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Opinión

Lo que nos dice Christchurch sobre los ataques terroristas

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atentado terrorista, Christchurch

El pasado 15 de marzo, la ciudad de Christchurch, Nueva Zelanda vivió uno de los viernes más negros de su historia reciente. El país y el mundo quedaron conmocionados ante los ataques terroristas contra las mezquitas Al Noor y Linwood, ubicadas en dicha ciudad. Pese a estar separadas por cinco kilómetros de distancia, fueron el escenario de una masacre que no duró más de cuarenta minutos en consumarse. La comunidad donde ocurrió el ataque, desconcertada, sigue tratando de encontrar sentido a la tragedia en un país que no suele protagonizar la nota roja internacional.

Ese fatídico viernes, cerca de 400 musulmanes se reunieron para orar. Pero después de que tres sujetos armados abrieran fuego en ambas mezquitas, 50 de los congregados perdieron la vida y otra veintena más ingresó al Hospital de Christchurch para ser atendidos de emergencia. Uno de los perpetradores, un islamófobo y partidario de la extrema derecha, transmitió en sus redes sociales el ataque y dejó en ellas un registro de sus influencias. Fundamentando sus acciones, publicó un manifiesto denominado The Great Replacement (“El Gran Reemplazo”), el cual sostiene que una supuesta reingeniería étnica busca acabar con la población blanca en lugares como Europa o Estados Unidos.

Bajo la lógica del panfleto –el cual no es nada nuevo– las cifras de natalidad globales muestran un incremento de población no blanca que, a la larga, pretenderá reemplazar el estatus quo. Sus herramientas serán las creencias, tradiciones y lenguajes diametralmente opuestos a los de aquella que debe erigirse como la etnia dominante. Hasta hoy, ese atacante es el único acusado.

La difusión de los perpetradores

Según lo plantea Andreas Önnerfors[1] (2019) –académico del Centro de Análisis de la Derecha Radical (CARR, por sus siglas en inglés) –, un acto violento como el de Christchurch también se explica, además de en esa dimensión cognitiva, a través de una ontología y una epistemología relativas a los medios de comunicación online. De acuerdo con sus hallazgos, la narrativa terrorista del ataque está intrínsecamente ligada a la difusión que hizo del mismo el perpetrador. Después de todo, “su entendimiento del mundo y su comunicación con éste, responden al internet y a su cultura comunicativa propia” (Önnerfors, 2019: 3).

Dadas esas condiciones, el terrorista buscó magnificar su mensaje de supremacía racial y religiosa, a través del mismo medio donde obtuvo los supuestos contenidos que respaldan el argumento detrás de la matanza. “No encontrarás la verdad en ningún otro lugar”, escribió el atacante, refiriéndose al internet. Tras volverse viral en cuestión de minutos, Facebook, Twitter y YouTube tomaron medidas para retirar el video de sus respectivas plataformas, aunque al día de hoy sigue disponible en las cuentas de diversos usuarios; algunas de reciente creación, abiertas con el propósito específico de difundir el video y el manifiesto.

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atentado terrorista, Christchurch

Foto: AFP.

Nombres, nombres

En sus esfuerzos por buscar la notoriedad, el terrorista también dejó constancia de aquellas personas que le sirvieron como “inspiración” durante la planeación del ataque. Se trata de nombres que conocemos bien y que asociamos a las matanzas de 2011 en Utoya (Noruega) y 2015 en Charleston (Estados Unidos). Nombres y rostros que en su momento inundaron la prensa, la cual terminó erigiéndose, aún sin proponérselo, en un canal de difusión para aquellos mensajes extremistas. La responsabilidad de informar propició una inevitable exposición mediática, mayor a la que cualquiera de ambos asesinos pudo aspirar.

