Cultura
Rita Vega, empatía por lo onírico
La obra de Rita Vega exige una segunda mirada por el impacto que nos causa la belleza de sus personajes, en especial, sus mujeres, melancólicas y sensuales.
Sus pinturas son en su mayoría monocromáticas debido a que una operación sufrida no le permite enfocar correctamente y le ha provocado además hipersensibilidad (según ha expresado en entrevistas); por lo que se refugia en la carencia del color para mitigar su dolencia.
Autorretratos y mujeres predominan en sus pinturas, a veces con un toque sutil de color que resalta la belleza del trabajo. Sus técnicas son variadas: pastel raso, seco, lápiz, acrílico y óleo, que le han llevado a ser parte de colecciones en distintas ciudades.
Nacida en Guadalajara, Vega estudió Artes Plásticas. Desde el inicio de su carrera las mujeres se han convertido en las protagonistas de sus piezas, ellas habitan mundos que rompen con la realidad y cruzan el umbral de lo onírico.