Cine
Mega Tiburón, tan mala… ¡Qué es buena!
Éste fue el verano de la testosterona; rascacielos en llamas, misiones imposibles, superhéroes, zombies y claro: tiburones gigantes contra héroes de película de acción; sí señores. The Meg (2018) o “Mega Tiburón contra Jason Statham”, es lo último en cartelera y es una belleza dentro del género de “es tan mala, que es buena”.
La trama
Jason Statham—como Jason Statham—descubre que Jason Statham debe ayudar a un grupo de investigadores marinos; nuestros científicos han desatado el hambre de un tiburón prehistórico en las costas de China. Armado con arpones, mini submarinos, explosivos, cuchillos y actitud, nuestro héroe tratará de volar a ese hijo de perra y salvar el día.
Algo… extraño del filme es que parece una carta de amor a Statham, a lo macho que es y que todos quieren tirárselo.
En acción y suspenso es genial. Hay una escena donde Statham apuñala al tiburón gigante y —¡carajo! —si en los años 80 o 90 hubiera visto a Bruce Willis o Arnold Schwarzenegger hacer eso, hubiera sido una infancia completa, un momento fantástico. Sin duda vivo en una de las mejores épocas del cine. Sí lo dije, esta es una gran época para hacer películas.
Homenajes
Pooor supuesto la película es un homenaje a la franquicia de Jaws; de hecho, su trama tiene que ver con Jaws 3D, hasta ahí se las dejó. Sin embargo, podemos ver un montón de escenas, ideas y personajes que han aparecido en otras entregas—populares y no—de escualos. Es un festival para los amantes del género.
Las actuaciones
Algo maravilloso de ésta es que todos los personajes te importan. Todos los actores entregan un trabajo decente; ellos actúan lo justo para que te sientas interesado en su vida, en quiénes son, qué hacen y, cuando un mega tiburón se los come, sientes lástima por ellos. Eso es nivel, señores.
Efectos especiales
Una cinta de tiburones no es nada sin efectos prácticos ni especiales. The Meg, no se queda corta, es un viaje a las profundidades con tomas bien hechas, bella fotografía y pantallas verdes; el tiburón se ve amenazante; algunas partes se ven falsas, un poco chafas; no obstante, disfrutas continuamente de lo que la pantalla te arroja.
¿Hay que verla?
¡Por Dios, mis niños, tienen que verla! Lleven a la familia; saquen los flotadores, su batirrepenlente contra tiburones, toallas y vayan al cine a disfrutar de esta cosa única y absurda. Claro, no será premiada por la academia, sí se divertirán a mares con uno de los absurdos prehistóricos más entretenidos que este año me ha tocado presenciar en la pantalla grande.
Hasta entonces, saludos y recuerden, así como en la vida, todo pasa en el cine.
Sala 3 Cine Arthur Tartarosky Entretenimiento
Arthur Tartarosky es un cinéfilo, amante de los libros y sobre todo, de lo bien hecho.