Cine
Murder on the Orient Express: un remake que no llegó a la estación
Las películas de misterio son divertidas, todos nos sentimos intrigados por éstas, es coquetón para resolver o averiguar quién es nuestro asesino y el remake de Murder on the Orient Express (2017) prometía mucho. Parecía un juego retador del gato y el ratón, sin embargo, lo único que salva a la entrega es su increíble elenco de actores.
No obstante, no me adelantaré. Murder on the Orient Express es un filme de misterio y drama dirigido por Kenneth Branagh y actúan Michelle Pfeiffer, Daisy Ridley, Judi Dench, William Defoe y Johnny (No le hago de Jack Sparrow) Depp y muchos otros. La historia está basada en el famoso libro, del mismo nombre y que ha sido llevado al cine en varias ocasiones, de la escritora Agatha Christie.
La trama. En un lujoso tren que viaja por Europa ha ocurrido el asesinato de un personaje oscuro llamado Ratchett (Johnny Depp) y sólo el famoso detective belga Hercule Poirot (Kenneth Branagh es el duodécimo actor en encarnar al detective en la pantalla grande) puede descubrir al asesino, pero… existe un problema: hay 13 sospechosos. El tiempo corre y el criminal podría escapar impune.
Esta cinta tiene un gran tono de época; es diferente y se toma su tiempo para ser, para tener personalidad en lo superficial, se nota en su producción; tiene clase, sus colores, cinematografía, fotografía en pantallas verdes, y elementos visuales, son geniales, es una entrega que vale la pena verse en el tema del estilo.
Lo anterior no la salva de carecer de sentido y fuerza; sí es una historia de dolor, misterio y crimen, pero es lo que llamaría “blanda”, un cartón mojado. Tarda en desarrollarse, hace pausas incómodas durante la historia, tiene poco humor y la atmósfera de misterio es poco motivadora y es fácil de resolver. Es lo que llamaríamos “película de cable dominguera”, una que ves en casa cuándo ya se ha terminado el dinero de la quincena.
Es en momentos aburrida, tiene ángulos de cámara que distraen y son raros, lo anterior me lleva a pensar que la cinta no estaba planeada para ser una adaptación tipo Sherlock Holmes (2009) de Guy Ritchie, sino presentar una narrativa clásica, anticuada, lenta, que trata de construir una atmósfera, de atraer y atrapar. Al final termina siendo floja y no cuaja perfectamente, no podemos pedir acción todo el tiempo, las películas necesitan un ritmo, mas ésta se toma demasiado y parece perdida en ocasiones.
Incluso Michelle Pfeiffer describió la realización como «engañosamente desafiante» debido a la naturaleza y desarrollo del lenguaje de la época, al cual tuvo que adaptarse y le causó uno que otro quebradero de cabeza.
Insisto, el elenco de la película es lo que la salva, incluye dos ganadores del Oscar: Judi Dench y Penélope Cruz; y cuatro nominados al Oscar: Kenneth Branagh, Willem Dafoe, Michelle Pfeiffer y Johnny Depp.
Es agradable, se agradece, que intente “ser ella”, por desgracia eso no es suficiente y el filme sufre de mucha mercadotecnia que cumple lo que vende: mucho actor famoso en una historia que pudo ir directamente a la tele.
Si van al cine quizá la disfruten si llevan mucha paciencia empaquetada. Véanla en días de promoción. Pondrá a prueba, por poco tiempo, sus capacidades detectivescas y ver a estos actores en un vagón de tren, con cara de culpables, vale poco la espera en la estación. Si no les interesa, quítense del camino de esta locomotora muy ruidosa y poco veloz.
Hasta entonces, saludos y recuerden: así como en la vida, todo pasa en el cine. Escribe a japr02@hotmail.com