Opinión
¿Quién la tiene (la marcha) más grande?
Hace unos días, distintos sectores de la población convocaron a una manifestación para “defender” el INE, ante la entrada en discusión de la Reforma Electoral que propuso el presidente López Obrador en abril pasado, la cual contempla una serie de reformas constitucionales, entre las cuales destaca la sustitución del INE por el INEC, eliminación de los organismos locales, legisladores plurinominales y una serie de modificaciones a nuestro sistema electoral, que si bien son necesarias, no responden directamente al problema de fondo en torno a la democratización, representatividad y participación política, pero sobre todo en aras de construir una democracia más sólida.
Como advertimos en columnas anteriores, es muy probable que dicha reforma se apruebe durante el mundial, muestra de ello es lo que ocurrió hace apenas unas horas en las comisiones del Congreso, donde en tres comisiones, el dictamen recibió 62 votos a favor y 48 en contra. El día de mañana será turnada al pleno, donde la oposición pretende frenarla, ya que los legisladores de los principales partidos de oposición (PRI,PAN, PRD y MC) dijeron que mantendrían sus votos en contra; sin embargo, todo puede pasar, como ya fuimos testigos con la aprobación de la extensión de tiempo a las fuerzas armadas para permanecer en las calles, gracias a los votos del PRI… Otro escenario que puede ocurrir, es que en efecto, la oposición mantenga sus votos, no pase la reforma electoral del presidente, y Morena a través de su bancada, proponga una reforma a las leyes secundarias, para poderlas aprobar gracias a que sí cuenta con la mayoría simple en San Lázaro
Con este escenario en el horizonte próximo y con motivo de los 4 años de inicio de gobierno de López Obrador (oficialmente es el 1ero de diciembre, pero al ser jueves, adelantó la marcha para el domingo previo), el día de ayer se llevó a cabo la “Marcha del Pueblo, en la que el oficialismo mostró su músculo político y capacidad de movilización, no solamente al interior de la capital, sino a nivel nacional, ya que al llamado de AMLO, llegaron miles de personas de distintas partes del país (ya fuera por convicción, por dinero, por obligación, por voluntad o algún otro motivo). La marcha encabezada por el presidente, logró reunir a más de un millón de personas, según los reportes oficiales, esos mismos reportes que afirmaron que a la marcha del INE asistieron menos de 100,000 personas, así que el número puede no ser tan veraz, pero lo que es un hecho, es que hubo una cantidad enorme de gente mostrando el apoyo y respaldo al actual gobierno, a la figura presidencial, a los programas sociales y a todo lo que la 4T representa. Nos guste o no, al proyecto obradorista, le quedan por lo menos otros 6 años de vida y dependiendo del papel que jueguen los que preceden al actual presidente, le pueden restar otros sexenios más de vida y cómodamente asumir el papel que en sus mejores momentos tuvo el PRI (con sus debidos matices, claro está).
La marcha de este domingo fue para medir quién tiene mayor apoyo, no solo desde las cifras de gente que acude ese día y se moviliza, sino de los sectores que acuden al llamado, de la discusión en la agenda pública, su trascendencia en cuanto a los símbolos y el demostrar dónde está el termómetro político, recordando que el año próximo se juegan 2 estados a nivel electoral, cuyo valor además de simbólico, a nivel poblacional es muy alto: Estado de México y Coahuila, entidades donde el PRI nunca ha perdido una elección, pero que en las últimas encuestas de intención de voto, sale detrás de Morena, que podría arrebatarle el triunfo y con ello, prácticamente asegurar su victoria nuevamente en 2024 a nivel federal.
Especialistas calculan que la “Marcha del pueblo” nos costó 1500 millones de pesos, ante el gasto de recurso que se utilizó para movilizar a toda la cantidad de personas que vimos en las calles de CDMX, provenientes del resto de los 31 estados de la república; una cantidad de dinero que bien pudo haber sido utilizada para cualquier otra de las TANTAS necesidades que tiene este país, pero no, prefirieron despilfarrar en convocar a una marcha desde el gobierno, por el gobierno y para el gobierno.
A pesar de las comparativas que muchos realizaron, la movilización de ayer, queda muy lejos de aquella enorme marcha del desafuero que encabezó el mismo AMLO, la pequeña gran diferencia es que ahora es gobierno y en vez de marchar, toca gobernar…Nos leemos la siguiente semana con mejores noticias y recuerda luchar, luchar siempre, pero siempre luchar, desde espacios más informados, que construyen realidades menos desiguales y pacíficas.
Sobre el autor
Luis Sánchez Pérez es doctorante y maestro en Políticas y Seguridad Públicas en IEXE Universidad, abogado por la Universidad de Guadalajara. Profesor de asignatura en la Universidad de Guadalajara y en la Universidad Enrique Díaz de León. Investigador de medios de comunicación y participación ciudadana en el Laboratorio de Innovación Democrática. Colaborador semanal en Milenio, El Occidental y El Semanario.