Opinión
Ayotzinapa fue un crimen de Estado
La semana pasada, la Comisión de la Verdad del caso Ayotzinapa (CVAJ) dio a conocer las conclusiones del Informe sobre la desaparición de los 43 estudiantes normalistas de la Escuela Normal Rural “Raúl Isidro Burgos”, la noche del 26 de septiembre de 2014, en Iguala, Guerrero.
El informe, presentado por Alejandro Encinas, subsecretario de Derechos Humanos de la actual administración, fue elaborado con base en más de 40 mil documentos que incluyen transcripciones de llamadas telefónicas, mensajes de texto, reportes y videos de torturas de detenidos por dicho caso.
El informe establece que la desaparición de los 43 estudiantes fue un crimen de Estado, en el que estuvieron involucrados integrantes del grupo delictivo “Guerreros Unidos” y agentes de distintas instituciones de los tres órdenes de gobierno del Estado Mexicano: “Las acciones, omisiones y participación de autoridades federales y estatales, permitieron la desaparición y ejecución de los estudiantes, así como el homicidio de otras seis personas”, declaró Encinas, el pasado jueves 18 de agosto.
Además, se informó que el Ejército tenía un militar infiltrado como estudiante en la Normal y que dicha institución tenía conocimiento de todo lo que pasaba en las asambleas de la escuela rural, de las movilizaciones de los estudiantes, e incluso de los actos preparatorios para la marcha del 2 de octubre, donde los estudiantes acordaron tomar autobuses para trasladarse a la Ciudad de México; cabe destacar que el último informe del soldado encubierto, Julio César López Palotzin, fue el 26 de septiembre a las 10:00 horas, posteriormente López desapareció junto con los otros estudiantes, sin que los mandos militares hicieran algo para garantizar su integridad y búsqueda, como establece el Protocolo para Militares Desaparecidos, de haberse aplicado, hubiera permitido no solamente proteger la integridad y buscar al soldado López Patolzin , sino a todos los estudiantes.
El 27 de enero de 2015, la investigación realizada en el sexenio de Enrique Peña Nieto, encabezada por Murillo Karam, aseguró que los 43 normalistas de Ayotzinapa “fueron privados de la vida, incinerados y sus cenizas arrojadas al Río San Juan”, en Cocula: “Esta es la verdad histórica de los hechos, basada en las pruebas aportadas por la ciencia, como se muestra en el expediente, y que ha permitido ejercitar acción penal en contra de los 99 involucrados, que han sido detenidos hasta hoy”, reveló el entonces titular de la Procuraduría General de la República.
Con la presentación del Informe por parte de la Comisión, la “verdad histórica” planteada hace más de siete años, fue completamente desechada y de inmediato trajo consigo consecuencias, ya que al día siguiente, se dio a conocer la captura de Jesús Murillo Karam por parte de la Fiscalía General de la República, además de dar a conocer que va tras 20 mandos militares y funcionarios estatales y municipales que estuvieron implicados en la desaparición y homicidio de los estudiantes.
“La creación de la verdad histórica fue una acción concertada del aparato organizado del poder desde el más alto nivel del gobierno, que ocultó la verdad de los hechos, alteró las escenas del crimen, ocultó los vínculos de autoridades con el grupo delictivo y la participación de los agentes del Estado, fuerzas de seguridad y autoridades responsables de la procuración de justicia en la desaparición de los estudiantes”, se lee en el informe final que cambia por completo el relato oficial y nos confirma lo que muchos ya veníamos exigiendo desde hace años: En Ayotzinapa, fue el Ejército y fue el Estado.
Estas revelaciones resultan claves en un contexto donde el presidente López Obrador, busca entregarle la Guardia Nacional a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), un cuerpo de seguridad que fue creado para cuidar a las y los mexicanos, será entregado a una institución con señalamientos de graves violaciones a derechos humanos, entre los que destacan tortura, desaparición forzada y asesinato. ¿Por qué entregarle un cuerpo hecho para proteger personas a una institución que coadyuva en la desaparición forzada de personas?
Nos leemos la siguiente semana con mejores noticias y recuerda luchar, luchar siempre, pero siempre luchar, desde espacios más informados, que construyen realidades menos desiguales y pacíficas.