Comprar casa no siempre es buena idea

Por David López García*
Desde hace dos años soy parte de un proyecto de investigación en el Global Urban Futures Project (GUF), un centro de investigación de la New School University, en Nueva York. Durante los últimos 15 meses hemos estado trabajando en recolectar y analizar indicadores del desempeño urbano en una muestra de 170 ciudades alrededor del mundo. Como resultado, hemos logrado identificar algunas tendencias para las que se pueden comenzar a esbozar algunas hipótesis que nos dan pie para iniciar futuras investigaciones. Por ejemplo, identificamos que, al controlar por la región del mundo en la que se encuentra una ciudad, parece que existe una relación entre poseer una vivienda y el tamaño de la economía de las ciudades. Pero al analizar con más detalle este hallazgo, la relación que encontramos parece contraintuitiva.

La gráfica anterior fue elaborada por una compañera en el equipo de investigación, Beryl Oranga. Se trata de una gráfica de dispersión en la que en el eje vertical se tiene el porcentaje de la población que es dueña de su vivienda, y en el eje horizontal se tiene el Producto Interno Bruto per Cápita de la ciudad (medido en poder de compra en dólares americanos a precios constantes de 2012). Cada punto en la gráfica representa la intersección entre el porcentaje de la población que es dueña de su vivienda y el PIB per cápita de cada ciudad en un año determinado. Los datos son para el periodo entre el 2000 y el 2016, y en la gráfica hay 173 puntos de 31 ciudades diferentes en 4 regiones del mundo[1]. Además, Beryl Oranga otorgó a los puntos un color distintivo para identificar las regiones a las que pertenecen las ciudades.
Al controlar los datos por región del mundo, la gráfica nos permite observar una tendencia interesante. Las ciudades de África y de Asia muestran bajos niveles de PIB per cápita, pero se distribuyen a lo largo del eje vertical. Esto significa que el rango de porcentaje de población que es dueña de su vivienda es demasiado amplio como para identificar alguna tendencia. En cambio, las ciudades América Latina y de Europa sí muestran cierto grado de agrupamiento. Las ciudades de Latino América se encuentran agrupadas en bajos niveles de PIB, pero con altos porcentajes de población que es dueña de su vivienda. Las ciudades de Europa se ubican en niveles de PIB per cápita altos, pero con niveles de población que son dueñas de su vivienda más bajos que los niveles de Latino América.
Esta distribución y agrupamiento da lugar para plantear un par de hipótesis. Primero, es muy probable que si se recaban datos de más ciudades alrededor del mundo se pueda comprobar la existencia de una correlación negativa entre el nivel de PIB per cápita y el porcentaje de la población que es dueña de su vivienda. Es decir, que la relación entre estos dos indicadores sería inversamente proporcional –que al aumentar el nivel de PIB per cápita en una ciudad, la proporción de personas que son dueñas de su vivienda disminuiría. Estaríamos ante una relación contraintuitiva. Uno esperaría que la correlación fuera positiva, es decir, que en la medida en que la ciudad y sus habitantes tengan más recursos, más personas sean dueñas de su vivienda. Pero no, es posible que la relación podría ser exactamente al revés.

¿Por qué? Esta pregunta nos da pie a la segunda hipótesis que me gustaría plantear. Nótese cómo en la gráfica las ciudades con Mayor PIB per cápita son dos ciudades europeas. Se trata de Helsinki (Finlandia) con porcentajes de población que es dueña de su vivienda alrededor del 50%, y Copenhague (Dinamarca), con porcentajes de población propietaria de su vivienda alrededor del 17%. ¿Cómo es posible que, en dos de las ciudades más ricas del mundo, la mitad de sus habitantes en el caso de Helsinki y la mayoría en el caso de Copenhague, no sean dueños de sus viviendas?

