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Opinión

Las intermitencias del deshielo coreano

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Qucho Corea del Norte

Las intermitencias del deshielo coreano…

Una breve cronología

Agosto de 1910: mediante el Tratado de Anexión Japón-Corea, el otrora Imperio Coreano pasa a formar parte del Japón imperial.

Agosto de 1945: al término de la Segunda Guerra Mundial, la rendición de Japón se formaliza frente a los Aliados y la península de Corea es dividida por Estados Unidos y la Unión Soviética. Se establece la línea divisoria en el paralelo 38 y surgen la República Popular Democrática de Corea (en el norte, bajo domino soviético) y la República de Corea (en el sur, bajo control estadounidense).

Noviembre de 2017: Corea del Norte lanza el Hawsong-15, considerado su misil balístico intercontinental más potente.

27 de Abril de 2018: tras más de siete décadas de tensiones, Kim Jong-un cruza la línea de demarcación y se convierte en el primer líder norcoreano en pisar el suelo de Corea del Sur, para estrechar la mano de Moon Jae-in, su presidente.

24 de mayo de 2018: El presidente Donald Trump ha cancelado la reunión programada para el 12 de junio.

En el derecho internacional existe el dogma de la igualdad jurídica de los Estados, que les otorga una simetría a todos los países miembros de la comunidad internacional. Desde su segundo artículo, por ejemplo, la Carta de las Naciones Unidas edifica su organización sobre el principio de la igualdad soberana de todos sus miembros. ¿Igualdad de iure? Absolutamente. ¿Igualdad de facto? Esa es otra historia; dependiente del contexto político, económico, social e incluso cultural de cada época.

Casi podría parecer, si uno se queda en los terrenos de la ley y los discursos, que no existen las asimetrías entre países, y que todas las crisis son producto de la inhabilidad de quienes los gobiernan. Pero la historia –ese catálogo de lecciones mal aprendidas–, nos demuestra que la realidad siempre es otra. Sin ánimos de caer en lo simplista, una de las muchas lecturas que tiene la historia universal reside en la batalla campal entre “los que tienen” y “los que no”.

En tiempos de la disuasión

La carrera armamentista de la segunda mitad del siglo pasado, es un ejemplo de la vigorosa competencia entre ambos bandos de la Guerra Fría por hacerse de la mayor cantidad de ventajas posibles. Tener y no tener, se convirtieron en dos condiciones en las que podía encontrarse un país, en medio del conflicto bipolar. Ante la carencia relativa de  ciertas capacidades (económicas, militares, etc.), siempre quedaba la posibilidad de disuadir al otro mediante estrategias que le obligasen a cambiar los planes y evitar una confrontación directa.

La disuasión (la palabra del siglo XX) entre Estados Unidos y la Unión Soviética, se manifestó mediante una compleja red de acciones militares focalizadas, discursos amenazantes, pruebas nucleares y ataques indirectos donde los aliados de uno y otro bando se vieron involucrados. En esta línea, la península de Corea se volvió uno de los tantos cuadros en el gran tablero de ajedrez mundial; esa analogía predilecta de la geopolítica clásica, que aún después de la Guerra Fría pareció tomar nuevos bríos. ¿Pero a qué viene todo esto, si ya estamos en pleno siglo XXI?

Corea del Norte ha sido el blanco de las sanciones económicas impuestas por Estados Unidos desde que comenzaron las hostilidades. Las disparidades económicas entre la República Popular Democrática de Corea (RPDC) y la República de Corea (RC) son abismales. La ausencia de inversión extranjera y los bloqueos en el terreno del comercio internacional, en el norte, son dos ejemplos de ello. Su aislacionismo y los señalamientos de violaciones a los derechos humanos, no hacen sino complicar su situación frente al mundo. Un ejemplo del “no tener”.

