Nacional

‘Vivimos en la época de lo políticamente correcto’: Qucho

Publicada

Qucho, el monero tierno…

Por Daniel Vázquez Zambrano y Juan Carlos Sagredo

Autentico, casi transparente, Saúl Herrera “Qucho” ha sabido conservar la sencillez de quienes desarrollan su trabajo —con indiscutible éxito— sin pretensiones ni deseos de tocar la fama o el reconocimiento masivo.

Dos décadas después de publicar sus cartones ininterrumpidamente en los medios más diversos de Jalisco y el País, “Qucho” sigue sin procesar que se ha vuelto un destacado personaje tapatío cuyo trabajo creativo despierta el interés de miles de personas en las redes sociales quienes se identifican con su trazo estilizado y su mensaje claro, divertido y tierno.

A través de esta entrevista, CuartaMx quiere compartirte la visión de uno de los cartonistas más importantes de México, al tiempo que explora los orígenes de un hombre sencillo que se ha ganado —a fuerza de genialidad y trabajo— la admiración de sus numerosos lectores.

Advertisement

—¿Por qué decidiste utilizar el seudónimo de “Qucho”?

—Bueno, debo de confesar que en un principio el seudónimo de “Qucho” no me agradaba tanto. Ese seudónimo viene de mi etapa en la preparatoria, me juntaba con un grupo de amigos, uno se llamaba Benito, otro tenía un apellido “Matute”, y a algún ingenioso se le ocurrió que yo sería el Qucho de esa pandilla que teníamos en el salón, allá en la Boca por Tlaquepaque. Me cambié de prepa, no me cambié por el motivo de que me dijeran Qucho, pero por ahí uno que me conocía me siguió diciendo Qucho y pues se me quedó con el paso del tiempo. Ahora que me dedico a la caricatura decidí usarlo, en algún tiempo firmé mis trabajos como Herrera, como es mi nombre Saúl Herrera, pero no tenían mucho punch, creo que Qucho está más chévere.

—¿Cómo nace la idea de querer ser monero?

—A mí siempre me gustó en la escuela acompañar mis tareas con dibujitos, aunque no me lo pidiera el profe, me gustaba aventarme, en lugar de tener la cartita que compraba en la papelería me aventaba un “Benito” (Benito Juárez) por mi cuenta.

En la familia sí tenía antecedentes de personas que se habían dedicado a la caricatura, como mi Bisabuelo que trabajó en El Universal de la Ciudad México por mucho tiempo, y un tío aquí en Guadalajara trabajó por mucho años en El Informador siendo caricaturista; yo en realidad no creí que me fuera a dedicar a esto, pero si descubrí que tenía cierta habilidad.

Hubo un tiempo en que esa habilidad que tenía para dibujar estuvo mal encausada porque me dedicaba también a hacer grafiti en la calle, pero una vez conocí en la preparatoria a una profesora de pintura y me dieron muchas ganas de estudiar pintura y meterme en ese mudo y cambiar los muros, por los lienzos y las acuarelas, entonces decidí entrar a la escuela de Artes Plásticas de la Universidad de Guadalajara para aprender técnicas de dibujo.

La verdad es que en un principio sí me llamaba más la pintura que la caricatura, pero me di cuenta que también tenía esa habilidad y lo hacía porque en la casa mi papá siempre compraba humor político, como revistas; lo que ahorita es El Chamuco, antes había una revista que se llamaba La Garrapata, entonces yo veía mucho dibujo de humor político más que de cómic, entonces siempre me llamó la atención ese tipo de trabajos de gente muy buena. Y me animé, por una conocida que trabajaba en un periódico y me dijo “oye, ¿por qué no llevas una carpeta?”, ya era estudiante de artes, y decidí llevar mis monos que hacía en mis ratos libres de política, los vio el director y le pareció que tenían cierto valor para incluirlos en la publicación y me sorprendió mucho que sí me hayan aceptado, y de ahí a la fecha he estado publicando durante 20 años ininterrumpidos.

Advertisement

—Después de estos 20 años de carrera y el sinfín de personajes y cartones que has creado, ¿cuáles son tus tres favoritos?

Mis personajes favoritos en este caso serían los de aquí de Guadalajara y sobre todo en el mundo del fútbol, también de política tengo personajes muy consentidos, sobre todo creo que mi personaje más exitoso ha sido la chiva, que en este caso la misma gente lo empezó a apodar como “Chivit”. Ese personaje representa al aficionado de chivas que en ocasiones llega a ser hasta presumido, que le gusta presumirle a su contraparte, que en este caso sería el “Zorri”, le presume sus campeonatos, ese personaje (el “Chivit”) es el que me ha dado más fama y mayor proyección.

