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Cinco bellos edificios tapatíos que no creerás para qué fueron derribados
Edificios tapatíos que no creerás para qué fueron derribados…
La modernidad no siempre hizo clic con Guadalajara, en especial durante el siglo 20, cuando joyas de la arquitectura neoclásica y ecléctica fueron remplazadas por los emblemas del progreso: acero, concreto y cristal.
En ese proceso, la Ciudad perdió construcciones, cuya belleza —de existir todavía— nos dejarían sin aliento.
1). ¡Hermoso! El Hotel Imperial (1906)
Fue el primer edificio de cinco pisos de altura en Guadalajara y tenía una vista increíble: el jardín de Aranzazú, entonces una postal para Instagram.
Éste, se encontraba en el cruce de la calle Colón y Prisciliano Sánchez, ahí se hospedo José Vasconcelos durante su campaña presidencial a finales de los años veinte.
Desapareció en los años treinta. A cambio, la Ciudad heredó un edificio de concreto, que actualmente alberga una escuela y diversos comercios en la planta baja.
2)-. Zohn vs. Neoclásico. ¿Cuál prefieres?
El estacionamiento Mulbar, una obra de Alejandro Zohn, pese a su estilo, desencantó debido al pasado del terreno, ahí en Maestranza y Madero se encontraba el Hotel García o edificio Genoveva, una finca de 1897 que fue arrazada en los años veinte.
Actualmente, el Mulbar cuenta con 650 cajones de estacionamiento y un centro comercial con 53 locales, distribuidos en tres pisos.
3)-. Complicidad con el gobierno.
La Escuela de Música de la Universidad de Guadalajara dejó de existir la noche del 12 de diciembre de 1980. El exrector de la UdeG, Enrique Zambrano Villa fue complice del ex gobernador Flavio Romero de Velasco, autor del derribo.
Esta joya de la arquitectura estuvo a cargo del ingeniero Alfredo Navarro Branca en 1904.
En la actualidad se encuentra el edificio administrativo de la casa de estudios, que cuenta con 12 pisos.
4)-. Espacio abierto. La Plaza de Toros “El Progreso”
Aparece en el plano de 1906, a cargo de H. Grant Higley. La emblemática construcción fue demolida en 1979 para abrir espacio a la Plaza Tapatía, que fue inaugurada en 1982.
5)-. El anexo. A un costado de la Biblioteca Iberoamericana Octavio Paz
Este edificio formó parte del Colegio de Santo Tomás de Aquino, y fue fundado por los jesuitas en 1591. Sin embargo, desapareció en 1937, cuando el Gobierno de Jalisco vendió el inmueble.
Finalmente, los hermosos jardines se sustituyeron por una plancha de concreto y una torre de departamentos que alberga ahora un par de franquicias y una escuela.
Mayra Torres de la O es maestra en Transparencia y Protección de Datos Personales. Ha escrito para medios como El Informador y Público-Milenio.