El juego nuclear

Por otro lado, en lo relativo al arsenal nuclear, las disparidades también son notorias entre la RDPC y el resto de potencias que poseen armas de este tipo. Si bien las cifras sobre su arsenal son inciertas debido a su relativo asilamiento, el Instituto Internacional de Estudios para la Paz de Estocolmo (SIPRI, por sus siglas en inglés) calculó en 2017 que el gobierno de Kim Jong-un cuenta con entre 10 y 20 ojivas nucleares; a diferencia, por ejemplo, de las 7,000 que tiene Rusia o las 6,800 de Estados Unidos.

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Imagen: Internet

Pese a la cantidad limitada de ojivas, el arsenal total es suficiente para que no se pierdan de vista las pruebas y ejercicios que Corea del Norte ha venido haciendo desde hace un par de años. Suficiente, también, para mantener presencia naval y aérea (mediante maniobras militares conjuntas entre Estados Unidos y Corea del Sur) en la península. Si a esto se le añade la posición estratégica que tienen ambas Coreas en la región de Asia-Pacífico, la relevancia de este conflicto se infiere fácilmente.

Volviendo a la idea de la disuasión, el académico Kepa Sodupe rescata en 1991 un concepto que la define como “el intento de reestructurar el conjunto de opciones que se ofrecen a los dirigentes de un país […] llevado a cabo por los dirigentes de otra nación […], mediante la formulación de una amenaza a sus valores fundamentales. Mediante esa reestructuración, se pretende excluir la consideración de la agresión armada”

Con esa definición en mente, ¿no quedan obsoletas las interpretaciones emanadas de la Guerra Fría, en un contexto posterior al 9/11? Parece que no, mientras las dinámicas de dicho periodo histórico continúen siendo parte de nuestra realidad.

El diplomático en sazón

Esto nos hace reflexionar sobre las opciones que el actual líder norcoreano tiene a su alcance, dadas sus capacidades limitadas. Y lo que ocurrió este año, en apenas un par de meses, es un ejemplo de ello. Para sorpresa de muchos, la relación entre ambas Coreas dio un giro inesperado, al igual que la relación de Corea del Norte y los países de la región, con apenas unas semanas de diferencia.

Y es que, de la noche a la mañana, Kim Jong-un se convirtió en un diplomático en sazón. En febrero de 2018, las delegaciones deportivas de ambos países desfilaron juntas en los Juegos Olímpicos de Invierno, bajo la bandera de la unificación coreana. Unas semanas después, el 28 de marzo, el presidente chino Xi Jinping se entrevistó con el líder norcoreano en una visita que este hizo a Pekín. Lo que parecía ser una relación cada vez más tensa entre ambos países, dio un giro sorpresivo que tiene más de una lectura.

La sorpresa fue mayor, por otro lado, después de la reunión que tuvo lugar entre el 09 y el 15 de abril (no se conoce el día exacto) entre Kim y el entonces director de la Agencia Central de Inteligencia estadounidense, Mike Pompeo (quien ahora es Secretario de Estado). Una semana después, Donald Trump anunciaba mediante un tweet (¿de qué otro modo?) que la reunión entre ambos había dejado resultados positivos, de cara a una eventual cumbre entre el líder de la RPDC y el presidente estadounidense.

Zona Desmilitarizada

Pero la contundencia rotunda la tuvo el histórico encuentro entre ambos mandatarios de la península coreana, en la llamada Zona Desmilitarizada. El 28 de abril, la prensa difundió unas imágenes sin precedentes, donde vemos a Kim Jong-un estrechar la mano de Moon Jae-in en Panmunjom. Apenas una semana antes, Corea del Norte declaraba terminados los ensayos nucleares que desde 2017 venía llevando a cabo. Si bien entonces no existían indicios que apuntaran a la desnuclearización, la declaración firmada en la jubilosa cubre entre gobernantes, compromete a ambas partes a no quitar dicho tema de la mesa y trabajar de manera conjunta para tener una península libre de armas nucleares.

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Foto: EFE

La suspensión del diálogo

Las fotografías estaban tomadas, los artículos de opinión escritos y los videos del encuentro compartidos en redes sociales. Más importante aún, se definió que el 12 de junio en Singapur, se llevará a cabo el encuentro entre Donald Trump y Kim Jong-un; el primero entre un mandatario estadounidense y uno norcoreano.  El optimismo perduró hasta que, la semana pasada (el 15 de mayo), Corea del Norte anunció la  suspensión del diálogo con el sur.

