Opinión
Temazcal, medicina ancestral
La cosmovisión de las diversas comunidades que nos componen como mexicanos ha hecho posible la valoración de diversas ceremonias ancestrales como el temazcal.
Los temazcales son baños a vapor utilizados para purificar el cuerpo y el alma desde las épocas prehispánicas. Antiguamente los temazcales estaban relacionados con el vientre de una madre, al que regresabas para sentirte en casa y sanar.
Al entrar al temazcal ingresamos a donde todo comenzó, creando un espacio para convivir con lo sagrado ya que ahí está presente la energía creadora y renovadora de la Madre Tierra.
En Jalisco la experiencia del temazcal puede vivirse de diferentes formas, desde los que ofrecen sitios de descanso como hoteles o spa sobre todo ubicados en la Rivera de Chapala, hasta los organizados por familias (Kalpulli o Clan a los grupos donde se práctica los saberes antiguos no solo del Temazcalli sino, otros conocimientos espirituales) como la de Juan Ramón con preparación de Macehual que tiene un legado generacional y un estilo de vida forjado a partir de la ceremonia.
Su formación para lograr dirigir un temazcal parte de invertir años de servicio y ceremonias como búsqueda de visión o danza al sol, cada una de estas prácticas mencionadas son sagradas y son ceremonias para el pueblo y para los buscadores de saberes antiguos del Camino Rojo, una vez que se realiza mínimo 4 años de búsqueda de visión y de igual manera danza solar ya se pueden portar los elementos para guiar alguna ceremonia hablando del Temazcalli.
Él comenta que lo ofrecen para familias o personas con algún padecimiento u afección física, mental, emocional y espiritual en una estructura ya sea Temazcalli o Inipi para sudar con piedras de basalto al rojo vivo, vertiendo agua con infusión de diversas plantas medicinales, creando un vapor que permite la introspección, relajación y descanso, acompañado en la oscuridad con la palabra de los macehuales que ahí asisten, integrando el canto para recordar las memorias de nuestros saberes ancestrales naturales.
Asistir a un temazcal como el que ofrece Juan implica pasar cuatro puertas (niñez, juventud, adultez y vejez) que dan dirección a los siete rumbos y difundiendo los saberes orales de la tradición vívida del Camino Rojo y Anáhuac así logrando una limpieza y purificación gracias a los elementos empleados en esta ceremonia.
El guía menciona conocer en el estado de Jalisco más de 20 sitios y más de 100 personas que actualmente son guías de la ceremonia, poder vivir una experiencia como la que Juan y su familia ofrece a los visitantes se recomienda hacerlo más de una vez en la vida, mediante estas tradiciones hacemos presente a nuestros ancestros porque reconocemos que somos ellos e ingresamos a un entorno obscuro para inhabilitar a los sentidos de tal forma que se hace posible entrar en contacto con nuestro Ser, con nuestro espíritu, para darse la oportunidad de evaluar la forma en que estamos viviendo y ser conscientes del momento puede llevar a seguir trabajando de forma personal la paz interior en medio de un mundo de distracciones e inmediatez.