Internacional
Israel y la Ley Estado-Nación
Ley Estado-Nación…
El pasado 19 de julio del presente año, la Knéset –parlamento israelí–, aprobó la polémica Ley de Estado-Nación, mediante la cual se constituye al Estado de Israel como la nación del pueblo judío. La ley ha recibido una fuerte aceptación por parte de los ciudadanos de dicho país, pero ha sido objeto de condena a nivel mundial; incluso por las comunidades judías en el extranjero.
Discriminación
El problema con la definición del Estado de Israel, como nación judía, es que termina de formalizar la discriminación que sufren los ciudadanos árabes en el territorio; es decir, transforma a estos últimos en ciudadanos de segunda clase. Sin mencionar que a partir de ello el hebreo se convierte en la lengua oficial; rebajando al idioma arábigo a un “estado especial”.
Otro asunto que genera conflicto con la Ley de Estado-Nación es que establece a Jerusalén –unificada–, como la capital de Israel; asunto por demás sensible, debido a que Palestina considera a Jerusalén Oriental como la capital de su territorio. No debemos olvidar el escándalo internacional que se produjo, cuando Donald Trump reconoció a Jerusalén como la capital de la nación, y anunció que trasladaría la Embajada de Estados Unidos a dicha ciudad.
Desplazamiento
Sin embargo, lo más problemático de esta norma es que establece como “valor nacional” a los asentamientos judíos, impulsando su florecimiento. En otras palabras, continuará la política ilegal de construcción de los asentamientos israelíes en los territorios ocupados, desplazando a los palestinos de su propia tierra.
Esta ley reconoce lo que desde hace años el mundo ya advertía: Israel aplica un sistema de Apartheid, separando a los judíos como ciudadanos de primera de todos los demás que ocupan el territorio, quienes adquieren la cualidad de ciudadanos de segunda.
La Comunidad Internacional debe tomar medidas al respecto, pues en pleno siglo XXI este tipo de legislaciones no tienen cabida.
Mauricio Beruben es licenciado en Estudios Políticos y Gobierno por la Universidad de Guadalajara. Trabajó en el Instituto de Estudios del Federalismo como asistente de investigación. Tiene interés por los Derechos Humanos, el cine y la música.
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