¿La razón? Los ejercicios militares conjuntos que EE.UU. realizó con Corea del Sur. La BBC reportó por entonces que dichas maniobras involucraron cuando menos 100 aviones de combate. Si bien son comunes, Corea del Norte los interpretó como una continuación de las hostilidades. Derivado de ello, surgieron muchas voces que se ahora se preguntan si la cumbre del 12 de junio se llevará a cabo. Para entendernos mejor, el tercer mandatario de la dinastía Kim le dijo a Trump, “tampoco te creas con el monopolio de las decisiones repentinas”.

Desde cualquier ángulo que se mire, es innegable que Corea del Norte vio incrementada su capacidad de maniobra frente a un proceso de negociación con Estados Unidos que no será nada sencillo. Las intermitencias del deshielo entre ambas Coreas, nos obligan a reflexionar sobre los motivos que persigue Kim Jong-un y lo que planea conseguir en la próxima cumbre con Trump. Justo el martes 22 de mayo, Pyongyang anunció que cerrará su centro de pruebas nucleares (ubicado en Punggye-ri) entre hoy jueves 24 y mañana viernes 25 del mismo mes. Un anuncio que, dado el clima actual, ha sido recibido con escepticismo, pese a que la medida se planeó desde el encuentro en la Zona Desmilitarizada

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Foto: AFP

Los motivos de Kim Jong-un

Pero, con la doctrina de la disuasión nuclear resucitada, ¿no es contradictorio que Corea del Norte desmantele su sitio de pruebas? ¿No es precisamente la posesión de armas nucleares lo que sostiene a su gobierno como negociador? Es probable que, ahora que ya se dieron por terminadas las pruebas que el régimen venía realizando desde el año pasado, el cierre de sus instalaciones sea meramente simbólico; bien podría tener como propósito el demostrar que sigue existiendo la voluntad de desnuclearizar la península, sin por ello comprometerse a dar mayores pasos en esa dirección.

¿Qué motivó a Kim Jong-un, entonces, para hacer acuerdos con sus vecinos del sur y buscar reunirse con Estados Unidos? ¿Será que las sanciones económicas son ya intolerables y no queda otra opción? Independientemente de los resultados, el líder norcoreano ya logró un bono de legitimidad al abrir el diálogo. Si la reunión con el presidente de Estados Unidos termina llevándose a cabo, Kim Jong-un habrá logrado sentarse a negociar con Trump “entre pares”. El que “no tiene”, negociando entre iguales con el que sí.

Son muchas las lecturas y todo puede suceder hasta que llegue el 12 de junio. Yo dejo un par de interrogantes: ¿Se buscarán mecanismos en esta línea para “terminar de bajar el puente” entre las dos coreas? ¿Podrá lograrse la desnuclearización de Corea del Norte, o avanzar en hacer lo propio en toda la península?

De cara al futuro

¿Y qué papel jugará China en las negociaciones, pese a no estar presente en el mismo salón que Trump y Kim, en su probable próximo encuentro? El encuentro de Xi Jinping al que me referí anteriormente, sin duda resultó ventajoso para China, en tanto que permitió hacerle saber a Estados Unidos que al gigante asiático no se le puede ignorar en todo lo que concierne a la península de Corea.

Finalmente, no está de más rescatar que este texto estuvo a punto de convertirse en una celebración del deshielo coreano. Poco faltó para que yo calificara de “cínicos” los análisis más escépticos de la renovada relación entre las dos Coreas. Pero las circunstancias decidieron obligarme a rescatar aquí el viejo dicho de “piensa mal y acertarás”. Si bien es necesario seguir reflexionando sobre la situación de la península y los mecanismos que continúan articulándose para ponerle un “final” aparente a las tensiones, no todo son malas noticias; no perdamos de vista la trascendencia de los eventos recientes y la mengua relativa de la amenaza nuclear, al menos por ahora.

