Opinión
Coahuila y Edomex: el último round antes de 2024
Si bien, lo que ocurra en las elecciones no va a afectar directamente en el resultado de 2024, Coahuila y Edomex tienen un importante papel simbólico, tanto para Morena, como para la alianza opositora. En el caso de Edomex, el estado con mayor población de todo el país (más de 18 millones de personas) y con una lista nominal de 12.7 millones de personas (lo equivalente a los habitantes que tienen Uruguay y Paraguay, juntos), la abanderada por parte del partido guinda, es la ex candidata a gobernadora Delfina Gómez, quien en 2017 fue derrotada por el priista Alfredo del Mazo, en una elección cerrada donde la diferencia de votación fue del 2.78%.
Un lustro más tarde, las cosas favorecen a la ex titular de la Secretaría de Educación Pública, quien aparece encabezando las encuestas, con 14 puntos de ventaja por encima de Alejandra del Moral, quien representa a la alianza PAN-PRI-PRD y Nueva Alianza. Del Moral, quien fuera la primera mujer presidenta de Cuautitlán-Izcalli, es la candidata que logró imponer el PRI dentro de la alianza, con el objetivo de poder aprovechar toda la maquinaria estatal histórica que tiene este partido, buscando afianzarse por lo menos un sexenio más, aunque todo parece indicar que el ocaso del partido hegemónico en el centro del país, ha llegado a su fin; empero, en las elecciones, así como en el fútbol, todo puede pasar, y más en un estado en el que históricamente, las prácticas electorales dañinas, como el carrusel, el juego de las sillas, quema de urnas, cierre anticipado de casillas, etc, han sido una constante en los procesos electorales.
Con el triunfo de Morena, el partido oficialista lograría tener el control de 4 entidades que se encuentran en el centro del país (Puebla, CDMX, Tlaxcala), y con ello generar proyectos alrededor de infraestructura, movilidad y políticas públicas coordinadas a nivel interestatal, que podrían servir como un aliciente para seguir sosteniendo su presencia en los estados que rodean a la capital del país, además de consolidar a ésta, como el bastión del obradorismo.
En el caso de Coahuila, la cosa no pinta tan favorable para poder arrebatarle el triunfo al PRI, ya que el candidato de Morena, Armando Guadiana, dista mucho del mensaje que, en todo este tiempo, la 4T ha buscado propagar, situación que se ve reflejada en las encuestas, donde el candidato de la alianza PRI, PAN, PRD a la gubernatura, Manolo Jiménez, registra 49 por ciento de preferencia, mientras que el aspirante de Morena se ubica en segundo lugar con 31 por ciento. Situación que ya se veía venir, desde la designación de Guadiana como candidato, a través del método de las encuestas; lo que ocasionó, que uno de los principales aliados de Morena, el PT, decidiera romper con la alianza a nivel local y postular a su propio candidato, lo que generó roces y fricciones al interior del partido, y una división de los votos que beneficia principalmente a la alianza.
Al candidato de Morena se le cuestiona su pasado priista, la explotación de recursos naturales y humanos para beneficio propio a través de las minas (de las cuales es dueño), así como su afición por la tauromaquia, pero lo que más ha causado escozor en las filas morenistas, es que aun sabiendo que no era un candidato con gran apoyo popular, decidieron apostar por él, debido a que fue el ganador en las encuestas. Por lo tanto, si Morena pierde Coahuila, una de las principales razones a cuestionar, va a ser el método de elección de candidatos, lo que puede generar un debate mayor, con miras a quién de las “corcholatas” será el candidato o candidata para la elección presidencial; por lo pronto, todo está listo en Coahuila y Estado de México, para el último round entre Morena y la oposición, antes del 2024…
¿El ocaso del priismo o un tanque de oxígeno para la oposición?
Nos leemos la siguiente semana y recuerda luchar, luchar siempre, pero siempre luchar, desde espacios más informados, que construyen realidades menos desiguales y pacíficas.
Sobre el autor
Luis Sánchez Pérez es doctorante y maestro en Políticas y Seguridad Públicas en IEXE Universidad, abogado por la Universidad de Guadalajara. Profesor de asignatura en la Universidad de Guadalajara y en la Universidad Enrique Díaz de León. Investigador de medios de comunicación y participación ciudadana en el Laboratorio de Innovación Democrática. Colaborador semanal en Milenio, El Occidental y El Semanario.