El “Zorri” que es la contra parte de la chiva, pues es un personaje soñador que siempre quiere alcanzar en este caso a la chiva, y pues es una disputa que traen por ver quién es el galán de la ciudad o quién es el que se puede quedar en este caso con la “Minerva”; la “Minerva” la represento como la ciudad de Guadalajara, que es un personaje como el monumento que tenemos aquí en la glorieta, pero un poquito más de características infantiles, los tres forman parte de la historia cotidiana que yo les cuento a los aficionados de fútbol, sobre todo de aquí de la ciudad.

 

 

 —También haces cartón político, en este caso, ¿cuáles son tus personajes favoritos?

-Sí tengo varios personajes favoritos, en especial ha surgido un personaje de unos 4 o 5 años a la fecha que ha dominado la escena política, que sería el caso del actual presidente municipal de Guadalajara con licencia, que ahora es candidato a Gobernador, y disfruto mucho dibujarlo porque creo que ya le agarre la onda de la personalidad que tiene y a mucha gente también le ha encantado la idea de cómo lo dibujo, tiene cierto parecido como a personaje de caricatura como el de Tobby, un monito pelón con un trajecito como el de Kiko, de marinerito, y me ha latido la forma en que lo he abordado, creo que me ha dado mucho éxito aunque a muchas personas no le agrada tanto la idea de que lo represente así de esa forma, porque se les hace como un tipo perverso, pero a mí me gusta, disfruto mucho dibujarlo de esa manera; por otra parte está un personaje que es el contrapeso de Alfaro, que a veces lo llamo Alfi, está Aris, el gobernador del estado, que traen una disputa de hace tiempo. Yo sé que en ocasiones tomo muy a la ligera la problemática que abordo en los cartones porque son cosas en ocasiones muy serias, temas de seguridad, temas de salud, temas de política en sí, lo he manejado de forma más ligera, los personajes a veces se ven hasta un poco tiernos, un poco infantiles pero creo que a la gente le ha gustado mucho la idea de cómo se pelean, y es que en ocasiones también los pleitos que se dan son como berrinches de niño, cosas que no tienen mucho que ver con seriedad y los represento de esa manera y la gente los adopta.

Advertisement

 

 —Ahora que nos pláticas sobre lo tierno que es tu trazo, podemos notar que ha evolucionado, ¿cómo ha ocurrido ese proceso?

—En las dos formas que dibujo o en las que me desenvuelvo, tanto en política como en deporte, por ejemplo en deporte yo veía a la chiva muy bien cuando la dibujaba hace 10, 15 años, se me hacía muy padrísima y ahora que la veo pues  ya no me gusta tanto, ese cambio se fue dando de manera circunstancial por que sentí  la necesidad de irla modificando y hacerla un poco más amigable y creo que la gente también me fue dando el camino.

“Esta chiva se muy padre, síguele por ahí” y por ahí me fui, entonces ya la veo ahora totalmente distintita, la otra chiva se veía como muy decaída, muy flaca, muy desnutrida, y ahora estoy muy encantado con la chiva que estoy haciendo, y no sé, al final en unos 10 años quien sabe cómo vaya a estar, que tal que pudiera volver a los inicios.

En el tema de política, cuando uno comienza, en ocasiones, no todos, pero algunos moneros, nos inspiramos en algún cartonista, en mi caso por ejemplo yo admiraba mucho a Rogelio Naranjo de la revista Proceso y quería dibujar como él, de hecho mis primeros trabajos que entregué para el periódico que me contrató, eran imitando el trazo de Naranjo porque me gusta mucho, y cuanto tengo chance lo sigo haciendo; nunca logré dibujar como él, porque pues es un “master” pero sí me di cuenta que podía hacer algo por mi cuenta y al final es lo que buscas, cómo tratar de generar un estilo, eso me llevó a donde estoy, de cómo los hago ahorita (los cartones), quizá en unos 10 años también modificaré mi estilo.

 

Advertisement

—La situación que vive el periodismo en México es muy delicada en términos de seguridad… ¿Haz enfrentado la censura por parte de los medios?