24 de mayo de 2018: En la fecha de publicación de este texto, el presidente Donald Trump ha cancelado la reunión programada para el 12 de junio.

Cristian J. Vargas Díaz es licenciado en Relaciones Internacionales por la Universidad de Guadalajarae “intrigoso” como consecuencia. Les debe a Ray Bradbury, Juan Rulfo y Thomas Mann su gusto por la literatura y su vejez prematura. Cinéfilo y “seriéfago” enfermizo, sigue aprendiendo a escribir.

 

 

El Orbe    Bolígrafo

 

 

 

 

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Por la justicia y la libertad de México

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Marcha Generación Z

¡Ciudadanos de México! ¡Colegas profesionistas!

Hoy, en este momento crucial para nuestra nación, ya no basta con la indignación pasiva. Es imperativo que el pueblo de México salga a las calles. Nuestros profesionistas están abandonando el País, nuestros empresarios viven en la zozobra, y el pueblo vive con miedo.

Estamos envueltos en una espiral de narco-gobierno. Nos deslizamos por un tobogán sin salida, atrapados en un túnel sin fondo donde no se ve la luz.

Y en esa oscuridad, al que alza la voz, al que resulta incómodo, le quitan la vida.

Hablamos de ‘gobernabilidad’ como si fuera un concepto abstracto, ¡pero tiene un rostro! Tiene el rostro de las madres buscadoras, el rostro del empresario extorsionado, el rostro del joven reclutado a la fuerza. ¡El régimen le ha fallado a las víctimas! Ha reemplazado la balanza de la justicia por el silencio de la complicidad.

¡Por eso hoy nos tenemos que levantar en honor a Carlos Manzo! Él fue aquel David que perdió la vida enfrentando a Goliat, por la falta de apoyo que imploró a gritos a una presidencia que lo ignoró.

¡Esta Presidencia es una analogía de Díaz Ordaz en pleno siglo XXI! ¡Qué terrible ironía! Cuando eran oposición, marchaban cada 2 de octubre recordando la masacre. Sin embargo, ahora que están en el poder, han salido peores que Díaz Ordaz y que todos los gobiernos priistas juntos. 

Este movimiento trasciende partidos y colores. Es imperativo llamar a todos los miembros de la oposición, a todos los partidos sin distinción, a los ex integrantes del Poder Judicial, a los ex ministros de la Corte, a los médicos, a los agricultores, a los emprendedores, y a todos los disidentes del actual régimen que no están de acuerdo con la forma de gobierno. Hacemos un llamado a los militares que, en silencio, tampoco están de acuerdo con este régimen.

Esta lucha afecta a todos, desde el señor que vende fruta en la esquina hasta el dueño de las grandes empresas. Las compañías mexicanas, y las transnacionales con presencia en nuestro País, también se ven afectadas. La falta de certeza jurídica pone en riesgo las inversiones, los empleos y la estabilidad económica. La unión de todas estas voces y la fuerza de la sociedad civil es la única vía para enfrentar el totalitarismo y defender los pilares de la República.

Hago un llamado urgente a los colegios de abogados, de contadores, de ingenieros, de arquitectos y de médicos.

¡Deben despertar! Deben dejar atrás sus cómodos estatutos de «no intervención en cuestiones políticas». Les pregunto: ¿De qué sirve todo su conocimiento? ¿De qué sirven sus investigaciones, sus congresos y sus ponencias académicas, si la Nación se desmorona ante sus ojos?

Todo ese conocimiento se vuelve en vano si no lo comparten, si no lo usan para defender a la sociedad. Ese velo de supuesta neutralidad que cubre a las barras y colegios es, a todas luces, un acto de cobardía. Se vuelven profesionales que venden humo.

Son muy cómodos al estar «investigando» o «dando asesorías», pero no asesoran al pueblo. Y lo más grave: le fallan a la Generación Z, que tanto necesita de nosotros. Esos jóvenes, olvidados por el gobierno, son el futuro de México y necesitan nuestra guía, no nuestra omisión.

