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Tlajomulco exige obras de infraestructura a fraccionadores
Durante la administración 2015-2018, una empresa desarrolladora interpuso una demanda contra el gobierno de Tlajomulco ante el Tribunal Administrativo del Estado (TAE), cuya resolución favorable fue emitida.
El Gobierno municipal actual, al no poder desacatar esta resolución, condicionó a la empresa para que ésta realizara distintas mejoras en la infraestructura, pues se cuenta con el antecedente de que esta desarrolladora ha realizado varios desarrollos sin dotar de obras de urbanización.
La condición que se impuso a la empresa para poder construir es en dos sentidos. Primero, que antes de edificar el fraccionamiento llevara a cabo obras de mejoramiento urbano en los distintos desarrollos construidos con anterioridad, como son los fraccionamientos Punta Coral, Quintas del Valle, Villa Esmeralda Aqua y Colinas de la Cruz.
En el caso específico de Villa Fontana Aqua Fase I a la VI, la petición de obras de remediación se hizo recientemente y el fraccionador debe cumplir a cabalidad con lo solicitado.
Allí se debe hacer una inversión de 60 millones 82 mil 611 pesos en obras de mejoramiento en las infraestructuras viales, drenaje agua potable, construcción de colectores, instalación de alumbrado público, mejoramiento de banquetas, bacheo y pavimentación, entre otros trabajos.
Segundo, que la inversión de la construcción del fraccionamiento, que se deriva de la licencia emitida por la orden del TAE y que asciende aproximadamente a 700 millones de pesos, tuviera un beneficio directo para la zona y para las personas que habitan en sus alrededores.
La empresa está obligada a contratar únicamente personal capacitado que viva en los alrededores, para lograr así la generación de alrededor de mil empleos directos; además, los materiales necesarios para poder construir deben ser comprados a empresas y comercios locales.
Al cumplir con estas condiciones, los fraccionamientos cercanos tendrán un beneficio directo con una derrama económica cercana a los 21 millones de pesos, pues los vecinos tendrán empleo y el comercio local se activará.
Durante esta administración, el Gobierno de Tlajomulco ha tenido como una de sus prioridades la atención al fenómeno de las viviendas deshabitadas, a través de programas de arrendamiento a bajo costo enfocado en personas en situación de vulnerabilidad, de tapiado de fincas para evitar que sean invadidas o utilizadas por la delincuencia, además de la destrucción de casas que nunca fueron terminadas y solo representan un foco de infección para las zonas donde se encuentran.