Xhani, la muñeca bilingüe que enseña otomí

¿Y si agregáramos tecnología  a nuestros juguetes tradicionales?, ¿y si hiciéramos de ellos una herramienta para el rescate de nuestras tradiciones y las lenguas indígenas de México?

Estos planteamientos pasaron de la imaginación a los hechos en 2015 gracias a un grupo de investigadores, egresados de la carrera de antropología de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ), quienes fundaron el proyecto Yosoyoho, enfocado en el rediseño, fabricación y distribución de juguetes populares mexicanos que incentivan el rescate del idioma otomí (hñähñu) en el estado de Querétaro.

Así nació Xanhi, la muñeca otomí que, a diferencia de las tradicionales, cuenta con un dispositivo electrónico que le permite reproducir frases en otomí (hñähñu) y traducirlas al español. Las siete frases que reproduce se diseñaron de acuerdo con el público al que se quiere impactar: niños, turistas y familias.

XAHNI, en hñäñho/otomí, significa transmitir conocimiento.

Impulsado por Laura Arciga Hernández, Julieta Aguirre Jiménez, José Alfredo Reyes Lugo y Román Sauza López, el proyecto tiene como base una profunda investigación social de seis años con comunidades indígenas del municipio de Amealco de Bonfil, en el estado de Querétaro.

A través de su trabajo, el colectivo busca borrar los estigmas que los núcleos urbanos generan sobre los indígenas, considerados como personas introvertidas, que no se adaptan a los contextos culturales donde migran. Por ello, Xahni porta una vestimenta similar a la que actualmente utilizan la comunidad otomí en las ciudades.

De acuerdo con el INEGI, solo el 6.5 por ciento de la población mexicana —que supera los 127 millones de habitantes—, habla alguna lengua indígena, es decir, poco más de 7 millones personas, de las cuales, el otomí está presente en el 4.5 por ciento.

Según la Comisión del Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI), en Querétaro más de 31 mil personas hablan algún dialecto.

Actualmente Xhani puede adquirirse por internet en 9 modelos diferentes en un precio de entre 410 y 530 pesos, según su tamaño. Los ingresos por la venta de la muñeca bilingüe son distribuídos entre Yosoyoho y las mujeres artesanas que las confeccionan.