Nacional

Capos del narco asesinados por ‘El Chapo’, según ‘El Rey’ Zambada

Publicada

El juicio que se realiza en la ciudad de Nueva York en contra de Joaquín Archivaldo Guzmán Loera, “El Chapo”, desveló los detalles de tres brutales asesinatos; —de más de 30 presuntamente— ordenados contra capos de la droga por el acusado, originario de La Tuna, Sinaloa.

Las confesiones fueron hechas por Jesús Reynaldo Zambada García, “El Rey”, ex jefe del cártel de Sinaloa, detenido en 2008 junto a 15 presuntos sicarios en la Ciudad de México y extraditado a Nueva York en 2012.

En busca de una reducción de su condena a cambio de ayudar a las autoridades estadounidenses, el hermano de Ismael Mario Zambada García, “El Mayo”, —presunto líder del cártel del Pacífico junto con Guzmán Loera y Juan José Esparragoza Moreno, “El Azul”—, no dudó en contar los motivos y las maneras por las que se cometieron los crímenes que atribuyó a su ex jefe.

1. El desplante que le costó la vida a Rodolfo Carrillo Fuentes

La guerra entre el cártel de Sinaloa y la banda de los Zetas; —aliados entonces del cártel de Juárez—; que se libraba en 2004; distanció a Guzmán Loera de Rodolfo Carrillo Fuentes integrante del cártel de Juárez.

En busca de una tregua, “El Mayo” Zambada reunió a ambos capos de la droga pero el encuentro no acabó en los mejores términos. Al despedirse; “El Chapo” Guzmán extendió la mano a Carrillo Fuentes, hermano de Amado, “El Señor de los Cielos”; pero éste no le respondió el gesto.

Advertisement

Según “El Rey”, ese desplante provocó la ira de Guzmán quien presuntamente mandó ejecutar a Carrillo Fuentes: más de 300 balas de rifle AR-15 fueron disparadas el 11 de septiembre de 2004 en la plaza “Cinépolis” de Culiacán, Sinaloa, en contra del capo y su esposa.

Los Carrillo Fuentes vengaron esa muerte ordenando el asesinato de Arturo Guzmán, hermano de “El Chapo”.

Foto: Debate.

2. El precio de la desobediencia

A mediados de julio de 2005 otra espectacular balacera se desató en las calles de Culiacán, Sinaloa.

En el lugar quedaron cinco cuerpos sin vida: cuatro agentes de la Policía Estatal Preventiva de Sinaloa y Julio César Beltrán Quintero, de 37 años, fueron acribillados. Más de 300 casquillos, ocho armas largas y ocho pistolas fueron recogidas por las autoridades; según registros de la prensa local.

De acuerdo con la narración de “El Rey” Zambada durante el juicio en Nueva York, uno de los sicarios que perpetró el crimen contó a Guzmán Loera que habían disparado tanto contra el cuerpo de Beltrán Quintero que la cabeza se le había desprendido y le había quedado colgada “por un pedacito”.

El integrante del cartel de Sinaloa y familiar de los Beltrán Leyva fue ejecutado porque “no hacía caso”, según dijo Zambada, y desobedeció la orden de “El Chapo” de no enviar un cargamento de cocaína a Acapulco, Guerrero.

Advertisement

Aspectos de uno de los vehículos implicados en la balacera. Foto: Javier Valdez.

3. La muerte de Ramón Arellano Félix; satisfacción de “El Chapo”

Tuvo que pasar una década para que Guzmán pudiera deleitarse con la ejecución de: Ramón Arellano Félix.

La madrugada del 8 noviembre de 1992, Ramón y su hermano Francisco Javier —sobrinos del capo de la droga Miguel Ángel Félix Gallardo, conocido como el “Jefe de jefes”, fundador del primer cártel de Guadalajara—, estuvieron a punto de ser asesinados en Puerto Vallarta.

El impresionante operativo registrado en la discoteca “Christine”, presuntamente orquestado por “El Chapo”, quedó registrado en la prensa nacional: unos 50 sicarios con chalecos antibala, granadas y rifles R-15 y AK47 rodearon el centro nocturno e irrumpieron en el interior.

En menos de 8 minutos se dispararon más de 1000 tiros dentro y fuera del lugar: seis muertos y tres heridos graves fue el saldo oficial; los hermanos Arellano Félix no estaban entre las víctimas; lograron esconderse en los ductos de aire acondicionado del sitio y escaparon ilesos.

Un año más tarde, Ramón, famoso por disparar a sangre fría sobre el rostro de sus adversarios, intentó vengarse de Guzmán Loera en el Aeropuerto Internacional de Guadalajara donde resultó muerto el Cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo.

Según Zambada, Arellano Félix confundió al jerarca católico que viajaba en un Grand Marquis similar al que usaba “El Chapo”. Las autoridades se centraron en aprehender a Guzmán a quien acusaron del asesinato; y éste tuvo que exiliarse en Guatemala donde se le arrestó.

Advertisement

Foto: Especial.

La venganza en 2002

La guerra entre el cártel de Tijuana y “La Federación”; que luego se convertiría en el cártel de Sinaloa; continúo hasta 2002. En pleno carnaval de Mazatlán, el integrante más violento de la familia Arellano Félix murió a plena luz del día.

Lo que entonces se registró como un enfrentamiento entre policías ministeriales y narcotraficantes acaba de ser señalado por “El Rey” como una operación ordenada por Guzmán Loera.

Ángel Antonio Arias Torres, comandante de la Policía Ministerial, quien según Zambada trabajaba para “El Chapo”, se topó con Ramón quien se identificó con un gafete de la Procuraduría General de la República a nombre de Jorge Pérez López.

En un descuido del uniformado el pistolero le disparó en dos ocasiones en el pecho. Casi muerto; el comandante alcanzó a reaccionar en contra de su agresor a quien le dio un tiro en la cabeza. Ambos quedaron muertos sobre la banqueta.

Tres años después, durante una reunión en la Sierra de Sinaloa “El Chapo” Guzmán le habría dicho a Zambada que si algo le daba gusto en la vida era haber matado a Ramón Arellano Félix.

Foto: El Debate.

 

Etiquetas: Periodismo   Juicio del Chapo

Advertisement

Leave a Reply

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

LO MÁS VISTO

Salir de la versión móvil