Es justo por ello que la respuesta del gobierno neozelandés ha sido rompedora. Jacinda Ardern, su Primera Ministra, desmanteló con un solo discurso la narrativa del terror. Pronunciado en el tono enérgico que es común a estas declaraciones, la jefa de gobierno pidió en su mensaje no nombrar a los autores del crimen. Exhortó a quienes la escucharon a no repetir su nombre, sino el de aquellos que murieron. Así, la exposición mediática partió de un descrédito al terrorista que revirtió el mensaje tras el ataque, honrando a las víctimas y condenando la violencia.

Desde septiembre de 2001, tragedias como esta no son poco usuales. A raíz de ello, en el marco de la llamada Guerra contra el Terrorismo, los países que las padecen recurren a una retórica de la confrontación. Sus gobernantes parecen prometer el levantamiento de un puente levadizo que impida el ingreso a “los otros”; a los extraños enemigos de la libertad, provenientes de territorios inhóspitos donde la democracia nunca se ha asomado. ¿Pero qué ocurre cuando el ataque no proviene de fuera? Como lo reconoció el propio gobierno neozelandés, la securitización de las fronteras parece ignorar que los extremismos de derecha, los que se gestan al interior, van en aumento.

 

Ellos somos nosotros

Al calificar de acto terrorista a esas infames acciones, la Primera Ministra y su gabinete de seguridad le dieron la vuelta al combate al extremismo. Demostraron que las autocomplacientes cruzadas contra el yihadismo también se construyen en torno a fanatismos nocivos que en nada las distingue de aquello que buscan combatir. Por eso el 15 de marzo no vimos un despliegue de retórica bélica grandilocuente. Vimos, por el contrario, a la titular del poder ejecutivo portando un velo islámico, confortando a los familiares de las víctimas y diciendo “ellos somos nosotros”. Vimos a un gobierno bajar el puente levadizo.

atentado terrorista, Christchurch

Foto: AFP/Marty Melville.

Dice Suzanne Moore en su columna para The Guardian,  que “el terrorismo ve la diferencia y busca aniquilarla. Ardern ve la diferencia y quiere respetarla, aceptarla y conectar con ella”. Por eso el negro de su atuendo no simbolizó una declaración de guerra. No en este caso, como sí lo ha hecho en tantos otros, a lo largo de la historia. Representó, por el contario, el duelo colectivo por las vidas perdidas. Nueva Zelanda fue testigo de lo insólito en la política: la empatía. Así quedó evidenciado en el emotivo homenaje nacional, celebrado el día de hoy: “seamos la nación que creemos ser”, dice la mandataria, cerrando la puerta a las expresiones que condenan la diferencia.

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El terrorista sin nombre 

Y en otro ejercicio infrecuente para la política, su gobierno pasó del discurso a la acción. A menos de una semana del ataque, se anunció la prohibición de rifles de uso militar y prácticamente todos los tipos de armas que fueron utilizados en la masacre.  

“Cuando hable yo, [el terrorista] no tendrá nombre”, dice la Primera Ministra. Pero lo que sí tiene nombre es el rostro de un liderazgo político humano, conciliador y acorde a nuestros tiempos (donde las democracias modernas parecen acoger a figuras que representan lo contrario): Jacinda Kate Laurell Ardern.

[1]Önnerfors, A. (2019). ‘THE GREAT REPLACEMENT’ – DECODING THE CHRISTCHURCH TERRORIST MANIFESTO. Del “Centre for Analysis of the Radical Right”. 


Cristian J. Vargas Díaz es Licenciado  en  Relaciones  Internacionales  por  la  Universidad  de  Guadalajara,  e  “intrigoso” como  consecuencia.  Les debe a RayBradbury, Juan Rulfo y Thomas Mann su gusto por la literatura y su vejez prematura. Cinéfilo y “seriéfago” enfermizo, sigue aprendiendo a escribir.

 

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Etiquetas:      Periodismo      México

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Opinión

Nuevo proyecto educativo para Sheinbaum

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El reciente foro “Propuestas Educativas para Nuevos Gobiernos”, organizado en el Congreso del Estado de Jalisco

El reciente foro “Propuestas Educativas para Nuevos Gobiernos”, organizado en el Congreso del Estado de Jalisco el pasado 11 de julio, no solo reunió a las principales voces en el ámbito educativo, sino que planteó con claridad los retos y las oportunidades para el próximo gobierno de la presidenta electa Claudia Sheinbaum.