¿Y dónde están los intelectuales? ¿Dónde están los académicos que escriben sobre la democracia desde la comodidad de sus cubículos? ¿Dónde están las voces que antes eran críticas y hoy callan por privilegio o por miedo?

¡Su silencio es una traición! El conocimiento que no se usa para defender al pueblo es un lujo inútil. ¡La pluma que no se atreve a señalar al tirano es una pluma muerta!

El régimen actual presume eventos internacionales mientras el País se desangra. Por ello, ante la flagrante falta de gobernabilidad en México, hacemos un llamado a la comunidad internacional y a la FIFA.

Es imperativo exigir la cancelación del Mundial de Fútbol.

La lógica es simple y brutal: si el gobierno de México no puede proteger a sus propios habitantes, ¡mucho menos podrá proteger a sus visitantes!

El cambio de rumbo en México es una responsabilidad de todos. La marcha de este 15 de noviembre tiene que ser el parteaguas que nos permita, por fin, ver la luz al final del túnel.

No podemos permitir que, de cara al 2030, nuestro país siga secuestrado por los pensamientos comunistas fallidos del siglo XX. Eso ya debe quedar atrás.

Hablamos de la Generación Z como nuestra esperanza. ¡Y lo son! Pero seamos claros: no podemos pedirles a ellos que arreglen el desastre que nuestra generación está permitiendo. Antes de pedirles que tomen la estafeta, debemos preguntarles: ¿Qué país les estamos heredando? ¿Un país de fosas o un país de oportunidades?

¡La lucha de hoy no es solo por nosotros, es para poder mirarlos a los ojos mañana y decirles que no fuimos cobardes!

Es el momento de que, de la mano de esta nueva generación, tomemos con rumbo y con responsabilidad el cambio que México necesita. 

¡Pero que la marcha no sea el fin, que sea el principio! Que sea el nacimiento de un nuevo pacto social, donde los profesionistas, los jóvenes y los ciudadanos de bien nos unamos para proponer el México que sí queremos. ¡Basta de resistir, es hora de construir!

¡Por la justicia, por la libertad y por el futuro de México!

Sobre el autor

Fernando Arango Ávila es jurista y académico. Doctor en Ciencias de lo Fiscal, y actualmente cursa un posdoctorado en Derecho. Actualmente, combina su experiencia práctica con su labor investigativa. Escribe: drarango83@gmail.com.

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Gavin Newsom y la ‘nación’ de los 60 millones de mexicanos

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Gavin Newsom y la 'nación' de los 60 millones de mexicanos

El anuncio de las intenciones del gobernador de California, Gavin Newsom, de contender en las próximas elecciones presidenciales de Estados Unidos, marca un punto de inflexión con profundas implicaciones para el electorado de origen mexicano y la redefinición del poder en el país. 

Este movimiento no sólo abre un camino de esperanza para millones de personas y New Mexicans, sino que consolida el liderazgo de un frente político que busca darle voz a la “nación” demográfica y cultural que emerge en el suroeste del país.

Este movimiento se respalda en la masa demográfica de 60 millones de mexicanos en Estados Unidos, una fuerza que, sumada al apoyo de una gran cantidad de mexicanos en México, podría representar una base electoral sin precedentes para Newsom.

El concepto de “The New Mexicans States of America” no es una propuesta secesionista, sino una etiqueta conceptual para describir una realidad demográfica y cultural irreversible. 

En los estados de Nuevo México, Arizona y California, el poder del soft power mexicano ha gestado una diáspora (comunidad) con millones de personas que, juntas, suman una fuerza monumental entre esos 60 millones de mexicanos en Estados Unidos. 

Esta “nación” latente ha conquistado silenciosamente el tejido social, económico y cultural del país a través de su influencia en la música, la gastronomía, el deporte y el comercio. A pesar de las persecuciones y el trauma generado por el uso del ICE como herramienta de presión demográfica, la cultura se ha convertido en la armadura y el motor de resistencia de esta población.

La conexión geográfica y la herencia común han permitido que California, Nuevo México y Arizona funcionen como un corredor cultural y económico. Esta alianza natural de estados del suroeste se convierte en el epicentro de esta nueva fuerza política. 

