Opinión
Tormenta política en Jalisco: Hagamos y Futuro, los contendientes inesperados
La arena política en Jalisco está presenciando una reconfiguración que podría cambiar la dinámica de poder que hemos conocido hasta ahora. Hagamos y Futuro, las dos fuerzas emergentes en el espectro político, han dado un giro inesperado al panorama electoral con repercusiones todavía impredecibles. Desde su nacimiento en 2020, estas organizaciones políticas han escalado de ser promesas a convertirse en jugadores clave en la contienda por el poder.
Hagamos, con sus raíces profundamente ancladas en el Grupo Universidad, ha navegado con destreza por las turbulentas aguas de la política, aliándose en momentos clave con Movimiento Ciudadano y, más recientemente, con la pujante coalición encabezada por Morena. Lejos de actuar por impulso, la estrategia de Hagamos despliega una sagacidad que parece anticipar el pulso de la sociedad jalisciense. Sus líderes han convertido el 4.86% de los votos cosechados en un bastión, demostrando que su apoyo electoral es tan sólido como en ascenso.
Por su parte, Futuro Jalisco, que brotó del fervor cívico de Somos un Bosque y se nutrió del idealismo independiente de Wikipolítica, ha transitado un sendero lleno de obstáculos. La figura de Pedro Kumamoto, en otros tiempos aclamada como el nuevo rostro de una política libre de ataduras partidistas, hoy se ve azotada por la tormenta tras optar por aliarse con la denominada Mega Alianza. Movimiento Ciudadano ha lanzado una ofensiva verbal contra Kumamoto y su partido, dejando ver su percepción de la Alianza como una seria amenaza a su dominio electoral.
En este intrincado tablero, la importancia de Hagamos es tanto crucial como estratégicamente discreta. Mientras que las críticas arrecian contra Futuro y la figura de Kumamoto, Hagamos ha reforzado silenciosamente su posición, esquivando las andanadas de hostilidad que caen sobre su contraparte. Este fenómeno no es fruto del azar; es el reflejo de un reconocimiento implícito de su relevancia en el ajedrez político, que presagia futuras maniobras de alianzas. Nacidos en el seno de la prestigiosa Universidad de Guadalajara, ostentan una solidez y autenticidad que los sitúa en una posición privilegiada dentro de este nuevo orden político en Jalisco.
La Mega Alianza, inicialmente percibida como una amenaza para el equilibrio de poder mantenido por Movimiento Ciudadano, se perfila ahora como un reto lanzado por Hagamos y Futuro al unirse a las filas de Morena. Movimiento Ciudadano, alarmado ante la magnitud de esta unión, ha centrado sus esfuerzos en debilitar a Futuro Jalisco, identificándolo como el eslabón más vulnerable de la cadena.
La suma de votos obtenidos por estas fuerzas en las elecciones de 2021 es un indicador ineludible de que el campo de batalla electoral de 2024 se vislumbra radicalmente diferente. No estamos meramente ante una pugna por cargos públicos; lo que está en juego es el control político de Jalisco.
La coyuntura actual revela que la trama política de Jalisco dista mucho de tener un desenlace predecible. Hagamos y Futuro Jalisco, armados cada uno con su propia estrategia y base electoral, han dejado en claro que su papel es el de protagonistas decisivos en esta contienda, no el de simples comparsas. Y a medida que el tiempo desgrane los días hasta la próxima elección, una certeza se alza por encima de todas: el escenario político en Jalisco está experimentando un cambio sísmico, uno cuyas vibraciones aún resuenan en la expectativa de un futuro electoral incierto.
Sobre el autor
Humberto Mendoza es un profesional comprometido en el campo del diseño y evaluación de políticas públicas en Jalisco. Es licenciado en Administración Gubernamental y Políticas Públicas Locales por la Universidad de Guadalajara con un Máster en Antropología en la Universitat Autònoma de Barcelona. Actualmente, lidera el Órgano Técnico de Administración y Planeación Legislativa en el Congreso de Jalisco.