Este foro, convocado y liderado por la incansable diputada Mara Robles, puso sobre la mesa las propuestas más urgentes y necesarias para transformar la educación en nuestro País.

A las 10:30 horas, figuras de renombre como Sylvia Schmelkes, Sylvia Ortega, Martha Vergara y Enrique Velázquez se dieron cita en el Patio Constituyentes del Congreso para discutir las reformas que se requieren para enfrentar los desafíos actuales en la educación. Cada uno de estos expertos presentó recomendaciones específicas que, si son adoptadas por el próximo gobierno, podrían dar un giro crucial al sistema educativo mexicano.

Mara Robles destacó su apoyo a Claudia Sheinbaum, reconociendo su trayectoria como defensora de la educación pública y como académica de alto nivel. Subrayó que el objetivo de este foro fue garantizar que las propuestas de los expertos lleguen a las autoridades nacionales y se conviertan en acciones concretas.

“La educación debe ser una prioridad estratégica”, afirmó Robles, convencida de que este es el momento para relanzar el debate educativo no solo en Jalisco, sino en todo el País.

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Sylvia Schmelkes, por su parte, insistió en la necesidad de recuperar la percepción de la educación como un derecho humano fundamental, lamentando el impacto negativo que la pandemia ha tenido en la matrícula escolar, especialmente en las comunidades rurales e indígenas. Schmelkes planteó que es urgente mejorar los resultados de aprendizaje en habilidades básicas como la lectura y las matemáticas, y pidió al nuevo gobierno que invierta más en educación, no solo en cantidad, sino también en calidad y equidad .

Sylvia Ortega ofreció una perspectiva más estructural, sugiriendo una reforma educativa integral que aborde los cambios demográficos, tecnológicos y ambientales que impactan al país. Ortega abogó por una coordinación intersectorial que permita a la educación ser un verdadero motor de transformación social y económica .

El diputado Enrique Velázquez también puso sobre la mesa propuestas clave, señalando que la educación debe ser vista como una herramienta crucial para reducir la pobreza. Velázquez destacó la importancia de vincular los programas sociales con la educación para evitar la deserción escolar, además de una mayor inversión en áreas clave como matemáticas y lectura .

Finalmente, Martha Vergara hizo un llamado urgente para mejorar la infraestructura educativa en Jalisco y en todo el país, señalando que sin instalaciones adecuadas y suficientes, los esfuerzos por mejorar la calidad educativa estarán condenados al fracaso

La pregunta que nos deja el foro no es si podemos hacerlo, sino si Claudia Sheinbaum está dispuesta a ser la líder que transforme la educación en México. Ya no hay espacio para la tibieza. ¿Será Claudia la presidenta que finalmente ponga a la educación en el centro de su agenda, o permitirá que se pierda esta oportunidad histórica?

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El momento es ahora, y la educación no puede esperar. Si el nuevo gobierno toma decisiones firmes desde el principio, esta podría ser la administración que logre lo que tantas otras han prometido sin cumplir. Claudia tiene el poder y la visión para hacerlo, y México espera que se atreva a dar ese paso.

Sobre el autor

Humberto Mendoza es un profesional comprometido en el campo del diseño y evaluación de políticas públicas en Jalisco. Es licenciado en Administración Gubernamental y Políticas Públicas Locales por la Universidad de Guadalajara con un Máster en Antropología en la Universitat Autònoma de Barcelona. Actualmente, lidera el Órgano Técnico de Administración y Planeación Legislativa en el Congreso de Jalisco.

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Órganos autónomos en la mira: El debate sobre su desmantelamiento 

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El debate sobre la propuesta del presidente Andrés Manuel López Obrador para eliminar varios órganos autónomos en México ha generado posiciones encontradas. Escribe Humberto Mendoza
El debate sobre el desmantelamiento de los órganos autónomos marcará la agenda legislativa. Foto: Especial.

