Opinión
¿Quién se hace responsable por los cables que cuelgan peligrosamente de los postes en GDL?
Hablando de la imagen urbana de una ciudad, uno de los primeros elementos que se ocultan, cuando se hacen mejoras, son los postes y los cables, porque son considerados un elemento que ensucia la correcta apreciación del paisaje y su arquitectura.
En Guadalajara se ha avanzado en este sentido en la Zona Centro desde hace 20 años que comenzaron las primeras intervenciones de renovación de la imagen urbana, como en la Plazoleta Maestranza, el Andador Coronilla y el Jardín del Carmen, a cargo de la entonces Comisión de Planeación de Planeación Urbana (COPLAUR).
A partir de estos trabajos se comenzó a tener el criterio de que las intervenciones en el espacio público irían de la mano la instalación de tuberías subterráneas para los cables, de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), del alumbrado público, de teléfono y de cable.
Además, en Guadalajara existe un Reglamento de Imagen Urbana desde el 2009 donde menciona, en el artículo 18, que los postes deben tener ubicaciones estratégicas y que se procurara “que los cables queden ocultos, es decir, subterráneos.”
Con esto en mente, no logro comprender como en los últimos años se perdió el control en esta materia.
Recapitulando un poco; primero se dio un aumento de las empresas de telecomunicaciones que ofertaban el servicio de cable en los hogares y se conjuntó con que a partir de 2019 se publicó un acuerdo de la Comisión Reguladora de Energía que les permite a las empresas de Telecomunicaciones la utilización de los postes de la CFE, a esto sumó a la necesidad de internet de alta velocidad que obligó a las cableras a la migración a fibra óptica.
CFE Distribución da las autorizaciones. Las nuevas condiciones marcadas en el acuerdo permiten el despliegue de los cables de telecomunicaciones en función del peso y el espacio que ocuparán, utilizando ambas caras del poste. Esta modalidad permite la instalación de un mayor número de cables con respecto a los lineamientos anteriores.
De acuerdo con estas nuevas normas también se prohíben prácticas, como el dejar grandes rollos colgando en los postes, garantizando un mejor uso, pues el costo de uso de los postes se calcula con base en el peso del cable.
Con estos datos ya sabemos a quién tenemos que dirigirnos para que además de autorizar y cobrar el uso de los postes, realmente supervise que las cableras cumplan con los lineamientos marcados y resuelvan de manera adecuada la enorme cantidad de cables que cuelgan de los postes, incluidos rollos.
En otras palabras, CFE Distribución, es la responsable directa de que la imagen urbana de Guadalajara se esté volviendo cada vez más caótica y llena de telarañas, su incapacidad para supervisar los permisos que autoriza es más que evidente en cada esquina.
Además de la contaminación visual accidentes a peatones, ciclistas y automovilistas están a la orden del día, ocasionados porque las cableras dejan muy flojo el tendido y extras colgando. Estos hechos se denuncian de forma recurrente en redes sociales, pero a la fecha no han llegado al área adecuada para exigir su atención, ni al proceso adecuado para que alguna instancia se haga responsable de los gastos provocados por estos accidentes.
Además, encontramos que en las zonas arboladas dichas empresas han estado “podando” sin mucho orden los árboles por donde ahora pasan sus cables y ya conocemos las típicas podas que realiza la CFE, muchas veces sin autorización y supervisión de los municipios, bajo la bandera de preservar la infraestructura.
¿Será que por tratarse de un tema prioritario de imagen para la Ciudad los gobiernos municipales entrantes puedan ayudar a la ciudadanía y presionar de manera directa a la CFE para que les dé un ultimátum a las cableras?
Primero, para que retiren todos los cables que pueden representar un riesgo para los ciudadanos; después, para que retiren sus cableados obsoletos, excedentes y acomoden de la manera más adecuada el cableado de los postes.
Una vez teniendo este trabajo hecho, faltaría revisar en que zonas de la Ciudad, a pesar de todos los esfuerzos, aun así, el exceso de cables es tal que deba realizarse un proyecto para la canalización subterránea de los cableados, principalmente en zonas con valor patrimonial.
No dudo que algo de esto ya se esté realizando, pero si es así, falta comunicarlo de manera adecuada, porque la impresión general es que los postes de la Ciudad se volvieron tierra de nadie y las telarañas están creciendo en todas las esquinas.
Sobre la autora
El desarrollo profesional y académico de Ursula Barreda se ha centrado en temas relacionados con la ciudad, el territorio, el arte, el patrimonio, el espacio público, la movilidad y la sustentabilidad.
Estudió el Doctorado de Ciudad, Territorio y Sustentabilidad en la Universidad de Guadalajara. Además, cuenta con publicaciones de artículos de investigación científica de temas relacionados al patrimonio, y el centro histórico.