Cultura
Abusos que nos dejan sin Nobel de Literatura
Abusos que nos dejan sin Nobel de Literatura…
En estos tiempos que corren, las sociedades se han fortalecido. Alzan la voz y exigen como nunca antes. Se organizan (algunas veces mejor que otras) para clamar justicia para lograr un mundo en el que la inclusión, el respeto y la tolerancia, se garanticen al cien por ciento.
De un tiempo para acá, las voces se han hecho escuchar y se han adentrado en las profundidades de temas serios que afectan la imagen de, principalmente, las mujeres.
Los casos de abuso sexual, por ejemplo en el cine, resultaron en un boom. En las noticias se destapaba una cloaca de vergüenza, de voces que se callaron por años; pero llegó el momento de decir basta.
¿Y a qué viene todo esto, sí aquí hablamos de libros? Pues es que se ha dado una noticia que ha sacudido de dura forma al mundo de la literatura: el premio más prestigioso que se puede otorgar a un escritor es el Nobel. Este año se declarará desierto.
El escándalo
No es por falta de contendientes de calidad. No, todo se debe a que la Academia Sueca encargada de dar el fallo, se vio envuelta en una seguidilla de acusaciones por abuso sexual. Un escándalo que los llevó a decidir que este año no habrá ganador; que primero deberán hacer una limpia interna para después pensar en entregar el galardón.
El caso es realmente perturbador, es indignante, tan es así que creo que la Academia ha tomado una decisión razonable, pues de lo contrario pudiera existir ese menosprecio de que se ha dado un premio en una época oscura, y esto podría restarle méritos al ganador; a pesar de que es una situación ajena al mismo.
El recuento de lo sucedido es que Jean-Claude Arnault, fotógrafa francesa y figura reconocida en el mundo artístico sueco, era esposa del ex miembro de la Academia, Katarina Frostenson, a quien se le acusa de agresión sexual y violación por parte de 18 mujeres.
Frostenson renunció tras el escándalo, y se fueron junto con él otros cinco miembros; dándole un duro golpe al Nobel y por lo cual se optó por no entregarlo este año.
Histórico
Las repercusiones de este hecho, para comprender el poder del contexto, son tales, que la última vez que el Nobel no se entregó fue en tiempos de la Segunda Guerra Mundial.
Detengámonos un momento a reflexionar. Que tiempos tan duros y de cambios son los que estamos viviendo. Nadie está exento, y es un hecho que para llegar a ser esa sociedad funcional que parece somos por encimita, en el fondo estamos muy distantes de serlo.
Aplaudo esta decisión; es valiente, pues pudieron hacer como si nada hubiera pasado y entregarlo en tiempo y forma; pero los tiempos de pretensiones quedaron atrás. Hoy son los tiempos de la lucha por la igualdad, por la justicia, por la dignidad y el respeto.
A pesar de que se dan pasos pequeños, o que pareciera es un cuento de nunca acabar, esto es lo que realmente está escribiendo la historia. El 2018 se pone una manchita: como el año en el que no se entregó el Nobel de Literatura.
Lo que sí, es que el próximo año se ha dicho que se entregarán los correspondientes al 2018 y al 2019. Esto, hay que verlo por el lado optimista, nos dará para especular mucho tiempo sobre quienes se merecen ganar; quienes son los candidatos serios y también comprobar que tan golpeada estará la imagen del premio más codiciado en el mundo de la literatura.
Es una tristeza que este año tampoco se le dará el Nobel a Haruki Murakami, el eterno líder en las apuestas, pero pensemos a futuro, ya que el próximo año se darán por lo menos a un par de nombres ganadores; sus chances aumentan para ahora si pegarle al grande.
Los que suenan
Otros nombres que seguirán en el tintero son el de Joyce Carlo Oates; que aprovechando de que intentarán hacer un premio políticamente correcto, es casi un hecho que una mujer será reconocida. Carol Oates ha hecho méritos suficientes y de más para ya ser considerada a ganar.
Seguirá quien sueñe con ver a Stephen King pasar a dar el discurso de ganador, o a algún latinoamericano; que hace ya un tiempo que no se les reconoce de este lado del charco.
O tal vez sorprendan con otro cantante, como ocurrió con Dylan, es impredecible, pero es importante entender que las instituciones saben cuándo dar un paso al costado; cuando se ven rebasadas por situaciones que apremian y que es momento de ser solidarios y velar por llegar a una sociedad incluyente, en la que se conviva con armonía sin caer en temas tan terribles como el que se ha dado en esta ocasión.
Óscar Beltrán ha trabajado en medios impresos y radiofónicos como reportero en las fuentes de cultura, policíaca y deportiva. Ahora se desempeña como editor en jefe de la aplicación para smartphone «Plans».