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Los últimos cinco años de David Bowie: The Last Five Years
Por David Rangel
La noticia de la muerte de David Bowie, ocurrida el 10 de enero de 2016, tomó por sorpresa al mundo de la música. La noticia de su enfermedad la conocían pocas personas de su círculo íntimo y algunos colaboradores. Parte de lo que incrementó la sorpresa fue que apenas en noviembre del año anterior se había publicado el sencillo “Blackstar” y un poco después “Lazarus”. Tal vez muy pocos supieron interpretar la iconografía clara y reveladora en ambos temas que anticipaban la muerte del artista.
David Bowie: The last five years
https://www.youtube.com/watch?v=C2bL6ARhkUw
A propósito del aniversario luctuoso, Francis Whateley, grabó el documental The last five years, dónde se registra el proceso creativo de The next day (2013), la obra de Broadway, Lazarus (2015) y Blackstar (2016). Bowie se había alejado de la vida pública y el trabajo de Whateley sirve para reconstruir lo acontecido desde su retiro de los escenarios hasta su muerte, ofreciendo algunos visos que clarifican el halo de misterio de los años de reclusión del músico londinense. Para ello, el director se sirve de material visual inédito, entrevistas de archivo, a colaboradores y amigos de distintas épocas como el productor Tony Visconti, Gail Ann Dorsey, Carlos Alomar, Earl Slick o en sus últimos años María Schneider y el ensamble de Donny McCaslin. Todos ellos dan cuenta del carácter de David Robert Jones detrás de sus múltiples máscaras.
Si bien la obra está enfocada como su título lo indica a los últimos cinco años, se hace una mirada retrospectiva y sintética para entender el sentido y algunos de los motivos presentes en su etapa creativa final. Las viejas entrevistas en voz del propio Bowie sirven como marco de referencia a los distintos periodos y temas que se exponen a lo largo del film.
La película arranca dando el contexto de la gira A Reality Tour (2003-2004), con un Bowie lleno de buen humor y energía, que disfrutaba la gira más larga de toda su carrera —que sumó 112 conciertos en total—, pero también en la que Bowie comenzó a presentar problemas cardíacos, al finalizar su presentación en el Hurricane Festival en Alemania, terminaría desvaneciéndose al bajar del escenario, esto debido a una arteria bloqueada. Bowie tuvo que ser intervenido quirúrgicamente y ese evento lo llevó a tomar la decisión de abandonar los escenarios para siempre. La bajista Gail Ann Dorsey narró al respecto: “La presentación en Hamburgo fue un festival, así que fue un set más corto. Recuerdo bajar las escaleras detrás de él, después de que terminamos. Cuando él bajo completamente, se desplomó. Estaba muy enfermo y cansado. Lo llevaron de prisa al hospital y esperamos pacientemente en Hamburgo unos pocos días, eso fue el final, el último show.” (Rolling Stone, 2016) .
David Bowie – Live – Heroes- at Hurricane Festival (2004)
Posteriormente, Bowie tendría un par de apariciones en el 2006, acompañando a David Gilmour en dos temas en el Royal Albert Hall y la última aparición para un concierto de caridad el mismo año en Nueva York. Los rumores sobre la salud y posibles participaciones en festivales llenaron esporádicamente las notas en su ausencia.
David Bowie’s Last performance 2006
Siete años después de su retiro voluntario, envuelto en secreto y con el mayor sigilo, comienzo a trabajar en The Next Day y el documental nos ofrece un interesante recorrido sobre la gestación del álbum, así como algunas intuiciones en torno a los contenidos y el sentido de un Bowie que hace una valoración de su propio pasado, su percepción de la fama y su papel como artista.
David Bowie Where are we now
Bowie consciente de su enfermedad, se embarcó en dos proyectos: realizar un musical en Broadway, además de escribir Lazarus (2015) y simultáneamente comenzó a componer Blackstar junto a Donny McCaslin y su banda, álbum que sería publicado cuando el cantante cumplió 69 años.
The Last Five… es sin duda un documental altamente recomendado para los fans, que llenarán de algún modo el hueco dejado por sus años de silencio mediático y por otra parte, no está exento de un recorrido musical vertiginoso a través de treinta años de carrera o de sesiones breves en las que los músicos interpretan parte de los dos discos postreros. Lo más valioso es que es un retrato humano de Bowie que se había vuelto opaco, a tal punto de convertirse en esa estrella negra que construía los símbolos de su propia muerte, y los mostraba en los estertores de su existencia. El músico que ya no era Ziggy Stardust, Aladdine Sane o Hunky Dory o cualquiera de sus alter ego, sino más cercano al verdadero David Robert Jones, tal como él mismo declaró en alguna ocasión:“ El envejecimiento es un proceso extraordinario donde usted se convierte en la persona que debía haber sido siempre” .