Opinión

Mohámed bin Salmán, el joven príncipe de la purga y la guerra

Publicada

Por Mauricio Beruben

El lunes 19 de marzo, el príncipe heredero de Arabia Saudita, Mohámed bin Salmán, llegó a los Estados Unidos de América con motivo de su primera visita oficial a dicho país.

Al día siguiente, se reunió con el presidente Donald Trump para discutir una variedad de temas, incluidos la inversión saudita en el país norteamericano, la venta de equipo militar estadounidense, la seguridad en el Medio Oriente y el acuerdo nuclear con Irán.

Al terminar la reunión, el presidente Trump comentó a la prensa que las inversiones sauditas servían para generar empleo en los Estados Unidos. Igualmente, presumió la venta de equipo militar estadounidense al Reino de Arabia Saudita, así como la mejora en la relación entre ambos países en comparación con la administración de Obama.

El verdadero objetivo

Sin embargo, el verdadero objetivo de la reunión fue vender una imagen fresca del joven Príncipe heredero, en un momento en que la mayoría del pueblo estadounidense tiene una mala imagen de Arabia Saudita debido a su intervención en Yemen a través de bombardeos a civiles, con motivo de la guerra civil que desde el 2015 ha sacudido a esta última nación.

Advertisement

Incluso, en el marco de su visita, un grupo de senadores conformado por Bernie Sanders, Chris Murphy (demócratas) y Mike Lee (republicano), intentaron poner fin al apoyo que Estados Unidos ha brindado a los sauditas en su lucha contra los rebeldes hutíes. No obstante, en el Senado se mató la resolución y se decidió que Estados Unidos seguiría brindando reabastecimiento de armas y suministro de información a la brutal campaña aérea de Arabia Saudita.

En un inicio, Mohámed bin Salmán –conocido como MBS–, se presentó como el reformador de un país sumamente represivo. Sin embargo, la realidad ha sido totalmente distinta: afianzó su poder mediante una purga de miembros de la realeza, ministros de gobierno y empresarios; intensificó los arrestos de activistas sociales; incrementó las tensiones con sus países vecinos de Catar y Líbano; y, como ya se dijo, participa activamente en la comisión de crímenes de guerra por parte de su país en Yemen.

En este mes, Mohámed bin Salmán ha visitado el Reino Unido y los Estados Unidos. Ambas naciones fallaron en demandarle que disminuyera la violencia en Yemen y que encontrara una solución pacífica al conflicto.

Además, y más importante aún, ninguno de ellos mostró su compromiso en frenar la venta de armamento a una nación que claramente viola la norma internacional.

Advertisement

Leave a Reply

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

LO MÁS VISTO

Salir de la versión móvil