Cine
The Disaster Artist o cómo hacer una película con tus amigos y tener éxito
The Disaster Artist…
Antes de iniciar: Para entender la belleza de The Disaster Artist deben ver The Room; júntense con sus amigos, compren palomitas, refrescos y dejen que la simplicidad de la locura, una pieza maestra salida de la mente de un niño adulto, los deslumbre.
The Room (2003), la ópera prima de Tommy Wiseau, es una obra de culto (básico); una comedia maravillosa no intencionada que cambió la manera de calificar y disfrutar el cine; ella nos entregó la categoría “es tan mala que es buena”. Antes sólo se decía: es mala, pero Wiseau giró las ruedas y nos dio comedia en su estado puro: burlarse de la tragedia.
Es justo hacerle un homenaje, es justo también entender qué hay detrás de una cinta; las ambiciones, sueños, amistad, trabajo duro, entrega, dramas, ficción y talento (sea entendido o no) de los que hacen, viven y respiran cine. Éste es un filme de cómo hacer un filme, un homenaje a la Serie B, a la comedia y drama.
The Disaster Artist (2017) es eso y más. James Franco dirige la adaptación, tanto del libro The Disaster Artist de Greg Sestero, como la filmación de la película que inspiró esta obra. En ella actúan James, Dave Franco, Ari Graynor y, el siempre fiel amigo del director, Seth Rogen.
La trama
Greg Sestereo, un soñador aspirante a actor de cine, conoce al misterioso, posible vampiro de otra dimensión con una cuestionable fortuna, llamado Tommy Wiseau; ambos son rechazados en Hollywood y deciden hacer una película juntos para demostrarle al mundo de qué están hechos y alcanzar sus sueños: ser estrellas.
Ésta es una de las mejores comedias que he visto; hace tiempo no quedaba sorprendido por el peso puro de una simple historia. El trabajo de Franco como director es interesante; dedica sus esfuerzos a mimetizarse y copiar de manera casi perfecta al objetivo de inspiración y quien dispara la trama: Wiseau.
Mientras que Dave Franco entrega un trabajo limpio; la pureza humana, la muestra de sentimientos, acciones, actuaciones y simplicidad, lo absurdo en un mundo desesperado por tener sentido, es lo que hace a esta cinta una pieza maestra de la comedia de 2017.
La leyenda en la que se inspira, es casi perfecta, como es copiada con exactitud y atrapa. A diferencia de The Room, una pieza cinematográfica incómoda, mal ejecutada, dirigida, vendida, escrita y filmada, Disaster es brillante porque se inspira en una película brillantemente mala.
Su contexto, discurso y fondo no se basan en la comedia de contacto, golpes, bromas tontas, pedos o chistes desesperados por hacer reír; es el resultado de las acciones y decisiones de sus personajes. Tragedia que fluye natural en una situación común en la vida, sueños frustrados e individuos tratando de sobresalir en un mundo incierto y frío.
James Franco es un actor al cual no alabo por sus decisiones (podría llamarlo promiscuo), no obstante, cuando desarrolla y presenta un producto creado por él, acierta, hace pensar y reír. Es pesado, a veces odioso, y lo admiro. Decide decirle ser incómodo.
¿Hay que verla?
Si aman The Room, las malas e inspiradoras películas, The Disaster Artiste es un justo homenaje que pone a Franco al nivel de los grandes maestros de Hollywood; no es pretencioso, es humilde y odioso, dos elementos que hacen de la tragedia una comedia entretenida de principio a fin.
Tienen que vivirla para contarla. Hasta entonces saludos y recuerden, así como en la vida, todo pasa en el cine.