Opinión
Más información, más dispersión
¿Más información, más dispersión?
Parece una exageración, pero la tecnología nos está matando. Los recientes casos en los que personas en diferentes partes del mundo han perdido la vida por tomarse una selfie o la gran cantidad de accidentes automovilísticos, muchos de ellos mortales en los que el principal factor son las distracciones que produce poner atención a los mensajes que llegan a nuestro “teléfono inteligente”, son algunos ejemplos.
Y aunque las bondades de tener al alcance de la mano, una gran cantidad de información, de cualquier tipo es inigualable, los riesgos son también incalculables.
Los accidentes mortales son, sin duda, el extremo de las consecuencias de la dependencia que han generado los dispositivos móviles.
Pero existen otros riesgos. En algunos restaurantes se prohíbe, por ejemplo, el uso de teléfonos mientras compartes los alimentos, un café o una copa; en muchas instituciones educativas, algunos maestros colocan un espacio (puede ser una caja o canasta) en la que se les pide a los estudiantes que dejen sus teléfonos mientras se concentran en la cátedra.
Resulta absurdo, que en momentos familiares, como reuniones u horas de comida, cada uno de los integrantes, esté “ocupado” atendiendo comentarios de personas ajenas a sus reuniones, con plataformas como Facebook o Twitter y dejando para después la convivencia personal con tus seres queridos.
De acuerdo con un artículo publicado en el diario español El País, cuando estamos al frente de una computadora, nuestra atención cambia de foco en menos de un minuto. Cambiamos constantemente de página, pensamos en otro tema, nos levantamos del escritorio o respondemos una llamada en nuestro teléfono inteligente.
En ese artículo se citan las investigaciones llevadas a cabo por Gloria Mark, doctorada en Psicología por la Universidad de Columbia, quien estudia cómo las tecnologías de la información afectan a la multitarea, a la atención, al humor y al estrés, resultan reveladoras.
“Observó que cuando trabajamos frente al ordenador cambiamos de pantalla (es decir, el foco de atención) cada 47 segundos. Fue la media que obtuvo del seguimiento al que sometió a 40 trabajadores de grandes empresas norteamericanas. Los resultados mostraron que los denominados heavy multitaskers, se demostraban más propensos a la distracción. Descubrió que cuanto más neurótica e impulsiva es una persona (y cuanto peor ha dormido), menor es su capacidad de concentrarse”, se lee en el texto… Fade Out.
Evita la dispersión
De acuerdo con la misma especialista, la capacidad de concentrarse es algo que se recupera con entrenamiento.
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Llevar el móvil en modo silencio.
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Desactivar las notificaciones que aparecen en pantalla para que las alertas no nos interrumpan una y otra vez en la tarea que estemos llevando a cabo.
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No dormir junto al teléfono para no acostarse y levantarse con él.
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“Olvidarlo” durante el fin de semana y también en las vacaciones.
Zaira Ramírez es especialista en Transparencia y Comunicación Política. Ha sido periodista en diversos medios de Guadalajara. Es columnista en cuarta. @ZairaYael