Cine
Isla de perros: nueva pieza maestra de la animación
Después de la emocional y entretenida entrega Fantastic Mr. Fox (2009), el celebrado director, amado por hipters, geeks, artistas, cineastas y freaks (como yo entenderé), Wes Anderson regresa a la pantalla grande con la que se volverá una pieza maestra de la animación en stop motion. Una oda a los amantes de los perros, una reflexión sobre nuestro comportamiento hacia otros y halago a los defensores de los derechos animales: Isle of Dogs (2018).
Dirigida por Wes Anderson, Isle of Dogs (Isla de perros) es una comedia negra, ciencia ficción y animación de stop motion y 2D; presenta a un elenco de voces envidiable: como un clásico de Anderson encontramos a Bryan Cranston, Koyu Rankin, Edward Norton, Bob Balaban, Bill Murray y Jeff Goldblum.
Hace homenaje al mítico cineasta Akira Kurosawa. La trama. Una gripe ataca a los perros de Megazaki, Japón; los vuelve agresivos y enfermizos. El gobierno local, por temor a que se esparza a los humanos, decide exiliarlos a una isla basurero. Entre estos perros está Spots. Su dueño—Atari Kobayashi, un niño de 12 años—se embarcará en una odisea para recuperarlo y deberá hacer equipo con una jauría indestructible de caninos y machos alfa conformada por Chief, Rex, King, Boss y Duke, si desea tener éxito. No obstante, hay una conspiración y dependerá de ellos regresar el mundo a su equilibrio.
Anderson entiende las posibilidades que una película de animación puede permitirse alcanzar y en esta cinta las explota al máximo. Está llena de ideas creativas, de talento y entrega. El director es reconocido por sus marcas artísticas dentro de un filme.
Donde poses los ojos, habrá simetría
En lo anterior, Isle of Dogs, no se queda atrás y encontraremos sus “huellas”; una paleta de colores específica, rojos, blanco, naranja, azul, gris, negro y amarillos; también diálogos rápidos cargados de comedia, frases con serias que revelan información importante, pero ningún cliché; personajes extraños y únicos en una situación extraña; explicación de la trama y desarrollo de los personajes con flashbacks o cutaways y por supuesto: simetría. Donde poses los ojos, habrá simetría.
Ahora, lo arriba escrito no la hace una pieza maestra, lo que la hace única es su animación y diseño. Su stop motion es genial; la técnica ha sido perfeccionada a un nivel de “fluido”, parece que fue animada totalmente por computadora, no hay errores, no hay saltos; los tiempos corren con naturalidad, no hay lentitud ni rapidez sobrepuesta, sólo flujo. La cámara acompaña y mira al personaje como si tuviera vida propia.
Diseño de los personajes
El diseño de los personajes (marionetas, muñecos, como quieran) y escenarios es supremo, incluso en la isla de la basura hay una poesía de la tristeza que puede percibirse a plena vista. Eso es tener nivel; una delicia para el amante del género.
El trabajo de doblaje es grande; debes ver esta cinta en su idioma original (inglés-japonés y perruno), cada actor hizo un trabajo insuperable. En la parte de la historia, aquí no hay tantas sorpresas, sí originalidad; es la clásica aventura emocional o “viaje del héroe”, el interés es centrado—y es su punto fuerte y lo que la hace tan disfrutable—en sus personajes.
Cada uno tiene identidad, aporta una cualidad o factor a la historia y nuestros principales son bastante agradables y te sientes identificado con ellos; tanto su búsqueda como problemas son entendibles; esa es otra de las marcas de Anderson, te da una historia original y emotiva—que puedes seguir de manera cercana—o aporta personajes envolventes y divertidos con los que te relacionas de principio a fin.
¿Hay que verla?
Esta película no es para niños ni piensen en “llevar al pequeño a ver a los perritos”; con una fuerte carga emocional; gran, gran animación; personajes recordables e identificables; un mensaje que llega al corazón y una creatividad maravillosa que dejará huella, Isle of Dogs, es una cinta perrísima que deben ver si aman la animación; si siguen el trabajo de Anderson, también, ambos fanáticos (del género y director) no se decepcionarán y aullarán de gusto.
Hasta entonces saludos y recuerden, así como en la vida, todo pasa en el cine.
Arthur Tartarosky Entretenimiento Cine