Una de las principales características de estas ciudades es que se encuentran en países escandinavos con un sistema de seguridad social fuerte y envidiable. Países en los que los ciudadanos gozan de amplios derechos sociales como seguro de desempleo, jubilaciones decentes, y cobertura de salud. En cambio, las ciudades latinoamericanas se caracterizan, precisamente, por lo contrario. Sus sistemas de seguridad social son muy precarios, si no es que inexistentes. Se trata de ciudades en las que, si las personas dejan de trabajar, entonces no tienen recursos ni siquiera para asegurar sus alimentos. Esto me hace pensar que, si en la gráfica anterior sustituyéramos el eje horizontal, y en lugar del PIB per cápita insertáramos algún tipo de indicador del sistema de seguridad social, muy probablemente la correlación también sería negativa. Es decir, que en la medida en que el nivel de cobertura de la seguridad social aumente, en esa medida también disminuiría el porcentaje de la población que es propietaria de su vivienda. ¿Por qué?
Una posible explicación, y esta constituye la segunda hipótesis que me propongo plantear en este texto, es que en países en que el sistema de seguridad social es muy precario, el ser propietario de una vivienda podría ser una estrategia para subsanar la falta de sistemas de seguridad social. En México solemos pensar en la vivienda como parte del patrimonio de las personas, pero es muy probable que también esté desempeñando la función de sustituto del sistema de seguridad social. Es decir, que el ser dueña de una vivienda se convierte en la forma de asegurar el futuro y el retiro.
Sin embargo, poseer una vivienda también puede tener efectos perversos. Primero, las personas que adquieren una vivienda lo hacen invirtiendo una considerable cantidad de su ingreso mensual en el pago de su hipoteca, lo que disminuye el ingreso disponible para otro tipo de gastos como educación, alimentación o el cuidado de la salud. Segundo, con las tendencias actuales de dispersión de las ciudades Latinoamericanas, las personas que compran una vivienda en las periferias se ven obligadas a dedicar una considerable cantidad de horas para sus transportes cotidianos, lo que disminuye su calidad de vida y absorbe gran parte de su ingreso mensual. Tercero, en muchos casos, las personas que compran una vivienda en las periferias pierden su inversión y en lugar de aumentar su patrimonio, lo disminuyen. En México tenemos un grave problema de viviendas de interés social abandonadas en las orillas de las ciudades. Las personas ya no pueden rentar ni vender esas propiedades, por lo que están optando por regresarse a la ciudad central, dejar de pagar sus mensualidades, y dejarlas perder.
Por el contrario, es probable que en ciudades donde el sistema de seguridad social es más robusto, donde el retiro y la pensión están aseguradas, entonces la gente no tenga la necesidad de construir su patrimonio a través de hacerse de bienes inmuebles. Es probable que el retiro, el bienestar en el futuro, y el patrimonio, se aseguren a través de otras estrategias, pero no a través de comprar vivienda. Desde luego, hay que tomar en cuenta otro tipo de explicaciones alternativas para los casos de Helsinki y Copenhague, pero de cualquier manera vale la pena poner a prueba las hipótesis, incluso para descartarlas.
¿Qué implicaciones podrían tener estas hipótesis para las ciudades mexicanas, y latinoamericanas? Si resultaran ciertas, entonces tendríamos que cuestionarnos si los esfuerzos de política urbana deberían estar enfocados en aumentar el número de personas que son dueñas de sus viviendas, o en fortalecer los sistemas de seguridad social en nuestras ciudades. Poner a prueba estas dos hipótesis requiere de más investigación, recolección de datos para una muestra más amplia de ciudades, y mayor análisis. Esperemos que cada vez más investigadores se interesen por estudiar con mayor profundidad la relación entre la tenencia de la vivienda, los sistemas de seguridad social, y el desarrollo económico y de bienestar en las ciudades.
[1] Los datos corresponden a las siguientes regiones y ciudades: De África, Alejandría, Cairo, Casablanca, Khartoum, Marrakech, Mombasa, Nairobi, y Rabat; de América, Belo Horizonte, Bogotá, Buenos Aires, Córdoba, Curitiba, Guatemala, Guayaquil, La Paz (Bolivia), Lima, Río de Janeiro, Rosario, Sao Paulo, Salta, Salvador de Bahía y Tegucigalpa; de Asia, Bandung, Yakarta, Katmandú y Tokio; y de Europa, Copenhague, Helsinki, y Sofía.
*David López García. Coordinador del Laboratorio de Innovación Democrática (LID).
Tomarán muestras de ADN a familiares de personas desaparecidas en Zapopan