El debate sobre la propuesta del presidente Andrés Manuel López Obrador para eliminar varios órganos autónomos en México ha generado posiciones encontradas. Por un lado, el oficialismo defiende la medida como una forma de racionalizar el gasto público y redirigir recursos hacia programas prioritarios, mientras que la oposición y diversos sectores de la sociedad ven en esta acción un riesgo para la transparencia, la rendición de cuentas y el equilibrio de poder.

Argumentos a favor: Austeridad y eficiencia

Los defensores de la propuesta del presidente destacan que la eliminación de estos órganos autónomos podría generar un ahorro significativo para el erario. Según estimaciones del propio López Obrador, se podrían liberar más de 100 mil millones de pesos que, en su visión, podrían destinarse a programas sociales y proyectos estratégicos que beneficiarían directamente a la población, como las pensiones para adultos mayores.

Además, se argumenta que muchos de estos organismos, creados en un contexto de desconfianza hacia el Poder Ejecutivo en los años noventa, ya no cumplen con su propósito original de manera eficaz. Los críticos de los órganos autónomos señalan que estos, en ocasiones, han caído en la burocratización y la falta de transparencia que se suponía debían combatir. Ejemplos como la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece) y el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) han sido señalados por no cumplir completamente con sus objetivos, lo que cuestiona la justificación de su existencia independiente.

Otro punto a favor de la iniciativa es la idea de que estos órganos autónomos operan de manera aislada del Poder Ejecutivo, lo que podría hacerlos menos sensibles a las demandas y necesidades del electorado. Al incorporar sus funciones dentro de las secretarías de Estado, se busca que estas decisiones respondan más directamente a las políticas públicas del gobierno en turno, lo que, según los defensores, podría generar una mayor coherencia en la implementación de políticas.

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Argumentos en contra: Transparencia y equilibrio de poderes

Por otro lado, los opositores a la medida advierten que la desaparición de estos órganos autónomos podría debilitar los contrapesos esenciales en una democracia. Estos organismos fueron creados para garantizar que ciertas decisiones técnicas y de regulación no estuvieran sujetas a las fluctuaciones políticas, manteniendo así un grado de independencia necesario para la estabilidad institucional.

Un ejemplo citado frecuentemente es el del Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI), que ha jugado un papel crucial en la promoción de la transparencia gubernamental. Sin la autonomía que le permite actuar sin la influencia directa del ejecutivo, existe el riesgo de que las prácticas de opacidad y falta de rendición de cuentas se intensifiquen.

Además, la propuesta del presidente ha sido criticada por su falta de claridad en cuanto a cómo se gestionarán las funciones de estos órganos una vez que se integren en las secretarías de Estado. La ausencia de un plan detallado de reingeniería institucional y presupuestal genera incertidumbre sobre si las secretarías tendrán la capacidad técnica y los recursos necesarios para asumir estas responsabilidades sin que se vea afectada la calidad del servicio público.

También se han planteado preocupaciones respecto a los compromisos internacionales de México, como los establecidos en el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC). Algunos de los órganos en riesgo de desaparecer, como la Cofece y el IFT, son fundamentales para cumplir con las obligaciones de regulación económica exigidas por estos acuerdos internacionales. Su eliminación podría traer repercusiones negativas en las relaciones comerciales y económicas de México con sus socios internacionales.

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Un futuro en juego

En resumen, el debate sobre la eliminación de los órganos autónomos en México enfrenta posturas bien definidas. Por un lado, se busca reducir el gasto público y centralizar las funciones en el Ejecutivo para una mayor coherencia en la implementación de políticas. Por otro, se teme que esta medida socave los contrapesos democráticos y la transparencia, pilares fundamentales en una democracia moderna.

