Opinión
Ecuador, otro espejo del avance de la izquierda en Latinoamérica
El pasado domingo, en Ecuador se llevaron a cabo las elecciones donde se eligieron 23 prefectos y viceprefectos, 221 alcaldes, 868 concejales urbanos, 437 concejales rurales y cuatro mil 84 vocales principales de las juntas parroquiales. A diferencia de México, Ecuador está dividido en 24 provincias, 221 cantones y mil 228 parroquias, de las cuales 412 son urbanas y 816 son rurales; las provincias y cantones, son el equivalente a los estados y municipios, respectivamente. Cada provincia tiene un prefecto y un gobierno provincial, que está integrado por todos los alcaldes de los cantones de dicha provincia, junto a un gobierno municipal conformado por concejales urbanos y rurales. Por otro lado, las parroquias se conforman por barrios, recintos, caseríos, comarcas o comunas, pueden ser urbanas o rurales, según su ubicación.
Esta serie de figuras que fueron electas en el país andino, contrastan directamente con los puestos de elección popular que tenemos en México y es imposible no cuestionarnos si podemos replicar aquí, otras formas de representación popular más democráticas y mejores.
Algo similar que pudiera funcionar en nuestro país, sería cambiar la manera en que se eligen a los regidores (por lista junto al presidente municipal) e integrar nuevas figuras administrativas como las demarcaciones, para que cada regidor perteneciera a una sección de la ciudad, como barrios, colonias y secciones, permitiendo así una mayor representatividad; esta forma de elección únicamente existe en los estados de Guerrero y Nayarit. Dicha división política y administrativa, favorece la gestión de procesos democráticos y la representación de las personas de una manera más integral y funcional, dadas las figuras existentes que contemplan otros espacios, como la parte rural y urbana; además de integrar pequeñas divisiones al interior de los municipios, que posibilitan los trabajos en pro del conocimiento y resolución de las necesidades de quienes habitan en barrios, colonias, localidades y rancherías.
Lamentablemente previo a las elecciones, hubo el asesinato de dos candidatos, Omar Menéndez, candidato a alcalde de Puerto López en la costa ecuatoriana, y Julio César Farachio, candidato a alcalde de la ciudad de Salinas, ambos asesinados por arma de fuego, en medio de un clima de violencia política que ha venido a sacudir a Ecuador, ya que no se habían registrado estos hechos previamente. Los analistas políticos coinciden que estos asesinatos tienen que ver con la presencia de “dinero sucio” en las elecciones ecuatorianas y la manera en la que el crimen organizado busca penetrar en estas esferas, por fortuna, no se registraron otro tipo de incidentes violentos durante la jornada electoral.
Por otro lado, además de la elección de puestos populares mencionados, se votaron también ocho preguntas como parte de un referéndum que impulsaba el gobierno en turno, para poder realizar enmiendas constitucionales y con ello impulsar su agenda política. Las preguntas del referéndum estaban relacionadas con los siguientes temas:
● Extradición de ecuatorianos que tengan relación con narcotráfico
● Cambios en el Consejo de la Judicatura y la Fiscalía General
● Reducción de legisladores
● Que los movimientos políticos cuenten con determinado número de afiliados y estén registrados ante el Consejo Nacional Electoral
● Modificación de atribuciones del Consejo de Participación Ciudadana
● Incorporar un subsistema de protección hídrica al Sistema Nacional de Áreas Protegidas
● Entregar compensaciones regularizadas por el Estado, a quienes generen servicios ambientales.
Sin embargo, contrario a lo previsto por el actual presidente ecuatoriano, Guillermo Lasso, la población votó en contra de dichas enmiendas y el “No” se impuso con un 15 por ciento. Aunado a estos resultados, que significan un revés y un duro golpe para la actual administración, que aún le quedan dos años de gobierno, en medio de una fuerte oposición y una baja aceptación ciudadana. Y como reflejo del desgaste que vive actualmente el gobierno ecuatoriano, los resultados de las elecciones favorecieron al movimiento de la Revolución Ciudadana, el nuevo movimiento político del ex presidente Rafael Correa, se llevaron los municipios y las provincias más pobladas del país: Pichincha, Azuay, Santo Domingo, Santa Elena, Manabí, Guayas y Guayaquil, éstas dos últimas son pieza clave, ya que durante más de 30 años, habían sido bastión político del partido conservador, Partido Social Cristiano (PSC).
Además, el movimiento indígena Pachakutik consiguió las prefecturas de Cotopaxi, Tungrahua, Bolívar, Morona Santiago, Napo y Santa Elena, manteniendo su hegemonía en las provincias con importante influencia indígena y siendo una importante oposición para el oficialismo en esas zonas.
Ante los resultados electorales y el “No” al referéndum, se reconfigura el escenario político en Ecuador, con un claro rechazo al régimen actual y la posibilidad de que en 2025, vuelva a triunfar la izquierda en dicho país, al igual que la tendencia de los últimos años en sus países vecinos, como Colombia, Perú, Argentina y recientemente Brasil, el resurgimiento de la izquierda latinoamericana se ve cada vez más cerca y con ello, la posibilidad de generar acuerdos entre países y a nivel continental, similares a los de la Unión Europea, de esto y más, hablaremos en las próximas entregas.
Nos leemos la siguiente semana con mejores noticias y recuerda luchar, luchar siempre, pero siempre luchar, desde espacios más informados, que construyen realidades menos desiguales y pacíficas.
Sobre el autor
Luis Sánchez Pérez es doctorante y maestro en Políticas y Seguridad Públicas en IEXE Universidad, abogado por la Universidad de Guadalajara. Profesor de asignatura en la Universidad de Guadalajara y en la Universidad Enrique Díaz de León. Investigador de medios de comunicación y participación ciudadana en el Laboratorio de Innovación Democrática. Colaborador semanal en Milenio, El Occidental y El Semanario.