Es aquí, en la cuna histórica del territorio mexicano en Estados Unidos, donde la diáspora ha mantenido viva su identidad, demostrando que las fronteras políticas no han logrado contener la unificación cultural. La cristalización de este poder es la respuesta pacífica a cualquier intento de alienación.

El ascenso de líderes como Gavin Newsom y la potencial vicepresidencia de Alex Padilla, es la constatación de que la revolución demográfica ha reescrito el mapa político desde dentro. La “Nación de los New Mexicans” está pasando de ser un poder cultural latente a una fuerza política activa. Al convocar a gobernadores clave y utilizar el soft power mexicano como estrategia, este movimiento busca construir una “barrera azul” de resistencia, transformando la resiliencia cultural en una palanca de poder electoral decisiva para las próximas elecciones presidenciales.

Newsom, al frente de California la cuarta economía mundial, se posiciona como un líder con la experiencia y la frescura necesarias para dirigir a los Estados Unidos. Su gestión como gobernador de California no solo se define por su capacidad para manejar una economía masiva, sino por una serie de logros progresistas que lo proyectan como el principal líder de la oposición a las políticas de la administración Trump.

Logros Clave de Gavin Newsom en California:

Protección de derechos reproductivos y sociales: Newsom ha consagrado protecciones en la Constitución de California para el aborto y las libertades reproductivas. Ha utilizado la autoridad de California para adquirir medicamentos clave y responder a interrupciones del suministro por motivos políticos.

Impulso a la clase trabajadora: Su administración ha impulsado legislaciones históricas para fortalecer a los trabajadores independientes, buscando mejorar las condiciones de vida de los californianos. Su oposición a la abolición de los acuerdos de contratación colectiva lo ha posicionado como un firme defensor de los derechos laborales.

Inversiones sociales masivas: Ha liderado la implementación de programas ambiciosos como el Pre-kínder universal y el financiamiento completo de comidas escolares gratuitas para todos los niños en California. También ha impulsado la expansión de programas de alfabetización y cursos de verano.

Abordando la crisis humanitaria y económica: Pese a las críticas por el alto costo de vida, la administraciónNewsom ha impulsado un enfoque progresista en la lucha contra la falta de vivienda. Más allá de la inversión récord en vivienda, el gobernador ha defendido la implementación de programas sociales innovadores, como el Care Court (Tribunal de Atención), diseñado para brindar tratamiento de salud mental y adicciones a personas sin hogar. Este tipo de políticas sociales complejas y audaces demuestran su disposición a enfrentar los problemas más difíciles del país, lo cual contrasta con las soluciones simplistas y punitivas que a menudo ofrece la oposición.

Resistencia y defensa migratoria: Newsom se ha convertido en una voz influyente a favor de los derechos de los inmigrantes, desafiando públicamente al gobierno federal. Ha movilizado a la Guardia Nacional para asistir en bancos de comida en respuesta a recortes federales y ha criticado duramente el despliegue de militares para tareas migratorias, advirtiendo que los regímenes autoritarios “empiezan por atacar a las personas con menos capacidad de defensa”.

Defensa del comercio transfronterizo y advertencia anti-Aranceles: Ha alertado consistentemente que las promesas de Trump de imponer un arancel del 25% a las importaciones mexicanas infligirían un daño económico devastador a California y a los consumidores. Al defender el libre comercio con México, Newsom protege el sustento de millones de New Mexicans que trabajan en sectores dependientes de este comercio transfronterizo.

El histórico gesto de Newsom al declarar el Día de Fernando Valenzuela el 1 de noviembre, cobra un significado póstumo aún más profundo. Fue una jugada maestra, ya que el 2 de noviembre es el tradicional Día de Muertos, enlazando dos celebraciones con un profundo toque mexicano. 

Este acto de poder político y celebración cultural contrasta directamente con la retórica anti-inmigrante. Al honrar a un ícono que unió a mexicanos a ambos lados de la frontera, Newsom solidifica su apoyo en un electorado mexicano crucial, utilizando este reconocimiento como un acto de diplomacia interna que fortalece los lazos con la comunidad.

