Opinión
Nájera, la diferencia entre estar vivo y ser una víctima fatal
Nájera, la diferencia entre estar vivo y ser una víctima fatal…
Luego del ataque al ex secretario de seguridad, ex fiscal de Jalisco y ahora secretario del Trabajo, Luis Carlos Nájera, en pleno centro de Chapultepec. Una de las zonas más vigiladas por la Policía Municipal de Guadalajara; rodeada de cámaras, con equipo y camiones operativos, hay muchas preguntas en el aire, y otras cuestiones que se deben analizar detenidamente.
En la presente administración de Jorge Aristóteles Sandoval, los funcionarios públicos han sido blanco fácil de los ataques del crimen organizado. La lista de víctimas inició justamente con el asesinato del secretario de Turismo, Jesús Gallegos. Detrás de él han sido victimados policías, comandantes, regidores, alcaldes, diputados locales, diputados federales y ahora se da el intento de ejecución del secretario del Trabajo, Luis Carlos Nájera.
Foto: Especial.
Es curioso leer tantos comentarios a diestra y siniestra en las redes sociales. Donde todos somos peritos, investigadores, opinólogos, y hasta reporteros. Muchos comentarios válidos, otros inexplicables, unos más miserables; pues nadie puede desear un daño a otra persona en ninguna circunstancia.
Lo cierto de esto es, que un instinto le permitió al secretario salir bien librado de este ataque armado. Perpetrado por al menos unas cuatro células del Cártel Jalisco.
Muchos hablan, critican, aseguran, insisten y señalan; claro sin tener datos, pruebas palpables o fidedignas, que Nájera tiene nexos con dicha organización; dejándose llevar por las historias callejeras. Pero hasta hoy no existe investigación en su contra en México o Estados Unidos que lo señale. Tan es así que el funcionario vivió hasta hace unas semanas en el vecino país del Norte. Donde se encontraba a merced de las autoridades de aquel país. Y no es defensa, es sentido común.
Estudiado y vigilado
El ataque del comando armado fue planeado. Sabían dónde estaría, que su vigilancia fue reducida por quienes quedaron en su lugar; y que, como todo funcionario público, la hora de la comida o el convivió con su familia, son los momentos en que más bajan la guardia, aunque este no fue el caso.
Ahora algunos cuestionan el cómo se dio cuenta que había gente de la delincuencia por la zona y donde uno se debe preguntar: ¿Cómo no saberlo con tantos años en la carrera policial? Y es que no fue que dijera esos son delincuentes, simplemente es que le parecieron sospechosos y al final resultó real su sospecha. Esa fue la diferencia entre estar vivo y haber sido una víctima fatal.
Foto: Internet.
Reacción acertada
La reacción inmediata de la Fuerza Única, de sus escoltas, y de la Policía de Guadalajara, fueron claves para controlar el ataque del grupo armado. La coordinación de militares y todos los cuerpos de seguridad permitió las detenciones de sujetos armados en López Mateos, cuando iban de escapada.
Guadalajara y Jalisco, en general, no pueden darse el lujo de permitir que impere la violencia. Estos ataques, la impunidad. La respuesta de las autoridades debe ser frontal, real, decidida y con resultados. No debe haber medias tintas y no sólo en un caso de agresión a funcionarios, sino en todos los casos.
David González Jáuregui es Licenciado en Derecho, cursa la Maestría en Derecho Laboral. 25 años de experiencia en los temas de seguridad. Trabajó como editor de seguridad, en el diario El Jalisciense, editor de seguridad en Siglo 21, director editorial de El Nuevo Siglo, subdirector editorial de Reporte Jalisco, corresponsal y editor del área de seguridad en Agencia Notimex, Jefe de Información y Cierre en La Crónica de Hoy, reportero de seguridad en Grupo Acir, entre otros…