Opinión

Radilla Pacheco. El héroe sin capa

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El 25 de agosto, para la mayoría de las personas, no es un día fuera de lo común, sin embargo, tiene más impacto de lo que creen. El 25 de agosto de 1974 tendría lugar una desaparición forzada que, como muchas otras, pasaría por desapercibida para México, pero de la cual nunca se previó que generaría todo un cambio en el ordenamiento jurídico de nuestro País. Ese día, el señor Rosendo Radilla Pacheco fue víctima de desaparición forzada a manos de elementos del Ejército mexicano, destacados en Atoyac de Álvarez, Guerrero. Era campesino, activista, líder social, cantautor e incluso fue Presidente Municipal de Atoyac (1955-1956).

Las denuncias interpuestas por las y los familiares de Rosendo ante instancias estatales y federales no obtuvieron resultados, por lo que, el 15 de noviembre de 2001, la Comisión Mexicana de Defensa y Promoción de los Derechos Humanos y la Asociación de Familiares Detenidos-Desaparecidos y Víctimas de Violaciones a los Derechos Humanos en México, acompañando a la familia de Radilla, presentaron una petición contra el Estado mexicano ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH). Posteriormente, la CIDH sometió el caso ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH), la cual dictó sentencia el 23 de noviembre de 2009 condenando a México.

Habían pasado 36 años desde la desaparición de Radilla –hoy 48-, él nunca fue encontrado con vida, tampoco sus restos mortales, pero su trágico caso pasaría a convertir a Radilla en un héroe nacional en materia de derechos humanos al que no se le ha hecho justicia. La sentencia emitida por la Corte IDH despertó inquietud en la práctica del derecho a nivel nacional, eventualmente fue llevada ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación con el expediente “asuntos varios 912/2010”. Con dicha Tesis, se indicó que las sentencias de la Corte IDH eran vinculantes para México y no podían cuestionarse.

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Pero no solo eso, el precedente que dejó el caso de Radilla dio las bases para la reforma de 2011 al artículo 1° constitucional en materia de derechos humanos, la más relevante en la materia desde 1917. Esta reforma permitió la incorporación del Derecho Internacional de los Derechos Humanos como fuente de derecho en el Sistema mexicano, la inclusión de las obligaciones en la materia para las autoridades y la interpretación pro persona.

Los avances en derechos humanos en México (que aún son pocos), no serían los mismos sin el caso de Radilla, pero se le recuerda poco o nada. Es normal que no se conozca a Rosendo, así pasa con las víctimas, de alguna u otra manera se les saca provecho, pero sus vidas ya han sido dañadas y sus casos se repiten en otras personas, tal es así que, a la fecha, México tiene más de 100 mil personas desaparecidas.

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En ocasiones, más que interpretaciones rebuscadas, lo que se necesita en la impartición de justicia es voltear a ver a las víctimas y tener presente que ellas se les debe respeto, reparación y no repetición. Radilla Pacheco es el héroe sin capa de los derechos humanos en México, uno que corre riesgo de ser olvidado y que, seguramente, no estaría nada feliz de haber sufrido semejantes violaciones a sus derechos para ver que estas se siguen perpetuando en miles de casos.

 

Sobre la autora
Daniela Bonilla Castañeda es abogada por el ITESO, especializada en Derecho Internacional de los Derechos Humanos. Desempeñada en al área de investigación académica y la incidencia social para la garantía de derechos.

 

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