ZMG
De los parques lineales y su mantenimiento
Una buena noticia para la Ciudad es el “arranque” —más bien es continuación— de las obras del proyecto “Paseo Atemajac”, que corre por la Avenida Patria desde la esquina con Avenida Américas hasta Avenida Acueducto.
Este tramo de 3.1 kilómetros es el límite entre Zapopan y Guadalajara, hecho que hacía muy complicada tanto su inversión en infraestructura como su administración, pues la coordinación entre municipios resultaba compleja sobre hasta dónde le tocaba hacer o invertir a cada uno.
El proyecto conceptual del Paseo Atemajac se gestó hace más de 15 años, en la extinta Coplaur de Guadalajara, como parte de la estrategia de lograr una Ciudad más verde.
Estos proyectos de parques lineales se plantearon por diversas avenidas con características específicas que permitían plantear recuperaciones de cauces a través de intervenciones de espacio público en sus contornos, pero sobre todo generar espacios verdes de reforestación.
El proyecto conceptual del Parque Lineal Río Atemajac fue encargado en esas fechas a Jenaro de Silva Sagaón y posteriormente se aprovechó el impulso de los Juegos Panamericanos 2011, para que el gobierno del estado avanzara en las obras para su desarrollo, aportando la construcción del paso peatonal de Eva Briseño en 2009.
También la oficina de Proyectos Estratégicos de Zapopan (PEZ) contrató la elaboración del proyecto ejecutivo de la primera fase, integrado al proyecto estratégico del Distrito Centro y del Bosque Pedagógico del Agua.
En el 2014 se anunciaban obras de infraestructura necesarias para poder evitar las inundaciones en las zonas aledañas al arroyo de Atemajac, desde Acueducto hasta Periférico Norte, con una inversión de casi mil millones de pesos (mdp) por la Secretaría de Infraestructura de Obra Pública (SIOP).
Hasta se llegó a hablar de traer tecnología alemana para tratar el agua antes de caer en la barranca de Huentitán y unirse al Río San Juan de Dios y posteriormente al Río Santiago.
En 2019, se arrancó la primera etapa de las obras del Paseo por parte del municipio de Zapopan, con un presupuesto de 20 mdp y anunciaron que la segunda y tercera etapa costaría otro monto similar.
Es hasta el 2021 que es inaugurada, anunciando que invirtieron 36 mdp (es muy común que siempre salgan conceptos extraordinarios). A principios de este mes, los gobiernos de Guadalajara y Zapopan anunciaron en conjunto el arranque de otra nueva etapa, con un costo similar.
Así de compleja y costosa es la inversión de obra pública en territorios tan extensos como pueden ser estos “parques lineales”, sobre todo con los cambios administrativos que muchas veces cambian los reflectores a otras zonas de la Ciudad.
Incluso podría atreverme a decir que la parte de la obra es lo fácil, sin embargo, viene el reto más complejo: “el mantenimiento”. Pues parques lineales como estos que son generados en zonas de residuales existentes, con beneficios ambientales como el arbolado, suelen tener un mantenimiento mínimo.
En el caso de Av. Patria, el mantenimiento antes era equivalente a desazolves anuales, podas y derribos, barrido eventual y alumbrado público. Ahora el nuevo esquema sumó un barrido frecuente, reparaciones y reposición de superficies y mobiliario dañado (todo lo que se coloca en el espacio público sufre algún tipo de desgaste), alumbrado peatonal, jardinería, riego, limpieza de señalética, etc.
Normalmente esto no se visualiza de manera integral a largo plazo lo que ocasiona situaciones como la que aconteció en el Parque Lineal de Patria Sur, en la zona del Sauz, inaugurado en 2016 y que en 2020 ya reportaba falta de mantenimiento de las áreas verdes y dificultaba el paso de los peatones.
Muchas veces estos abandonos de la obra pública ocasionan niveles de vandalismo que pueden generar que cuando de nuevo se intente dar mantenimiento, sea necesario realizar de otra vez acciones que van a nivel de obra pública, y no de mantenimiento y reparaciones.
Los municipios deben de tener claras sus capacidades de mantenimiento (pues tienen límites de presupuesto y personal), para no generar solo obras de relumbrón que duren por tres años en buenas condiciones.
Llevándolo a una dimensión que todos podamos entender, es como si tuviéramos una casa de interés social y nos aferráramos a construirle una alberca, que no solo nos llevará gastos de obra, sino además de un costoso mantenimiento.
Otro de los proyectos de parques lineales que se llegaron a conceptualizar y no han logrado arrancar por la compleja gestión administrativa y social que conlleva, es el de la Av. Inglaterra por donde pasan las vías del Ferrocarril, al ser un territorio federal concesionado a Ferromex.
Sin embargo, en los últimos años, todos los que circulamos por la zona hemos visto como el deterioro del espacio ha ido en aumento, no solo por la falta de recolección de residuos, pues es una avenida que no cuenta con infraestructura o mobiliario particular. Siendo la recolección de residuos en espacios públicos una de las tareas que ofrecen los municipios a lo largo de la historia y que cada vez es más imperceptible, para toda la ciudadanía.
Otra de las Avenidas de administración compleja es Lázaro Cárdenas pues atraviesa varios municipios y por el nivel de vialidad, su mantenimiento está a cargo del Gobierno del estado a través de la SIOP. Ni se diga de la recién intervenida Circunvalación Periférico, acompañada ahora del proyecto masivo de Mi MacroPeriférico.
Esperemos que las grandes obras vayan acompañadas de la programación adecuada de inversión para el mantenimiento. Y que las tareas básicas como la limpieza de las zonas que no han tenido grandes inversiones recientes, no se olviden.