Maze Runner III…

La última de la trilogía Maze Runner, The Death Cure (2018), del director Wes Ball está en cines; debo decir que no esperaba gran cosa de una historia juvenil —sobre un futuro apocalíptico, con zombies, conspiraciones corporativas, nuevo orden mundial, romances y triángulos amorosos “adolescentes” de chicos de 30 años diciendo que son de 17—, pero admito que es una entrega divertida y llena de acción.

Se ha mantenido una continuidad ya que sus antecesoras han sido dirigidas por el mismo director y la verdad eso es agradable; permite que el trabajo iniciado de manera adecuada se termine bien; desde sus inicios planteó una historia atrayente y se ha logrado mantener en su estilo: desarrollo de historia, acción, persecución, desarrollo de personaje, acción y persecución y desarrollo de historia, acción.

La Trama. Seguimos los acontecimientos de la anterior película, Thomas (Dylan O’Brien) lidera a un equipo que trata de salvar a sus amigos (atrapados por la malvada organización CRUEL) de una ciudad que podría ser la última esperanza de la humanidad; en ella desarrollan la cura para la enfermedad mortal que casi destruye el planeta. Thomas deberá tomar decisiones, dejar atrás el amor, la esperanza y amistad, para hacer lo correcto o lo que sea, ¿qué importa?

En efectos especiales, es aceptable, no hay mucho qué decir; en acción, aceptable y medio cliché ya que sufre de héroes invencibles, disparos y escenas de acción imposibles. El argumento trata de adaptarse a la trama original del libro y es un buen final para los seguidores cercanos de la trilogía, por otro lado, para el público en general, no le tomará gran aprecio.

Para la sección de actuaciones tenemos relevantes actores que parecen interesados en lo que hacen; al ser su último trabajo se lo tomaron enserio y se nota en la pantalla. Intentan y se aprecia. Los actores seleccionados para ser los principales se notan que fueron elegidos para darle gusto a las chicas.

Los villanos a vencer se dedican a ser sólo villanos de caricatura, está Meñique de Game of Thrones (no recuerdo su nombre) y Patricia Clarkson como la súperhiperduper malvada Dr. Ava Paige. Ambos son respetables, buenos actores en roles fáciles.

¿Vale la pena verla?

Como mencioné, la trama es predecible, un simple largometraje de escenas de acción, diálogo, personajes y villanos predecibles sin argumento profundo. Es un gusto culposo para algunos, otros sólo pasarán el rato. Maze Runner no es una enfermedad mortal, pero tampoco quita todos los síntomas del aburrimiento. Véala bajo su propio riesgo. Hasta entonces saludos, y recuerden, así como en la vida, todo pasa en el cine.

Arthur Tartarosky       Entretenimiento      Sala 3