubernamentales.
Sobre el autor
Humberto Mendoza es un profesional comprometido en el campo del diseño y evaluación de políticas públicas en Jalisco. Es licenciado en Administración Gubernamental y Políticas Públicas Locales por la Universidad de Guadalajara con un Máster en Antropología en la Universitat Autònoma de Barcelona. Actualmente, lidera el Órgano Técnico de Administración y Planeación Legislativa en el Congreso de Jalisco.