Opinión
Rusia, la inestabilidad creciente
El fin de semana pasado, Rusia volvió a ser objeto del escrutinio mundial, dada la información que circuló en diversos medios de comunicación, en torno a una rebelión de ciertos sectores militares, que amenazaban la estabilidad del gobierno encabezado por Vladimir Putin, incluso hubo quienes hasta aseguraban, que se estaba gestando un Golpe de Estado en Rusia; sin embargo, las causas que generaron la tensión geopolítica en esa parte del continente, dista mucho de esta versión. Cabe recordar que desde el año pasado, Rusia se encuentra en guerra contra Ucrania; por parte del ejército ruso, en las líneas de combate contra Ucrania, también participa una organización paramilitar, conocida como Grupo Wagner (PMC Wagner o ChVK Wagner), a la que podríamos describir como una empresa de consultoría militar privada, unos mercenarios, o un ejército privado que contrató el presidente Putin, según el punto de análisis que veamos.
El Grupo Wagner tomó relevancia al participar en la Guerra del Donbás en 2014, apoyando militarmente a las fuerzas separatistas. Su líder es el empresario ruso, Yevgueni Prigozhin, quien a lo largo del 2023, en diversas ocasiones, ha acusado de traición al ministro de Defensa ruso, Serguéi Shoigú, al jefe del Estado Mayor, Valeri Guerásimov, además de otros miembros del Ministerio de Defensa de Rusia,debido a que no brindan los recursos suficientes a sus fuerzas para combatir a Ucrania.
La gota que derramó el vaso, llegó el pasado 23 de junio, cuando a través de un video, Prigozhin describió la invasión a Ucrania como una “estafa” perpetrada por una élite corrupta que buscaba dinero y gloria, sin preocuparse por las vidas de los rusos; acusando además a las fuerzas armadas, de orquestar un ataque contra los campamentos donde se encontraban las tropas de Wagner, por lo que tomarían rumbo hacia Moscú, para derrocar a la cúpula del ejército ruso y “restablecer la justicia”. Dicho mensaje fue interpretado como una amenaza al régimen de Putin, quien horas más tarde a través de un mensaje televisado, calificó las acciones de Wagner como una traición y prometió castigar a quienes se unieran a la rebelión.
Sin embargo esto no fue necesario, dada la intervención del presidente de Bielorrusia, Alexander Lukashenko, quien negoció con Prigozhin para detener su avance, luego de asegurar garantías de seguridad para los combatientes de Wagner. Putin ofreció al grupo paramilitar, tres opciones tras negociar con ellos: alistarse en el ejército ruso, seguir su carrera como mercenarios en Bielorrusia, dirigida por un régimen clientelar de Moscú o retirarse, y volver a sus hogares.
En resumen, la rebelión de Wagner no tuvo resultados significativos, más que negociar condiciones mejores para sus hombres, sin embargo, reveló vulnerabilidades de Rusia, como la carencias de fuerzas militares en múltiples áreas de retaguardia, lo cual podría ser aprovechado por las fuerzas ucranianas y evidencia una ruptura interna, además de la falta de control de Putin hacia sus hombres de confianza.
Esto puede tener repercusiones en la contraofensiva ucraniana, sobre todo, tras el anuncio de Estados Unidos que el pasado martes, envió un nuevo paquete de ayuda militar a Ucrania por valor de 500 millones de euros, en el que destacan 55 vehículos blindados; municiones para los sistemas de misiles; equipamientos antiminas; municiones para los sistemas antiblindados y hasta 22 millones de balas para pistolas y ametralladoras, que sin duda ponen a Ucrania en una posición más cómoda, ante la aparente crisis de gobernabilidad en el Kremlin; las siguientes semanas serán decisivas para entender el curso del conflicto.
Nos leemos la siguiente semana y recuerda luchar, luchar siempre, pero siempre luchar, desde espacios más informados, que construyen realidades menos desiguales y pacíficas.
Sobre el autor
Luis Sánchez Pérez es doctorante y maestro en Políticas y Seguridad Públicas en IEXE Universidad, abogado por la Universidad de Guadalajara. Profesor de asignatura en la Universidad de Guadalajara y en la Universidad Enrique Díaz de León. Investigador de medios de comunicación y participación ciudadana en el Laboratorio de Innovación Democrática. Colaborador semanal en Milenio, El Occidental y El Semanario.