Opinión
¿Las ciudades del mundo están avanzando en la dirección correcta?
Por David López García / Kuala Lumpur
Durante la semana pasada tuve la oportunidad de participar en el 9º Foro Urbano Mundial (mejor conocido como el WUF9, por sus siglas en inglés), en Kuala Lumpur, Malasia. Se trata de una reunión organizada cada dos años por las Naciones Unidas, en la que los urbanistas del mundo se reúnen durante una semana para discutir los temas más apremiantes del desarrollo urbano.
El tema central de esta edición del WUF fue cómo lograr una implementación efectiva de la Nueva Agenda Urbana (NUA). Para aquellos que no estén familiarizados con estos términos, la NUA es un tratado internacional que fue firmado el año pasado en Quito, Ecuador, durante la conferencia de Habitat III, también organizada por las Naciones Unidas. El objetivo de la NUA es proporcionar una agenda común de objetivos y estrategias para mejorar el bienestar urbano, que los gobiernos de los países firmantes se comprometen a implementar.
En este contexto, en el centro de investigación en el que colaboro en mi universidad –el Global Urban Futures Project (GUF) de la New School– preparamos y presentamos un estudio para evaluar la posibilidad de crear una plataforma de indicadores que permita monitorear la implementación de la NUA. Es decir, nos propusimos hacer un intento por recabar indicadores urbanos y diseñar una metodología para evaluar si las ciudades del mundo están avanzando en la dirección correcta para alcanzar los objetivos a los que se comprometieron.
La principal conclusión de nuestra investigación es que, dado el estado actual y la disponibilidad de indicadores urbanos en el mundo, diseñar una plataforma de indicadores para monitorear y evaluar la implementación de la NUA es prácticamente imposible. Nuestro estudio –que tuvo una duración de 15 meses, y en el que participamos 15 estudiantes de doctorado y maestría de la New School– nos permitió aportar evidencia empírica durante la conversación en el WUF9 para sostener la imposibilidad de monitorear la implementación de la NUA desde una perspectiva global.
El estudio que presentamos en el WUF9 comenzó por hacer una lista de los indicadores que sería necesario recabar para monitorear de forma comprehensiva la implementación de la NUA y de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (mejor conocidos como los ODS) relacionados con las ciudades. En total, nos propusimos recabar datos para 47 indicadores, en una muestra global de 178 ciudades, para el periodo entre el 2000 y el 2016.
Después de 12 meses de revisar bases de datos de todo el mundo nos dimos cuenta de la imposibilidad de recopilar una batería de indicadores del alcance del que nos propusimos inicialmente. Los obstáculos son numerosos y complicados de resolver. Quisiera apuntar por lo menos tres de las principales dificultades para construir una base de datos de indicadores urbanos comparable a nivel global.
Primero, las ciudades del mundo difieren mucho en cuanto a las organizaciones que están recabando los indicadores urbanos. Algunos países cuentan con institutos de estadística muy robustos –como en el caso de México– que recaban indicadores de sus ciudades, pero otros países carecen por completo de organizaciones similares. Las organizaciones multilaterales de desarrollo –como la OCDE, la Comisión Europea, USAID, o la división de estadística de la ONU– también recaban indicadores, pero se concentran en algunas regiones y en algunos temas específicos, mientras que ignoran otros por completo.
Segundo, los diferentes indicadores se están recabando en diferentes dimensiones espaciales, lo que los vuelve prácticamente imposibles de comparar. Algunas ciudades cuentan con datos que se limitan a sus fronteras administrativas, mientras que otras cuentan con datos para sus zonas metropolitanas. La dimensión espacial de los indicadores es muy importante. En nuestro estudio nos dimos cuenta que se obtienen resultados muy diferentes cuando se analizan los datos a nivel de fronteras administrativas que cuando se analizan al nivel de zonas metropolitanas.
Tercero, los datos se están recabando en formas que no están homologadas. Es decir, si bien las ciudades coinciden en medir algunos de los aspectos importantes del desarrollo urbano, los están midiendo de formas diferentes que no son comparables. Tomemos por ejemplo el caso de la disponibilidad de transporte público. Algunas ciudades están midiendo la cantidad de kilómetros disponibles de líneas de transporte público, mientras que otras están midiendo el tiempo promedio de un viaje para llegar al trabajo, y otras tantas miden el costo promedio de realizar un viaje. Este problema se repite en prácticamente cualquiera de los 47 indicadores que nos propusimos recabar.
En conclusión, más que resolver el reto de cómo diseñar una metodología para monitorear y evaluar la implementación de la NUA, nuestro estudio es un llamado para repensar la forma en que estamos recabando los indicadores urbanos. Una de nuestras principales recomendaciones es hacer un llamado a los gobiernos nacionales para que sus departamentos de estadística realicen mayores esfuerzos en recabar datos de las ciudades. También hicimos un llamado para iniciar una conversación al nivel de las Naciones Unidas sobre la urgencia de homologar la forma en la que se están recabando los indicadores urbanos a nivel global.
*David López García es candidato a doctor en políticas urbanas por la New School de Nueva York, y coordinador general del LID.