La posible postulación de Newsom también catapulta al senador Alex Padilla hijo de padres, uno de Chihuahua y otro de Jalisco, a la posición de potencial vicepresidente de los Estados Unidos. Padilla, quien representa la herencia y la base demográfica de los New Mexicans, podría convertirse en el primer mexicano-estadounidense en ocupar dicho cargo. 

Hipotéticamente, esto lo colocaría como el candidato natural para ser el primer presidente de los Estados Unidos de ascendencia mexicana, un símbolo de la cristalización del poder político de esta población, muy a pesar del trauma que genera la alienación demográfica del presidente Donald Trump.

La juventud y el voto del mañana: El senador Padilla no solo representa la herencia; también encarna la voz de una nueva generación de New Mexicans. Su perfil conecta directamente con el voto joven y la alta tasa de natalidad de la diáspora (comunidad), que garantiza que su influencia política seguirá creciendo. Su posible ascenso a la vicepresidencia enviaría el mensaje de que el futuro de la democracia estadounidense no se definirá en Washington, sino en la energía, la juventud y la demografía del Suroeste.

Para enfrentar la presión del gobierno federal y el uso de ICE como brazo de presión contra las comunidades mexicano-americanas, es indispensable un frente de resistencia o «barrera azul» con el apoyo de gobernadores demócratas clave: Gobernadora Katie Hobbs (Arizona), gobernadora Michelle Lujan Grisham (Nuevo México), gobernadora Tina Kotek (Oregón), gobernador J. B. Pritzker (Illinois), gobernadora Kathy Hochul (Nueva York) y gobernador Bob Ferguson (Washington).

El Pacífico Noroeste (PNW), que incluye a Washington y Oregón, es una región fundamental para el concepto de los New Mexicans, extendiendo su alcance más allá del suroeste tradicional. Contrario a la percepción popular, estados como Washington han experimentado un crecimiento exponencial de la población de origen mexicano, la cual se ha convertido en una fuerza laboral crítica en la agricultura, la tecnología y el comercio. 

El gobernador de Washington, Bob Ferguson, ha demostrado su reconocimiento a esta diáspora (comunidad) al declarar la semana de la herencia mexicana, un gesto que resuena profundamente con el soft power de la comunidad.

Este frente en el PNW es estratégico, pues no solo suma votos, sino que le da a Newsom una base de apoyo que abarca toda la Costa Oeste, desde la frontera con México hasta Canadá. La diáspora (comunidad) mexicana en esta región es un testimonio de la expansión y la diversidad económica de los New Mexicans, que apoyarán a Newsom por sus políticas a favor de los derechos laborales, la protección de los inmigrantes y la defensa de la diversidad cultural. 

El PNW solidifica la narrativa de que el apoyo a Newsom no es un fenómeno local de California, sino un movimiento de alcance nacional.

El Poder de la cultura como arma política: La fuerza de este frente radica en el uso estratégico del soft power mexicano. La resistencia no se limita a decretos. Se ejerce en cada plato de comida, en la música regional y en la popularidad de íconos deportivos. 

El Mundial de 2026 y los juegos olímpicos de Los Ángeles 2028 no serán solo eventos deportivos, sino escaparates globales donde la cultura de los New Mexicans dictará la tendencia, demostrando que aquello que Trump intentó marginar es, de hecho, el capital cultural y económico más vibrante de la nación. Este soft power es la prueba de que, mientras ICE siembra miedo, la cultura siembra influencia y poder. 

El ascenso de Gavin Newsom a la palestra presidencial no es simplemente la historia de un político ambicioso; es la manifestación política de una profunda revolución demográfica y cultural liderada por los New Mexicans.

Sobre el autor

Fernando Arango Ávila es jurista y académico. Doctor en Ciencias de lo Fiscal, y actualmente cursa un posdoctorado en Derecho. Actualmente, combina su experiencia práctica con su labor investigativa. Escribe: drarango83@gmail.com.

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