La brigada del Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses (IJCF) visitará esta semana el municipio de Zapopan para acercar sus servicios a familiares de personas desaparecidas, a quienes se les realizarán entrevistas contextuales y tomas de muestras de ADN.
El servicio se dará el jueves 27, viernes 28 y sábado 29 de noviembre, en un horario de 09:00 a 17:00 horas, en la Unidad Administrativa Basílica del Gobierno de Zapopan, ubicada en Prolongación 20 de noviembre, sin número, en la Colonia Centro de Zapopan.
Los interesados pueden solicitar una cita a través de un mensaje vía WhatsApp o llamada telefónica al número 33-1411-2215.
Durante la entrevista contextual, la familia puede aportar información, fotografías y la descripción de física de la persona desaparecida, características particulares como cicatrices, tatuajes, prótesis o cualquier otro dato individualizante.
Requisitos que deben presentar los familiares durante la toma de muestra de ADN en la Unidad Administrativa Basílica, de Zapopan
Luego de la entrevista, personal del IJCF realizará la toma de muestra de ADN de algún integrante del grupo familiar nuclear de la persona desaparecida, como puede ser madre, padre, hijas, hijos, hermanas o hermanos.
La información recabada se integra en la base de datos del IJCF, con el propósito de que haya un cotejo continuo de dichos datos y es exclusiva para la búsqueda e identificación de personas.
Los requisitos que deben presentar los familiares son identificación oficial vigente con fotografía y para los menores de edad se requiere la Clave Única de Registro de Población (CURP).
El edificio se ubica a un costado de la Basílica de Zapopan, entre los cruces de las calles Javier Mina, Emiliano Zapata y Eva Briseño.
Descuentos en chequeos médicos para hombres llegan a la Cruz Verde de Zapopan

El programa “Sin estigma nos cuidamos” se ofrecerá también en las unidades de Cruz Verde de Zapopan.
Este programa dirigido a la salud masculina inició el pasado 12 de noviembre en El Hospitalito y ofrece 60 por ciento de descuento en la valoración integral.
Las autoridades anunciaron que este programa de descuentos extiende su vigencia al 31 de diciembre de 2025.
“Queremos darles la noticia que este programa con tal de que llegue a más personas y romper los pretextos, lo hemos ampliado a todo el mes de diciembre no sólo en El Hospitalito, sino también vamos a estar ofreciendo el servicio en Cruz Verde Norte, que es ‘La curva’, Cruz Verde Las Águilas o Sur, Santa Lucía en la zona poniente y Villa de Guadalupe”, explicó el director general de los Servicios de Salud del Municipio de Zapopan, Miguel Ricardo Ochoa Plascencia.
Esta iniciativa busca generar conciencia en los hombres de la importancia de hacerse una evaluación médica, al menos una vez al año, para prevenir y detectar oportunamente enfermedades, no sólo el cáncer de próstata.
450 y 650 pesos cuestan los estudios médicos integrales en la Cruz Verde
En las Unidades de Cruz Verde Sur, Norte, Villa de Guadalupe y Santa Lucía se ofrecerá desde este lunes, el paquete de 450 pesos que incluye: antígeno prostático, química sanguínea de seis elementos, biometría hemática, hemoglobina glucosilada, examen general de orina, radiografía de tórax y consulta de medicina general.
“Estos exámenes nos pueden ayudar a detectar múltiples condiciones de función renal, de metabolismo, glucosa, ácido úrico, hemoglobina, plaquetas (…) Vamos a ver cómo está el examen general de orina, especialmente el antígeno prostático como un elemento de prevención”, explicó Ochoa Plascencia.
“Estamos buscando muchas más cosas y queremos aprovechar la oportunidad de que si alguien acude no sólo le hagamos el antígeno prostático pensando en el cáncer de próstata, sino que aprovechemos para hacerle todo el espectro de posibilidades más comunes que enfrentan los varones de más de 40, 50 años”.
En el Hospitalito se ofrece el mismo paquete y otro que incluye el eco prostático de 650 pesos.
La atención para este programa es de lunes a domingo de 7:00 a 10:00 horas, excepto en Cruz Verde Villa de Guadalupe que tendrá este servicio de lunes a viernes en el mismo horario.
El Hospitalito ubicado Ramón Corona 500, colonia Centro de Zapopan. Para mayor información al número: 33 46 83 24 80.
Unidades de la Cruz Verde
Sur en avenida López Mateos Sur 3535, colonia Las Águilas.
Dr. Luis Farah 550, colonia Villa de los Belenes.
Villa de Guadalupe, Carretera a Saltillo 100, colonia Villa de Guadalupe.
Santa Lucía, avenida de La Presa 795, colonia Santa María de los Chorritos, Santa Lucía.
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