—Yo lo que siempre contesto es que todos los medios tienen cierta línea y todos tienen cierto interés, a ti finalmente te contratan para que des tu opinión, en este caso si tú das una opinión que no va con la línea del diario, pues te topas con esto, que bien puede salir tu cartón o no. Yo creo que antes era complicado soportar el tema de la censura, ahorita tienes muchos medios para expresar tus ideas, si tienes un blog puedes echar mano de él, en caso de que el medio no acepte tu cartón lo puedes publicar en las redes sociales, finalmente te puedes expresar, incluso en Facebook se da el caso de que te puede censurar algo que parece inapropiado o si alguien te denuncia. Sí tienes que lidiar con esto y siempre tienes que tratar de ser un poco apegado a la línea del periódico.

 

— ¿Esa es la única censura que enfrentas?

—Vivimos en la época de lo políticamente correcto y el humor que manejabas hace 20 años ahorita ya está más canijo hacerlo, yo me he topado con casos… por ejemplo una ocasión que dibujé a Elba Esther Gordillo como la novia de Chuky y resulta que la directora editorial de ese proyecto era muy amiga de Elba Esther, y me dijo la editora “Sabes qué, pues no me permitieron publicar tu cartón, porque la directora es muy amiga de Elba Esther”.

En este caso yo no sabía que ellas eran amigas, y pues me sentí un poco defraudado, pero pues ni hablar; a eso me refiero cuando tú tienes tu opinión y en ocasiones no llegas a hacer mancuerna  con el medio que te está publicando, que te paga por dar tu opinión, y pues lamentablemente ahí se queda afuera el cartón.

La exposición Qucho 20 años está integrada por 24 cartones.

—¿Y la censura de los lectores?

—Creo que todos tenemos una opinión particular, y es parte de las ventajas y desventajas de las redes sociales, que todos nos convertimos en juez y parte, finalmente todos opinamos ahí, y tú como monero tienes la responsabilidad de lo que publicas, lo va a ver mucha gente y puedes llegar a influir en ciertas personas. Sí me ha tocado, por ejemplo, cuando ampliaron la VíaRecreactiva a Oblatos, me imaginé que muchos ciclistas no iban a querer ir hacia Oblatos o Santa Cecilia porque se iban a topar con cholos, y las redes sociales se encargaron de decirme que mi cartón era clasista, yo no lo vi clasista sino chistoso porque siempre hemos sabido que hay mucho pandillerismo, pues… no nada más ahí si no en todo Guadalajara, y creo que esa vez si me gané el jalón de orejas y acepté que a lo mejor sí puede haber discriminado a ese sector de la población, y pues no nada más ahí se da ese tipo de actitudes, y creo que si te ayudan las redes sociales a ir modificando ese tipo de cosas y tratar se ser un poco más cuidadoso sin caer en la auto-censura, que también la auto-cesura es algo muy canijo.

 

Advertisement

—Nos platicabas que tu trabajo consta de trasladar a una caricatura tierna o divertida, realidades muy delicada e incluso crueles ¿Cómo logras hacer esa transformación?

—En ocasiones esas cuestiones muy lamentables las tienes que resolver con humor, siempre tratas de inyectarle eso, también utilizar recursos como la sátira o la ironía, y tratar de que ese mensaje llegue al político y mostrarle el espejo de cómo se ve ante la sociedad, porque al final de cuentas en ocasiones percibo que aunque sea mi opinión personal sí eres parte de la voz de la gente, de su sentir, por ejemplo si algún político roba y no va a la cárcel pues todos sentimos como una gran injusticia, y yo trato de representarlo en el cartón, aunque en ocasiones ni siquiera pisan la cárcel (los políticos) yo trato de meterlo en la cárcel de alguna manera en mis dibujos, creo que esa es la función del dibujo.

 

 —En México es bien sabido que tratamos de ver todo con humor, hasta las más grande tragedia, ¿consideras que si hubieras estado en otro país hubieras podido desarrollar tu carrera como aquí en México?

—Yo creo que el mexicano tiene un muy buen sentido del humor, te das cuenta por ejemplo con los memes, pasa alguna noticia o en ocasiones una desgracia y a los dos minutos ya está circulando chistes, tenemos una gran ingenio, sin demeritar lo que se hace en otros países, porque también hay países que tienen grandes cartonistas y buenos humoristas, yo creo que México  es un buen semillero de humor y de chistes, y a parte tenemos unos políticos que nos dan trabajo todo el tiempo.

Leave a Reply

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

LO MÁS VISTO

Salir de la versión móvil