El desenlace de esta iniciativa aún está por definirse, y dependerá en gran medida de cómo se aborden las preocupaciones y se presenten soluciones claras para garantizar que, de llevarse a cabo, la eliminación de estos organismos no signifique un retroceso en la calidad de la gobernanza y en los derechos de los ciudadanos. En este sentido, es crucial que el debate se mantenga abierto, informado y centrado en el interés público.

Sobre el autor

Humberto Mendoza es un profesional comprometido en el campo del diseño y evaluación de políticas públicas en Jalisco. Es licenciado en Administración Gubernamental y Políticas Públicas Locales por la Universidad de Guadalajara con un Máster en Antropología en la Universitat Autònoma de Barcelona. Actualmente, lidera el Órgano Técnico de Administración y Planeación Legislativa en el Congreso de Jalisco.

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Opinión

La donación de sangre es un acto solidario y altruista: entre la vida y la muerte

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El Día Mundial del Donante de Sangre fue el pasado 14 de junio, como ocupantes de lo público, comprometidos con informar y concienciar a la sociedad, es imperativo sumarnos a difundir la importancia de la donación de sangre.

La sangre, a manera de recordatorio, es ese líquido vital que transporta oxígeno y nutrientes a todas las células de nuestro organismo, desempeña un papel crucial en la lucha contra las infecciones y la coagulación de la sangre. Por eso es fundamental destacar la necesidad constante de transfusiones sanguíneas para seguir salvando vidas.

Según datos de fuentes oficiales, cada año se requieren aproximadamente 130 millones de donaciones de sangre a nivel global para atender las necesidades de salud de la población. Sin embargo, es preocupante que solo el 1% de la población mundial done sangre de forma regular, lo que genera una escasez de sangre segura en muchos países.

En México, la situación no es diferente, ya que se estima que se necesitan 4.5 millones de donaciones de sangre al año, pero solo se obtienen alrededor de 1.8 millones.

Desde accidentes y traumas hasta enfermedades de la sangre y partos complicados, las transfusiones de sangre son esenciales para tratar una variedad de condiciones médicas.

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En México, los accidentes de tránsito son la principal causa de muerte por traumatismo, y las transfusiones de sangre juegan un papel vital en salvar vidas de víctimas. Tan solo en 2022, las muertes por accidentes de tránsito en el país ascendieron a 15,464 personas.

El cáncer, en sus diversas manifestaciones, requiere de transfusiones de sangre regulares para su tratamiento. En 2020, en México se registraron 193 mil 129 casos nuevos de cáncer, lo que resalta aún más la importancia de contar con un suministro adecuado de sangre para atender estas necesidades. Y las enfermedades de la sangre, como la anemia falciforme, también hacen de las donaciones de sangre un salvavidas para quienes las padecen. Se estima que la prevalencia de la anemia falciforme en México es del 0.1%.

En el caso de partos complicados, las hemorragias postparto son una de las principales causas de muerte materna en México.

En 2020, la tasa de mortalidad materna en el país fue de 19.1 por cada 100 mil nacidos vivos, evidenciando la importancia de contar con un suministro adecuado de sangre para evitar estas tragedias.

Con el pasado Día Mundial del Donante de Sangre (14 de junio) es imperativo actuar y motivar a más personas a donar sangre de forma regular.

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La donación de sangre es un acto solidario y altruista que puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte para muchas personas.

¡Sumémonos juntos a esta noble causa y salvemos vidas a través de la donación de sangre! Nos leemos la siguiente semana y recuerda luchar, luchar siempre, pero siempre luchar desde espacios más informados que construyen realidades menos desiguales y pacíficas.

Sobre el autor

Luis Sánchez Pérez es doctorante y maestro en Políticas y Seguridad Públicas en IEXE Universidad, abogado por la Universidad de Guadalajara. Profesor de asignatura en la Universidad de Guadalajara y en la Universidad Enrique Díaz de León. Investigador de medios de comunicación y participación ciudadana en el Laboratorio de Innovación Democrática. Colaborador semanal en Milenio, El Occidental y El Semanario.

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